AGOSTO, 2018. Segundo día de clases 3er semestre

23 3 0
                                    

Querido David:

Desperté deseando ser alguien más, alguien que no amará con locura a su profesor de anatomía. Maldición, odio demasiado amarte, esperar algo de ti, esperar que vengas a mi a amarme. 

Esto es demasiado difícil, sin muchas ganas llegué a la facultad, lo único que deseaba era verte. Cada vez que pasaba frente al edificio 3 contenía la respiración deseando verte salir con esa arrogancia digna de ti. 

Llegué algo tarde, casi a la hora de clase, pero aún con unos minutos libres me dispuse a contestar mensajes, hablaba de ti con una de mis amigas, de la manera en que te comportaste la última vez que te vi, la última vez que me dirigiste la palabra. Total, iba a enviar una nota de voz hablando de ti, así que opté por alejarme del edificio para conseguir algo de privacidad. Pulse la pantalla para comenzar a grabar mientras miraba el celular, entonces alcé la cabeza y allí estabas tú, tan guapo, tan inalcanzable, me dirigiste una gran sonrisa. Pero estaba asustada, no me contestaste el mensaje que te envíe, y lo más probable es que ni siquiera te importará.  Quedé pasmada por unos segundos y luego corrí. No vi tú reacción, pero sé que odias que haga eso. Y me odie por hacerlo, pero tengo tantas preguntas. Sé que tienes un grupo nuevo, con chicas bellas y divertidas, y lo más probable es que ni siquiera te acuerdes de mi, pero no quiero renunciar a la esperanza, todavía no.

No sé si podamos hablar pronto, o si quieres volver a hablar. Pero que consté que yo te dije que te amo y no me arrepiento, el silencio es sólo cosa tuya.

Yo

Entre nosotros, todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora