Holaaaa antes de comenzar el capítulo quiero decirle que lamento la tardanza, que me caí por ciega y que voten y comenten si les gusto, sus comentarios son apreciados por este noble kokoro.
Si quieren que les dedique un capítulo, solo digan YOOO.
Si quieren que la dedicatoria vaya con una foto de un chino zukulento digan YO, YO, YO
Y si quieren que la foto vaya con fondo de la portada de esta hermoso historia digan VIVA EL VKOOK.
JAJAJ ok, sin más me voy y les dejo leer bien a gusto el capítulo.
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Thiago sentía como si un camión de construcción cargado de puras enciclopedias hubiera bailado el cha-cha-cha en su espalda.
Aunque le habían dado algunos analgésicos en el hospital, su madre se negó a dejar que siguiera bebiendo las milagrosas pastillas para el dolor. Según ella, ningún hijo suyo sería adicto a medicinas extrajeras. Para ella un acetaminofén era una pastilla milagrosa. Aunque a Thiago las pastillas no le quitaran ni el dolor de cabeza.
Por suerte en la escuela le permitieron tomarse el día viernes libre, por lo que tuvo todo el fin de semana para descansar.
Pasar los días jugando videojuego online era lo mejor para él. Y que su madre hubiera decidido consentirlo con comida era mucho mejor.
Nada como un buen plato de pabellón* para hacerlo sentir mejor.
El lunes llego tarde a su clase con la profesora Charlotte, pero extrañamente esta no lo comenzó a insultar ni nada malo. Le pidió que pasara y tomara asiento. Miró a su alrededor y noto que el señorito diva no estaba aquí. Ojala llegara tarde y la profesora no lo permitiera entrar como a él.
Pero mientras las horas pasaban, no vio a Paris por ningún lado.
No es que le preocupara ni nada, solo que tenía esa necesidad de desahogar su irritabilidad con alguien. Y eso tenía que ser solo con Castle.
Mientras daba vuelta por los pasillos, se encontró con Dan. Su amigo venía sonriendo mientras comía lo que parecía ser un pedazo de pae. Uno de cinco.
-¿Qué el pae hecha chistes, o qué?-. Preguntó mientras detenía al pelirrojo-.
El negó rápidamente.
-Esto está muy bueno, tío-. Dijo luego de tragar un gran trozo-. Tienes que probarlo.
-¿Es el del cafetín?
Dan asintió y Thiago hizo una mueca de asco. Por lo general nadie, y óiganme bien ¡NADIE! Come el pae de manzana de la cafetería. La cosa sabía...No tenía un buen sabor.
-Por Dios, Dan. Sé que te gusta comer de todo pero tampoco toques fondo, hombre.
El rodo los ojos y obligó a Thiago a tomar un trozo de su comida.
Thiago busco la manera de escupir con sutiliza pero se detuvo abruptamente. Esto sabía muy, muy...bien, en realidad. Esto tenía que ser una broma de Dan, ni en un millón de años este podría ser el postre del cafetín. Era como comparar un rico cupcake con papilla de bebé.
-Idiota, casi me engañas y me haces creer que esto es del cafetín-. Dijo Thiago robándole otro pedazo de pae-.
Dan le dio un manotazo.
-¡Búscate el tuyo, hombre!-. Le chilló su amigo-. Además, no es broma. El postre es del cafetín. No sé cómo hace Paris para cocinar cosas tan deliciosas, pero si su demás comida es igual de rica que este, le pediré que se case conmigo.