Adam
Laura no tarda en abalanzarse hacia mi y enredar sus piernas al rededor de mi cintura mientras me abraza con fuerza. Sonrío ampliamente y le correspondo el abrazo.
— ¡Te he extrañado tanto, Adam! — exclama.
— Yo a ti, castaña. Joder, no quiero que vuelvas a irte por tanto tiempo...
Ella se ríe y me mira sonriendo. — Tal vez me quede todo el verano, si no te molesta.
— No me molesta en absoluto. Me encantaría.
— De acuerdo. Suerte con deshacerte de mi. — acepta y se baja.
— El chico con el que estabas recién...
— Oh, ha sido solo una aventura y dio la casualidad que los dos partíamos a Nueva York. — me comenta, mientras nos dirigimos hacia la salida.
— Veo que sigues igual que siempre. — respondo. — ¿Sigues sin enamorarte?
— No he conocido a ese hombre que lo miras y piensas "Dios, no me importa si rompe mi corazón más adelante... Quiero vivir esto a su lado." — suspira. — A veces dudo que algún día conozca a alguien así.
— Lo conocerás. — le aseguro. — Eres asombrosa.
— Gracias, cielo. ¿Cómo estás tú? ¿Alguna chica que te esté volviendo loco?
— No, no estoy listo luego de mi ruptura con Lane.
— Realmente pensé que estaban hechos el uno para el otro. No puedo creer que haya elegido un estúpido empleo antes que a ti.
— No, lo entiendo. No le guardo rencores. Realmente me alegro que esté cumpliendo su sueño. Estoy feliz por ella.
— Tal vez algún día vuelvan a reencontrarse, ¿quién sabe? — sugiere.
— No hay nada que desee más que aquello. No he dejado de amarla. No hay un día en el que no piense en ella.
Laura me mira con tristeza y me abraza por la cintura. Salimos del aeropuerto y me sorprende encontrarme a Ross apoyado en nuestro coche mientras lee uno de sus libros.
Noto que más de una mujer lo está mirando. Suelto un bufido. Las mujeres y sus fetiches por los hombres que leen.
— Nerd, ya estamos. — le aviso, y él guarda su libro para después sonreirle a Laura.
— Hola, soy Laura. La mejor amiga de Adam. Tú debes ser la persona con la que me engañó todos estos años. — le dice mi amiga.
Oh, Dios...
¿Cómo podía no recordarlo?
Podía ver la confusión y la desilusión en Ross, y me siento mal por él. Realmente mal.
— Laura, él es Ross... Mi primo. Recorrieron Nueva York juntos hace tres años atrás, entre otras cosas. — le recuerdo.
Laura abre la boca sorprendida y le dirige una sonrisa de disculpa. — Oh, Dios... Lo siento tanto. Me había olvidado por completo de aquello. ¿Cómo estás? — le pregunta.
— Bien. — responde mi primo, para después subirse al auto, en el asiento trasero.
— Tú y yo hablaremos seriamente en casa. — le hago saber a mi mejor amiga, antes de subirme yo también.
***
Cuando llegamos, Ross se encierra en su habitación y yo suelto un suspiro. Esto no podía seguir así... Él realmente estaba sufriendo.
— Laura, ¿por qué? — le pregunto.
— ¿"Por qué" qué? — pregunta ella.
— ¿Por qué lo has utilizado justamente a él? ¿Acaso no te dijo que estaba enamorado de ti? ¿Acaso te dijo quería solo una noche? ¿Por qué, habiendo tantos hijos de puta, utilizaste al único hombre que realmente se compromete en una relación seria y es especial?
— Lo siento tanto... — dice en voz baja. — No sé qué me sucedió.
— Ni siquiera lo recordabas, Laura. Te olvidaste por completo de él, como si no hubiera significado nada para ti.
— No significó nada para mi.
— Ross no se merecía aquello.
— Le hice un favor, supongo. Vamos... Si no hubiera sido por mi, tal vez a estas alturas seguiría siendo virgen.
— ¿Crees que Ross no tiene mujeres que quieren tenerlo en su cama, que lo desean? No hay una mujer que no quiera estar en su cama. Pero él odia los encuentros casuales, quiere una relación. ¡Él detesta los encuentros casuales y su primera vez terminó siendo exactamente aquello! No sólo eso, sino que ni siquiera sabía que era una noche y lo destrozaste. Lo destrozaste, Laura.
— ¡Ya dije que lo sentía, joder! No sabía que era tan fácil de dañar. Ni siquiera la ruptura de Jess me destrozó, lloré un par de horas y seguí adelante.
— Eso fue porque tú no amabas a Jess.
— ¿Y tú piensas que Ross me amaba a mi? — pregunta, riéndose.
— ¡Laura, él jodidamente te sigue amando! — exclamo, furioso, para después irme dando un portazo.
Sabía que no debía meterme si quería conservar mi amistad con Laura, pero no podía dejar que destruyera a Ross. Tenía la necesidad de proteger a Ross, él es tan diferente a todos los hombres... Y había pasado por tanto. Se merecía ser feliz.
Sé que Laura puede hacerlo feliz, si finalmente se anima a salir de su zona de comfort y ama libremente a un hombre.
Tenía que lograr que se enamorara de Ross.
Recorro las calles de Nueva York y me topo con un cartel que invitaba a todos los habitantes de la ciudad a un baile de máscaras, con el fin de recaudar dinero para una fundación de niños huérfanos.
Máscaras. Laura no sabría que es Ross, y tal vez podría enamorarse de él. Ross no sabría que es Laura, por lo tanto su orgullo herido y su dignidad destruida no serían barreras.
Entro al salón y recojo tres entradas, buscaría la forma de no llegar al baile con los dos al mismo tiempo.
Laura quería vivir algo único y emocionante, quería enamorarse de verdad.
Ross podría enamorarla y hacerla vivir algo increíble.
Solamente había que darles un empujón.

ESTÁS LEYENDO
Him (Raura)
AcakUna vez por mes. Esa era la cantidad de veces que lo veía. Esa fue la cantidad de veces que le llevó enamorarme, sin revelar su identidad.