Sweet [Monsta X • WonHyuk]

Sweet

Hoseok estaba nervioso, siempre se ponía así cuando se trataba de Minhyuk porque ese chico era algo así como su sol, como ese ser brillante que llenaba de luz todos sus días.

—¡Hoseok hyung! —exclamó el rubio con emoción, sentándose al lado del chico de cabellos negros quien se sobresaltó ante la fuerte presencia del más alto.
—Minhyuk, deberías estar en clase ¿Qué haces por aquí? —preguntó Hoseok tomando la mano del contrario, enlazando sus dedos.
—Salí antes y quería ver a mí novio ¿Está mal? —hizo pucheros el menor apoyando su cabeza en el hombro ajeno.

Hoseok se sonrojó, si bien llevaban un par de meses saliendo, para el mayor aún era una ilusión tener al rubio a su lado, aún no podía creerse que él estuviera a su lado y no porque su autoestima fuese baja, sino porque Minhyuk era demasiado brillante para cualquiera y era difícil tenerle contento durante mucho tiempo; sin embargo Hoseok parecía ser el punto débil de aquel chico brillante.

—Entonces no veo problema, también quería estar contigo, no tengo ganas de ejercitarme hoy. —expresó el chico de los músculos apoyando su cabeza en la contraria.
—Podemos ir a mi departamento y ejercitarnos de otra manera, chico musculoso. —habló Minhyuk con picardía, relacionando siempre todo con sexo, sabía que eso avergonzaba al mayor.
—¡Lee Minhyuk! —exclamó separándose de un brinco de su pareja pero sin soltar su mano.
—Bueno no, pero es temprano, vamos a mí departamento y hacemos algo, podemos preparar la cena juntos. —propuso entre risas Minhyuk, acercándose al pelinegro abrazándole por la cintura.

La aceptación por parte del mayor no se hizo esperar, conocía los resultados que eso tendría, pero le gustaba su chico como era, siempre tan espontáneo y simpático.
Caminaron por el campus de la universidad tomados de la mano, en dirección al departamento del menor pues era el que más cerca vivía.

—¡Hogar, dulce hogar!—dijo con felicidad el rubio, entrando al departamento, sacándose los zapatos, siendo seguido por Hoseok.

El mayor no dijo nada, simplemente siguió a aquel lugar que conocía tan bien y se dirigió a la cocina, comenzando a preparar todo lo que habían traído de la tienda de conveniencia, pues al final habían optado por no preparar nada y que era mejor sentarse a ver películas en la cómoda cama que Minhyuk tenía.

—Hay una película en Netflix que quiero ver, así que voy a preparar todo, te espero en el cuarto.—anunció el rubio y Hoseok simplemente asintió mientras acomodaba todo en la mesita para desayuno, y se colgaba la bolsa con los refrescos en el brazo.

En el cuarto ya estaba Minhyuk con la película lista, sólo era ponerla a reproducir, estaba en ropa interior únicamente, asunto que le sacó una carcajada al mayor, siempre tan espontáneo el rubio. Dejó todo en la cama y le imitó, sintiendo la poderosa y penetrante mirada del menor; se sonrojó y se cubrió el torso con ambas manos, sintiéndose cohibido.

—No me mires así, siento que me vas a comer.
—Y te voy a comer, guapo, grr. —expresó el menor moviendo si mano como si fuera la pata de un felino.— Eres muy sexy, no entiendo cómo eres tan candente y dulce al mismo tiempo, eso no tiene sentido, Hoseok, explícame.
—Cállate. —se quejó avergonzado el mayor acomodándose en la cama, al lado de su pareja.

Minhyuk dio inicio a la película ignorando las preguntas de su pareja sobre el título de la misma, pues era de terror y el mayor odiaba ese tipo de películas, porque se asustaba fácilmente con ellas.
Y en efecto así fue, Hoseok se aferraba al delgado cuerpo de Minhyuk y se ocultaba en su torso, buscando refugio de aquellos monstruos horrorosos del filme. No estaba llorando pero estaba a nada de colapsar, y Minhyuk supo que no podía seguir con esa broma, porque aunque sentía fascinación por ese tipo de películas, jugar con los temores de su pareja hasta hacerlo romper era algo que no se perdonaría. Pausó la película y se acomodó sobre el cuerpo ajeno, sentándose sobre sus caderas y tomando su carita llorosa entre sus manos, dando besos suaves sobre su rostro, buscando aquella sonrisa tan preciosa que tanto amaba.