-Ok, esto no lo esperaba.
El doctor Xavier Collins se hallaba mirando hacia la puerta abierta que había en la parte baja de las escaleras. Yo no veo nada desde donde estoy de pie, pero un olor me golpea y me hace caer de rodillas sujetándome el estomago y tapando mi boca. El olor era de lo mas asqueroso, no tenía que ver por la puerta para saber que había cadáveres detrás de ella, pero cuando lo hago, tuve que esforzarme para no desmayarme.
Si el cielo existe esto es lo mas cercano al infierno en la tierra.
Múltiples cuerpos de enfermeras, pacientes y guardias, algunos crucificados, otros descuartizados y regados por el suelo. La carne podrida los charcos de sangre y el olor a podredumbre me puso a pensar que esto ya estaba aquí, no puede ser reciente. La carne tarda en descomponerse, estos cuerpos deben llevar mucho tiempo aquí, y estoy seguro de que él sabe el por que.
De repente siento una mano en mi hombro, el doctor Xavier me sujetaba el hombro y me dijo algo con toda la calma del mundo
- Sé que lo que le voy a pedir es difícil, imposible para algunos, pero debemos pasar por aquí- Abro los ojos como platos y miro el montón de cadáveres por todo el pasillo- es la manera mas rápida de llegar al sótano.
-Pero...- apenas pude escuchar mi voz, el miedo era lo que dominaba mi cuerpo en ese entonces y pasar por ese lugar parecía una tarea imposible- estas personas... como?
- Como murieron? ya le dije que le explicare todo cuando estemos en el...
-Si, si en el maldito sótano, pero yo no daré otro jodido paso sin saber como murieron estas personas. Sé que mamá no los mato por que los cadáveres no se descomponen tan rápido.
- Se equivoca... su madre si hizo esto, solo que no hoy- mi cara pierde todo el color y queda en un blanco total, no encuentro mi voz para responder algo (ya había pasado antes)- ahora sigamos.
Hace cuanto había empezado esta matanza? y por que no lo había notado? por que no habían hecho nada para detenerla? o acaso si lo habían hecho pero no dio resultado? cuantas personas han muerto. No puedo dejar de pensar que de alguna manera todo esto es mi culpa.
No tengo tiempo de asimilar nada, puesto que el doctor quita la mano de mi hombro y se abre paso por el lugar lleno de muerte y mal olor. Él camina adelante como si diera por hecho que yo lo seguiría, acto seguido me muevo casi inconscientemente aún tratando de procesar lo que acababa de escuchar.
- Se dice que el peor pecado del ser humano- dijo el doctor sin voltearse ni dejar de caminar- es jugar a ser dios.
Todo este olor me marea, aunque tapo mi nariz y boca con la manga aun huelo todo y la vista es aun peor. Por accidente patee la cabeza de un policía y ésta se desprendió de su cuerpo. Me dí cuenta de que los milagros existen, por que fue un milagro que no vomitara con eso.
Hay personas de todo tipo, hombres y mujeres, altos y bajos, hay una señora de avanzada de edad con rasgos mexicanos, también un hombre de aspecto asiático con traje de electricista tal vez vino aquí a atender un llamado por alguna falla eléctrica, nunca se imagino que solo encontraría su muerte. Incluso veo que dos de los cuerpos un hombre y un mujer, llevan el mismo anillo de compromiso.
No puedo seguir viendo, cierro los ojos mientras camino en linea recta hasta el final del pasillo cuando me tropiezo con uno de los cadáveres y caigo justo sobre un cuerpo diferente a los demás, mientras los otros eran enfermeras, guardias o pacientes, este era solamente un niño de unos 11 años. Un grito de horror se queda atrapado en mi garganta. Me aparto y e arrodillo a su lado y la culpa me invade (todo esto es mi culpa) las lagrimas se agrupan en mis ojos mientras pienso en cuantas personas habrá asesinado mamá anteriormente (por que lo hizo?).
- Debemos parar esta masacre- noto en su voz algo que no había visto en el nunca en todos los años que llevaba en ese lugar, seria acaso compasión?- venga sigamos adelante.
Cierro los ojos, no puedo seguir viendo al infante que murió dios sabe hace cuanto tiempo.
- Cual era su nombre?- digo sin abrir los ojos, él entendió la pregunta perfectamente.
- Antonio- dijo con amabilidad- Antonio Hernández- empiezo a levantarme en silencio y avanzo sin decir nada- casi hemos llegado.
Los siguientes minutos son callados, solo el sonido de los pasos firmes del doctor que se repiten con un eco por todo el pasillo. No se como, pero sé que este silencio es solo efímero.
-(NO!!) me sobresalte al escuchar la voz en mi cabeza, dios cuanto había pasado desde la ultima vez que las escuche? (No debemos entrar ahí! no nos lleves ahí, aléjate, déjanos en paz!) es ahí cuando me doy cuenta de que mas al frente hay una puerta, una puerta blindada con un aspecto bastante pesado- (MÁTALO!! debes matarlo, no puedes dejar de que nos lleve allí)
En ese momento me detengo la sorpresa de esa frase me sacudió la mente, la frase en sí la había escuchado antes, muchas veces, pero esta vez no era la misma voz enojada la que la gritaba sino la voz calmada y tímida la que me pedía la sangre del doctor
- Que hay en ese cuarto?- le pregunto al doctor quien me ve por encima del hombro, vuelve a ver al frente y responde.
- Ya lo verá.
Nos encontramos de pie frente a la enorme puerta, el olor a humedad es perceptible en el ambiente. Las voces están mas alteradas que nunca. Cuando estábamos a centímetros de la puerta comienza a dolerme la cabeza, un leve dolor que comienza a crecer y cobrar cada vez mas fuerza.
-Entremos- dice Xavier y pone una mano sobre la cerradura de la puerta.
Ahí es cuando un infierno se desata en mi cabeza. El dolor que siento me tumba al suelo, caigo y un mar de gritos inunda mi cabeza, no es una ni dos, son decenas de voces gritando a todo pulmón en mi mente. me retuerzo en el suelo por el dolor y siento que la cordura me abandona para abrirle paso a la locura.
-No estoy loco, no estoy loco, no estoy loco, NO LO ESTOY!!- mi voz se escucha lejana, como si mi cuerpo estuviera a metros de distancia de mis oídos.
Mi cuerpo se mueve solo, mis manos sujetan mi cabeza a cada lado, me encuentro de rodillas frente a la pared, no se en que momento comencé a gritar puesto que los alaridos que escucho en mi cabeza se mezclan con los míos y no sabría decir cual es mi voz y cual no.
Mi cuerpo se tensa, mis ojos es como si estuvieran desconectados de la realidad, solo veo un montón de humo viniendo de ninguna parte ni siquiera se si es real. Lo único real es el dolor en mi frente cuando azote la cabeza contra la pared la primera vez, luego otra, y otra, y otra. Noto que la sangre llega a mis ojos y al hacerlo me doy cuenta de que también estoy sangrando por los oídos.
- Que es lo que quieren?- las palabras salen de mi boca por si solas con suavidad- que quieren de mí?... QUE QUIEREN DE MI??!!
Y es entonces cuando se hace el silencio, solo se escucha el latir de mi corazón retumbando en el tórax con violencia. Luego de unos segundos, obtengo una respuesta
-(Tu mente)
Y me desvanezco en la oscuridad, lo ultimo que veo es al doctor sobre mi con una jeringa en la mano. Hay algo raro en él, en los últimos momentos antes de desmayarme es como si pudiera ver algo en él que no se ve a simple vista, es como si pudiera ver su alma... y es horrible.
-(Debiste matarlo cuando pudiste... ahora moriremos todos)
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ESQUIZOFRENIA
Short StorySígueme en esta serie de relatos cortos de como Charlie Turner un paciente con esquizofrenia es acosado por las voces en su cabeza que lo atormentan y los recuerdos del pasado lo atormentan tras recordar que fue el responsable de la muerte de su mad...