39. Hasta acá llegamos.

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Capítulo 39.

Narra Paulo.

Me levanté más temprano de lo normal, ya es lunes y mañana tenemos partido. Quizás son las ansias, quién sabe. Me alisto con toda la paciencia del mundo y mientras tanto, miro las redes sociales para ver qué onda. Como no hay nada interesante, salgo al pasillo y me decido a caminar un poco. Tendrá terraza este lugar? Vamos a averiguarlo.
Efectivamente Rick, hay terraza. Con una vista impresionante de la ciudad que si es así de linda de día no va a tener desperdicio de noche, una piscina que al parecer es climatizada y muy amplia; y por último reposeras. No se diga más, acá va a ser nuestra cena especial, y aunque quedamos en que Kichan la iba a organizar, lo voy a ayudar. Después de todo tengo experiencia en organizar veladas mágicas, y con final feliz. Entusiasmado como pocas veces, vuelvo al interior del hotel.
Bajamos a desayunar y en el transcurso, cuando me levanto a buscar unas medialunas, justo coincido con él.

Qué onda master? -digo dándole una mordida a la medialuna-
Ey, buen día -dice nervioso-
Che, hace cuanto nos conocemos? Dejá de ponerte así cada vez que hablamos -digo divertido-
Pasó algo, tenemos que hablar -dice mirando hacia los costados-

Capto la seriedad de la situación, entonces asiento.

Ésta noche, después de la cena en la terraza, te va? -hablo mientras sirvo café-
Hay terraza? -pregunta incrédulo-
Claro, y es toda nuestra -sonrío-
No sé de cual juego hablás, del FIFA y el PES no me saques porque me matás -se ríe-

Frunzo el ceño sin entender un carajo a qué se refiere y veo llegar a Paredes. Se me hace entender un poco más ahora.

Ah bueno, le pregunto a Taglia entonces -me retiro-

Vuelvo a mi lugar algo consternado. Qué pasó? Espero que nada grave. Bueno, el resto del día intento despejar la mente porque sino voy a enloquecer. La mañana pasó muy rápido para mi gusto. El entrenamiento en el gimnasio fué bastante agotador. Vi a lo lejos a Kichan pero mantengo la distancia prudente, como habíamos quedado. Se acerca Paredes a charlar un poco.

Qué onda cara de pene? -dice sacándome la botella de agua-
Eh? Qué te pasa papa frita -se la retiro-
Nada, todo tranqui... Vos? No doy más -se queja-
Perdiste el estado -me burlo-
Qué haces hoy? A la noche -se apoya contra una máquina-
Nada, dormir supongo -me río- Por?
Unas partiditas de play, te va? -esboza desafiante-
No sé, medio que quiero descansar bien para mañana -dudo-
Para qué si no sos titular -se burla-
Andá a la mierda -le tiro una toalla-

Me doy la vuelta para salir de ahí y me grita que le confirme si me prendo o no. Le hago un fuck you y desaparezco.
El almuerzo fué tranquilo. La siesta también. Si no fuera porque espero la noche con todo el entusiasmo, la estadía acá sería muy aburrida. Más allá de las juntadas con los compañeros, Kichan si sabe entretenerme. Y cómo me entretiene.
En el entrenamiento vespertino, el clima no ayuda mucho. Está re nublado y por momentos llueve, pero el trabajo es el trabajo.
En un momento de la práctica, me acerco a mover el arco, y Kichan se acerca a ayudarme. Al pasar, me dice unas palabras.

Confirmado lo de ésta noche, ya tengo todo calculado -dice serio-
Genial, te espero ahí después de cenar -respondo disimuladamente-
Cambio y fuera -larga mientras se queda atrás-

Mantengo la seriedad pero las ganas de reírme casi me ganan. Sigo enfocado en la práctica y el entrenamiento sigue.
Ya de noche, cenamos a lo grande y el clima que se vive adentro es hermoso. Todos nos reímos, compartimos anécdotas, chistes, boludeces. Me siento como pez en el agua. "Quisiera que esto dure para siempre, casi tanto como una eternidad" dice la canción. Terminamos de cenar, voy a mi habitación y me empiezo a alistar. Me pongo ropa cómoda, después de todo no vamos a salir a ningún lado, pero quiero estar acorde a la situación.

Vas a algún lado? -consulta Lo Celso sin dejar de mirar su celular-
Me invitaron a jugar a la Play, así que me tomo el palo un rato -digo atándome los cordones-
Que suerte la tuya, yo no doy más después del entrenamiento de hoy... Estoy fusilado -se despereza-
Estás viejo que es distinto -digo levantándome-

Me despido y salgo. Son las once de la noche. Salgo a la terraza y la manta que traje más temprano sigue escondida en su lugar. Lo único que tenemos que hacer acá es mirar un rato el cielo, ponernos al día y de nuevo cada quien a su habitación. Nada puede salir mal supongo.
O es mi ansiedad o el tiempo pasa muy lento. Espero unos minutos sentado, dando suspiros de vez en cuando y me empieza a dar frío. Por suerte traje un abrigo. Hasta que escucho pasos detrás mío. Me levanto y si, es él.

Al fin! Pensé que te iba a tener que esperar toda la vida, mirá que lo hacía eh -digo acercándome-

La expresión de seriedad en su cara me toma por sorpresa pero bueno, lo tengo que hacer aflojar si es que está nervioso. Veo como mueve la cabeza negando.

Qué? Estás malito? Dale... Vení -digo acercando mis manos a su cintura-
Dale dejá de boludear Paulo, qué haces -se ríe nervioso apartándome-
Qué te pasa? -lo agarro de las manos-

Inmediatamente después de mi pregunta, veo a Lea que sale detrás de la puerta. Kichan cierra los ojos con fuerza, y dirige su rostro hacia el piso.

Sorpresa -se ríe Paredes- Así que estás enamorado Paulito? -se burla-

Retrocedo y los quedo mirando a ambos. Con mucha bronca si, pero sobretodo con muchas ganas de llorar. Me doy la vuelta y camino hasta casi chocar contra el muro que me separa del vacío.

Yo no voy a decir nada -dice Lea-
Paulo yo... No quise, éste pelotudo me siguió -se acerca Kichan a mi-

Lo empujo furioso y enfrento a ambos.

Qué les pasa? No sé de qué hablan, te estaba esperando a vos para hablar del entrenamiento, que mierda se fumaron? -digo por intentando contener el llanto-
No te gastes, ya lo sabe -dice Kichan, sin poder mirarme-
Viejo ustedes son mis amigos, cómo no me van a contar? Aunque igual, ya lo averigüé por mi propia cuenta -intenta acercarse-
Váyanse de acá! -levanto la voz- No entiendo de qué hablan ni quiero entender, no me molesten más -vuelvo a girarme-
Los dejo que hablen -dice Lea mientras se va-
Yo no tengo nada que hablar -intento seguirlo pero me frena-
Si no querés que le cuente a todo el mundo de ésta "no relación" -hace comillas con los dedos- Mejor quédate donde estás y arreglá las cosas como hombre -me empuja y se va-

Me quedo parado frente a la puerta, inmóvil.

Paulo yo no quise... -lo interrumpo-
Me traicionaste -digo con un hilo de voz-
No, no te traicioné, él me siguió, se dio cuenta de todo, no sé por qué ni cómo -intenta calmarme-
Por qué dejaste que te siga? Ahora vamos a ser los putos de la selección, nuestra vida se fue a la mierda! Por Dios -me siento-
Te estás yendo al carajo, no seas dramático! Él es buen pibe, va a ser nuestro secreto -se acerca-
No me toques! -me zafo-
Vos pensas que a mi me gusta ésto? -gruñe-
Era nuestro secreto Kichan, solo los dos, y ahora se termino... Te das cuenta de lo grave que es? Ahora lo sabe él, después otro, y después otro así hasta que lo sepa medio mundo y nos caguemos la vida, verdad? -vuelvo a levantarme-

Niega enojado.

Paulo, tu compañero de habitación vió tus chupones, Simeone le contó que me vió con la remera puesta al revés, todos piensan que nosotros dos nos escapamos y nos vamos de putas... Lo nuestro solo lo sabe él -dice señalando la puerta- Así que bajá diez cambios! -protesta-
Cómo pudiste dejar que te siga! Por el amor de Dios sos un pelotudo, la re cagaste! -
Te estoy diciendo que no me di cuenta! Qué querías que hiciera? Correrlo? Igual iba a sospechar porque nos escuchó en el desayuno -se defiende-
Avisarme! No es tan difícil, ahora si se fué todo a la mierda y no hay vuelta atrás -digo sacando algo de mis bolsillos-
Qué vas a hacer? Irte? Dale andate, escapate de lo que sentís como lo haces desde el primer día! -me grita-
No me voy a ir, yo ya se lo que siento, te amo... Pero no nos vamos a arruinar la vida por ésto que tenemos -le muestro los anillos-
Qué haces? Yo también te amo -se acerca-
Hasta acá llegamos -retrocedo-

Tomo algo de impulso y tiro los anillos a lo lejos, me doy la vuelta y miro a Kichan.

Listo -digo decidido-

Él solo me mira con toda la seriedad del mundo. Y yo agacho la cabeza, ya en pleno llanto.

Continuará.

Desde que te ví - Paulo Dybala & Cristian Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora