Narra Kat
Por lo que sabía Luke ya no tenía los poderes que antes le hacían tan fácil de localizar. Ahora ni aunque lo deseara con todas mis fuerzas o gritara muy fuerte conseguiría atraer su atención donde quiera que estuviese.
Dejé caer la cortina de nuevo para dejar de ver el exterior. Todo el cuerpo me seguía doliendo, pero era un dolor diferente. Una molestia que decrecía cuando pensaba en Luke y que aumentaba de repente, como si tuviera una anestesia en el cuerpo que fuera a ratos. Sin embargo lo que más me dolía no eran las heridas, sino que Luke no hubiera aparecido después de habernos despertado a mi hermano y a mí. Habían pasado 10 días. Me había intentado convencer a mí misma de que volvería, de que no tenía por qué preocuparme, pero esa esperanza cada vez era más tenue.
Un ruido brusco me despertó de mi embelesamiento y no me di cuenta de que me había levantado hasta que intenté relacionar la magnitud del ruido con una persona de la casa. Estaba claro que había sido Ashton.
Di dos golpes en su puerta esperando pacientemente a un lado hasta que la puerta se abrió. Le miré con una sonrisa, ya que me seguía resultando increíble que estuviera conviviendo con ellos de nuevo y sin nada que amenazara nuestra tranquilidad.
-- ¿Te he despertado?
-- No, qué va. -- sacudí la cabeza, quitándole importancia.
-- Es que... -- se rascó la nuca. -- Quería quitarme el asunto de la cabeza y... me he acordado de la banda que queríamos hacer Calum y yo.
-- Eso está genial.
-- Sí, bueno... lo hemos hablado y... no sé si te va a gustar la idea. -- apartó su mirada de la mia y supe que me dolería lo que fuera a decir.
-- ¿Qué pasa?
Se mantuvo unos segundos en silencio hasta que no pude mirarlo más y tuve que desviarla también. En estos momentos me estaban doliendo todas las partes del cuerpo y el corte del brazo me estaba ardiendo.
-- Vamos a irnos a... la ciudad.
-- ¿A qué ciudad?
Este era un pueblo pequeño, un poco apartado de todo, y estaba claro que si alguien quería probar suerte como artista tenía que considerar muy seriamente irse a otra ciudad más grande y con más posibilidades.
-- A Londres.
-- ¿¡A Londres!?
Di unos pasos para liberarme del dolor y el estrés que amenazaban con desbordarme.
¡A Londres! Prácticamente la otra punta del país. Vale, igual no, pero muy lejos de donde estábamos nosotros. Demasiado lejos como para vernos y teniendo en cuenta nuestro presupuesto, no sería muy a menudo.
-- ¿Tan al sur? -- pregunté, con un malestar interior que me estaba dando arcadas. Sin Luke y sin mi hermano... solo me quedaría mi madre. Y no era que no la quisiera, pero me faltarían 3 cuartas partes de mi corazón.
-- Eh... Kat, no... no llores. -- me dijo, acariciando mi brazo y atrayéndome hacia él, de modo que mi cabeza tocaba su pecho.
Le abracé, sintiendo que lo iba a soltar todo. Toda la preocupación por no volver a ver a Luke. La angustia por pensar en que ni Ashton ni Calum estarían ahí cuando los necesitara. Sentía que volvía a estar en la casa maldita y que seguían usándome para su propósito, sin importarles mi sufrimiento.
-- Tú... tienes a Luke. No te va a faltar de nada si estás con él, estoy seguro. -- comencé a sollozar más fuerte, agarrándome a su camiseta como si fuera mi última esperanza. Me costaba respirar y tenía la nariz completamente taponada.
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No confies en los fantasmas || Luke Hemmings
FanfictionSolo una chica normal, en una casa no tan normal.