A cinco años p.5

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Deje a Ezarel en la sala de alquimia junto a mi hijo y me dispuse a salir por el mismo pasaje que el que había entrado.
Una vez fuera del lugar corrí hasta el refugio, el incendio de la gran puerta se estaba saliendo de control, y varios hombres y mujeres tanto de la Guardia como de nuestros aliados estaban heridos, los miembros de la Guardia Absenta como de nuestra tropa B intentaban sanar a los suyos mientras que para otros ya era demasiado tarde...

Observe como Enthraa por primera vez había usado la misma posión que Alajea para obtener piernas, y junto a varios más se defendían más que intentar matar a los restantes.

De igual manera observe como Colaïa enfrentaba a Alajea, que ya en mal estado estaba por Entrhaa, con una daga en mano, sólo podía escuchar como Colaïa reclamaba a su hermana el haberla abandonado junto a sus padres el día que murieron...
Varios miembros estaban cobrando su venganza... sin embargo aún no olvidaba la mía, y para eso tenía que encontrar aún al jefe de la Guardia sombra... aunque también debía encontrar a Leiftan...

Corri al quiosco central en busca de Chrome o Ashkore a pedir ayuda para localizar a Leiftan, sin embargo en la búsqueda encontré una escena que me partió el alma: Nevra portaba por el cuello a mi enfermera, nuestra aliada que me había cuidado durante mi embarazo y me había salvado la vida; ella estaba ahí, con una mirada perdida mientras su sus manos temblaban tratando de safarce del agarre del vampiro y con una daga encajada en el corazón... inmediatamente corrí hacia Nevra con una velocidad y una fuerza que sobrepasaba mis límites como humana, lo ataque con tal fuerza que se estampó contra el quiosco golpeandose en la cabeza y sangrando de la misma. Mientras tanto corrí a abrazar a aquella chica que tanto nos había ayudado y sobre todo aquella que se había ganado mi aprecio y gratitud, pero ya no había nada que hacer. Era tarde para ella.

Lo único que pude hacer es dejarla recostada en el piso mientras que me acercaba amenazante a Nevra, sin embargo una mano me detuvo, al girarme observe a Chrome acompañado de Colaïa que se encontraba cubierta de sangre. Chrome fue el que se acercó a Nevra y lo tomo del cabello haciendo que levantara la cabeza

- Tú, maldito pedazo de mierda... ¡tu mataste a mis padres!- Chrome golpeó a Nevra en el rostro con tal fuerza que la boca del Vampiro comenzó a sangrar - no sabes cuanto me encantó hacer lo mismo con tu hermana...- Nevra observó a Chrome con tanto desprecio e intento incorporarse, pero Colaïa no se lo permitió- debiste verla morir, como me observo en esa falsa cita, ella dijo que moría por mi ¡y quien diría que así seria! ¿Te cuento otro secreto? Su alma no esta descansando, ella sigue vagando en la playa como un alma errante esperándote... pero no te dejaremos morir tan fácil, sería ser benevolente contigo... y para evitar que intentes morder tu lengua creo que deberíamos taparla con algo...- en ese momento Chrome le quitó el parche a Nevra dejando al descubierto el hueco en donde deberia estar su ojo y colocó la prenda en su boca. -¡Mucho mejor!, ahora vamos a llevarte a prisión.

Dicho esto Chrome tomo a Nevra por los brazos y Colaïa por las piernas cargandolo levemente encaminándose a la prisión.

Volví a observar a mi alrededor, jamás creí que tantas personas tuvieran inimaginables rencores en el corazón.
Sin embargo también veía a varias personas intentando refugiarse del caos. Un pequeño grupo llamó mi atención, aproximadamente 10 personas corriendo hacia el refugio; no debo dejar que mi odio me guíe, si esta pelea empezó fue para encontrar el bien en Eldarya. No es correcto que paguen justos por pecadores. Corri hacia ellos, varios eran miembros jóvenes que cayeron de la misma manera en la mentira de la guardia. Esta pelea no le correspondía.

-¡Ustedes!, los miembros nuevos - al verme intentaron desesperadamente entrar a una de las casas que abandonaron los refugiados al irse, pude ver el miedo en sus ojos

-Po.. por favor... déjenos ir - hablaba un joven de aproximadamente 13 años. Al verlo me recordó a un agradable niño que conocí recién llegué:  Mery
Si no le hubieran arrebatado la vida en aquel entonces tendría la edad de este joven.

-Yo... - estaba a punto de responderle pero sentí que alguien se posaba detrás de mí, y pude ver como la expresión de los jóvenes, que ninguno pasaba de los 16 años cambiaba drásticamente a una entre asombro y temor.

-Llevalos al sotano, ahí estarán a salvo- Hablo Leiftan con un tono tranquilo- no se me olvida que si están ustedes aquí no es por ser como ellos. Erika, aún no tenemos señales de Mikko, pero nesesito que se encarguen de controlar el incendio, no queremos que llegue al bosque. Informa Ashkore que su tropa se encargarán de ello. Mi tropa sigue luchando y los heridos inocentes de la guardia serán  transportados aquí, la tropa B será la encargada de atenderlos. Si encuentras más reclutas jóvenes llévalos al sótano...

- ¿Qué pasará con los Jefes de guardia? No estarán inconscientes por siempre...

-¿Ya están todos?- le confirmé a Leiftan- Bien, habrá que conseguir somníferos...
Tú sabes que hacer pequeña, confío en ti. - dicho esto emprendió nuevamente el vuelo y se dirigió a la sala de cristal por la parte externa del edificio.

-Bueno chicos, ya le escucharon. Síganme. - Con temor justificado los jóvenes me siguieron hasta la sala de las puertas, que se encontraba prácticamente vacía a excepción de Ashkore que se dirigía a la sala de Alguimia con una espada en mano...
oh no...
- Chicos, nesesito que se dirijan al sótano por su cuenta, si no mal recuerdo uno de ustedes tiene sangre de Golem, ¿cierto?- una chica levantó la mano tímida- bien, cualquier emergencia utiliza tu don para avisarme.

Los chicos asintieron y se dijeron a la escalinata, mientras que yo me dirigí a Ashkore, que levantó su espada y comenzó a golpear la cerradura

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