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—¡Estoy cansada de todos!—dije golpeando la mesa del comedor.
—¡Si éstas tan "cansada" cómo tú dices! ¿porqué no te vas de la casa?—dice mi madrastra con las manos en la cabeza.
—Cree me que lo haré.—dije subiendo las escaleras que se dirijian a mi habitación y arrojando la puerta de madera para lograr cerrarla, al parecer lo logre.—¡Maldita sea mi vida!
—¡Dana!—grita mi madrastra furiosa a lo cuál no le tomé importancia alguna.
Maldecir, maldecir era lo único qué podía hacer en estas situaciones. Desdé que mi padre consiguió ese trabajo me dejo con mi estúpida madrastra a cargo de mi.
No me gusta mencionarla mucho, nunca me gusto la idea de que fuera parte de mi familia, no llevamos una convivencia muy armónica que pudiésemos decir. En resumen,la odio.
Siempre era la misma estúpida rutina de todos los días levantarme,estudiar,trabajar,llegar,pelear,dormir y así sucesivamente.
Lamentablemente, mi tortura no termina en ello, la escuela no es la excepción. Soy una de esas pocas personas cómo quién diría "normales" no soy muy buena haciendo amistades así que la paso sola en cualquier momento,aunque este rodeada de personas me siento tan sola qué hasta yo siento qué no que estoy viva. Solamente me junto con mi amiga Aminta, la única persona que tengo miedo de perder.
Viernes 2 de Agosto del 2014 5:30 a.m.
Me levante con los gritos de mi madrastra de qué bajará a hacerme de desayunar que ella no quería levantarse.
En ese momento no le tomé importancia y me senté en el borde de la cama con mi short y mi camisa de tirantes puestos y me levanté.
Me di una ducha y a los 15 minutos salí, agarre una toalla y la enrolle en todo mi cuerpo, tomé la secadora y seque mi cabello. Salí del baño con la toalla todavía en mi cuerpo y me puse la ropa que en la noche había preparado para ponerme hoy, jeans blancos, una camisa cualquiera y tenis, me cepille el pelo y me delinie los ojos. Tome mi mochila, me puse un sueter y salí de la casa, sin despedirme de nadie y sin desayunar, tome la parada del autobús y me senté colocando las manos en mis bolsillos,en eso llega un joven y se sienta a un lado mio, su cabello color dorado que era cubrido por ese gorro color gris,ojos hermosamente azules.
Era nada mas que Derek Pranth uno de los chicos populares y uno de los mas a puestos de la escuela. Nunca me han llamado la atención ningún "popular" no soy de esas chicas que dan lo que sea por que les tomen importancia.
Saque mi celular y comencé a escuchar música estaba sonando: Locked Out Of Heaven- Bruno Mars. Una de mis canciones favoritas sin duda alguna cuando de pronto una voz me dice.
—¿Que estas escuchando? —Me dice Derek.
—Un poco de Bruno Mars.—Nunca Derek me había hablado, ni siquiera pensaba que sabia de mi existencia.
—¿Te gusta su musica?—Me dice,pero antes de qué le responda me dice. —Perdoname, no me eh presentado, soy Derek Pranth ¿De quien tengo el placer de conocer?—Me pregunta y una sonrisa sale de su rostro.
—Dana…—Dije
