Único

6 1 1
                                    

Yoongi no se sentía bien. Llevaba varios días sintiéndose vacío, nada le importaba y nada me motivaba. Habían tenido unos días de descanso para ser exactos seis días y este era el cuarto que pasaba en la cama.

No tenía fuerzas ni ánimos para levantarse, ducharse, comer algo, encender el portátil. Ni siquiera escuchar música.

Lo único que hacía era tumbarse en la cama y observar el techo o taparse bajo las sábanas, cerrar los ojos y dejar que sus pensamientos lo hundieran.

No sabía que le había llevado a volver a caer tan profundamente en la depresión. Pero estaba seguro de que de una forma u otra tendría que volver en tres días a la empresa a trabajar con los chicos.

Los chicos. Sus amigos. Sus compañeros. Sus hermanos.

Tal vez ese era el motivo.

Todos se había ido a visitar a sus familias o a unas mini vacaciones. Namjoon, Jungkook, Taehyung y Jimin habían ido a visitar a sus padres. Sin embargo Jin había viajado al sur de Corea a la playa con unos amigos y Hoseok se había ido con su hermana a Estados Unidos.

Estaba solo. Completamente solo.

Tal vez eso había provocado que volviera a caer. El vacío de no tener a nadie hay a su lado, el saber que mañana era un día exactamente igual al anterior. Era un bucle.

Podía llamarlos, pero sólo los molestaría y estropearía sus vacaciones. ¿Para qué decirles que se encontraba mal? ¿Acaso iban a venir hasta aquí para animarlo?

Mejor no.

Llevaba días sin tocar su teléfono, posiblemente estaba sin batería en algún lugar de la casa. Pero le daba igual.

Necesitaba algo, algo que le hiciese sentir que no estaba solo, algo que encendierá aunque fuera una chispa. Y mientras su mente le intentaba dar algún mensaje positivo su cuerpo y corazón le decían que no hiciera nada, que solo dejará el tiempo correr.

No se aburría, no tenía hambre, ni siquiera sueño. Sólo vacío. Un horrible y terrorífico vacío en el que los pensamientos negativos lo agobiaban.

Sus ojos llorosos miraban entre la oscuridad, no sabía cuándo había comenzado a llorar, pero no dolía sólo sus lágrimas se deslizaban por sus pálidas mejillas.

-¿Hyung?

Sintió un fuerte golpe en su pecho, su corazón se había acelerado. ¿Quién estaba ahí?

Las sábanas fueron retiradas de su cabeza, y gracias a la luz que entraba por la puerta abierta de su cuarto logró ver una silueta, una muy conocida, demasiado conocida.

-¿Qué ocurre hyung?

Silencio. Su pálida mano acarició la mejilla del contrario, sintiendo la calidez que su piel desprendía. Jimin.

-Minnie

-Hyung, no puede quedarse en la cama

Jimin imitó el gesto de su hyung y sintió la humedad en sus mejillas.

-Hyung, no llore ¿qué ocurre? -el menor subió a la cama y se tumbó al lado del cuerpo del mayor- ¿Qué puedo hacer para que se sienta bien?

-Minnie, abrázame

Y el menor no dudo en hacerlo. Apartó las sábanas del cuerpo del mayor y se cubrió con estas logrando sentir la piel fría de Yoongi con sus yemas, rodeo la cintura del mayor con su brazo derecho y quedaron frente a frente.

-Hyung... Le quiero mucho

Yoongi agarró la ropa del menor entre sus manos sintiendo como la calidez del chico lo sacaba de tanta oscuridad y le daba un soplo de aire puro e inocente. Jimin. Su Jiminnie.

Sus manos subieron con suavidad hasta las mejillas del menor acariciando y trazando círculos imaginarios, dejando al menor casi dormido.

-Hyung, le quiero mucho -volvió a repetir el menor y Yoongi sintió las lágrimas volver a rodar por sus mejillas, pero esta vez sintió dolor en su pecho y comenzó a sollozar e hipar. Jimin no dudó en abrazarlo fuerte.

-Minnie, no quiero volver a caer, ayúdame

Jimin sonrió con tristeza y se separó del mayor para acariciar su rostro con suavidad y besar su frente. Yoongi parecía un niño asustado al que le acababan de decir que su madre no iba a volver a por él nunca.

-Yoonie -susurró el menor mientras se sentaba en la cama y eso le dió a Yoongi más fuerzas de las que creía. Miró a Jimin dejando su llanto atrás- Venga conmigo al baño, debe de darse una ducha y yo limpiaré su cuarto mientras la comida llega, he pedido algo a domicilio, su comida favorita, brochetas

Yoongi sintió una punzada en su pecho, pero no dolorosa sino de felicidad. Se sentó al lado de Jimin, sus manos se entrelazaron uniendo sus dedos con suavidad. Ambos recordaron el día que compartieron sus sentimientos, fue exactamente de la misma manera y Jimin no dudo en recordárselo de nuevo.

-Me gusta Yoongi hyung, le amo

Yoongi sonrió y llevó sus dedos entrelazados a sus labios para dejar ahí un beso suave.

-Tu también me gustas Minnie, también te amo, más que a nadie y nada en este mundo -le recordó.

Jimin sonrió y sin importar el hecho de que Yoongi llevaba cuatro días sin ducharse ni afeitarse, ni lavarse los dientes, se inclinó y lo beso. Tan sólo un roce de labios pero Yoongi ya tenía las energías para levantarse de la cama y disfrutar de esos tres días a solas con Jimin. Con su pareja. 

Triste YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora