The prince of the shadows

75 12 0
                                    

Mordred nació en la noche de las almas, a la doceava campanada de Samhain. El invierno era helado en Ismere y el viento apagó las velas. Su llanto sonó en la oscuridad y luego los ojos de Morgause brillaron en oro para volver a encenderlas.

—Es un niño —Anunció sin aliento a su hermana. Lo envolvió en una manta negra y se sentó a su lado para sostenerlo. Ambas lo miraron.

El bebé tenía la piel blanca y solo un poquito de cabello oscuro en la cabeza. Morgana comenzó a llorar, por lo indefenso que se veía, por lo mucho que quería que Arthur estuviera allí. Morgause besó su frente sudorosa y la cubrió con las pieles.

—Llévatelo —Morgana sollozó—. No soporto mirarlo.

—Pero, hermana...

La mujer se acurrucó en ella misma, llorando sin parar. Morgause arrulló al niño y lo llevó a la habitación que habían preparado.

Pasaron días hasta que Morgana decidió levantarse. Ella caminó durante la noche despejada hasta la habitación de su hijo y, a la luz de la chimenea, se asomó para contemplarlo.

Él estaba despierto, sus ojos cristalinos mirándola fijamente. Morgana jugueteó con las manos de su hijo, que le dio un apretón firme a su dedo. Ella sonrió, porque él no se quejaba como otros niños y lucía bastante tranquilo en su cuna de cedro y oscuridad.

—No te pareces en nada a tu padre —Murmuró y, por primera vez, lo sostuvo en brazos. Su corazón se hinchó en el pecho y él se acurrucó, balbuceando ante su calor—. Sí, eres mío. Mi pequeño Mordred.

Se paseó con él por la habitación, lo amamantó y se quedó a su lado hasta el amanecer. En el pálido día, Morgause los encontró dormidos en la cama.

—Mi hermosa reina —Ella murmuró, acariciando su cabello—. Ahora tienes a un príncipe que te amará con todo su corazón y hará lo que fuera por ti. Nuestro pequeño príncipe, que vivirá en las sombras...

The strength to light our wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora