Prometo amarte.

Capítulo 14.

Taemin se aferró a las riendas del caballo que estaba montando, le costaba un poco poder seguirle el ritmo a su amo, a pesar de que éste no estaba galopando igual de rápido que lo hacía siempre, porque Min Ho intentaba no perder de vista al chico, no sólo por temor a que huyera de él, sino a que pudiera caer del caballo porque su esclavo era inexperto en cabalgar, y él había querido probar a su nuevo caballo, sentir el poder que tenía sobre éste luego de su trabajo por domarlo.

Levantó su mano para que Taemin entendiera de que debía disminuir la velocidad, deteniéndose junto a la cabaña en medio del bosque, de la cual Min Ho no estaba seguro de quien la había utilizado antes, pero lo que sí sabía era que actualmente nadie vivía ahí, y la última vez que la vio fue cuando encontró a Taemin escondido en ésta, y el lugar se veía tan descuidado y lleno de polvo, que ahora que lo volvía a ver le hizo preguntarse acerca de cómo había sido posible que su esclavo se refugiara ahí cuando semanas atrás desapareció después de lo que él le hizo en el establo.

Bajó de su caballo con gran facilidad, viendo a Taemin hacerlo con algo más de dificultad ya que el chico parecía nunca antes haber subido a uno, o al menos no las suficientes veces como para tener la agilidad de él al cabalgar.

—Descansaremos aquí —dijo con voz firme.

Min Ho amarró al caballo al tronco de un árbol y esperó su acompañante hiciera lo mismo, para luego ingresar a la cabaña, la cual no se veía mejor que la última vez que él estuvo ahí, provocando que deseara estar afuera lejos de todo ese polvo, sin embargo al girarse y ver a Taemin pasando las yemas de sus dedos por las superficies llenas de polvo le hizo pensarlo un poco más, porque primero quería calmar su curiosidad acerca de cómo su esclavo recorría el lugar como si estuviera reconociéndolo.

—Éste es un lugar viejo.

Con aquella frase Taemin parecía haber recordado que no estaba solo ahí, y que por mucho que él hubiera pensado en llevar a Dae Kyung a ese lugar cuando estuviera de regreso a su lado, no podría ser así, porque no le pertenecía a él, además de que todo tenía demasiado polvo, aunque eso no le importaba si pudiera tener un lugar para estar junto a su hermano, incluso pensó en cómo se vería limpio, y aunque la pequeña cama que había ahí no era la mejor él creía que serviría, bueno, hasta que pudiera darle algo mejor a su hermano.

Sin embargo, la imagen de Min Ho mirándolo desde el otro extremo de la cabaña le recordó cuál era su lugar ahí, y que no podría disponer del lugar a menos de que fuera autorizado, y ciertamente tenía miedo de pedirle algo a su amo, ya que éste le había negado el derecho de casarse y algo material no parecía una opción, no cuando todavía temía que éste se enojara y lo tocara sin su consentimiento, aunque eso no había pasado otra vez; era como si la noche del establo se hubiera borrado de la mente de Choi y todo volviera ser antes, cuando caricias o palmaditas en su espalda decían que hizo un buen trabajo.

—¿Os gusta el lugar?

La mirada de Taemin pasó por la cabaña, sí, le gustaba lo suficiente como para desear vivir ahí, porque a pesar de que era pequeño, sería hermoso tener su propio lugar en el que vivir, más que nada cuando su hermano estuviera de regreso a su lado.

—Es bonito.

—Está llena de polvo —le recordó Min Ho —además, parece que el techo necesita ser arreglado.

Choi dio unos pasos más cerca del chico, notado como involuntariamente su cuerpo se tensaba, y tal vez Taemin no lo notaba, pero él sí lo había hecho, y era que cada vez que se acercaba o lo tocaba el chico parecía querer salir corriendo de su tacto, algo que no le gustaba en nada a Min Ho pero que también le dejaban claro que él fue quien lo causó, fue él quien tomó a Taemin sin su consentimiento cuando la misma noche se había negado a recibir dinero porque alguien más lo hiciera, y de aquello quería culpar al alcohol, pero sabía que fue una reacción de él para demostrarle al chico que al final era él quien tenía el poder sobre su vida, porque Taemin no dejaba de ser su esclavo.