El hermano de mi hermano © (Completa)

Capítulo 15: Novia

Los días pasaron y la relación de Joshuad y yo era cada vez más fuerte y notable, no podíamos estar en la misma habitación sin darnos miradas, tocarnos o querer besarnos cuando estábamos cerca.

Estábamos viendo una película en familia y Joshuad, quien estaba en un sofá en frente de mí, me envió un mensaje.

Joshuad: Te espero en el baño.

Se puso de pie y subió las escaleras, luego yo puse la escusa de que tenía que poner a cargar el celular y subí, entramos al baño y cerramos la puerta con seguro.

Cuando me di la vuelta Joshuad empezó a besarme.

—Espera, ¿Donde estuviste esta tarde?

—Estaba resolviendo unos asuntos de la universidad.

—Le pregunté a tu madre y me dijo que no sabía dónde estabas.

—Tal vez se le olvidó...anda linda te extrañé déjame besarte.

—Últimamente solo te estoy viendo en las noches y ni puedo verte bien.

—Te prometo que pasaremos más tiempo juntos.

—Pronto entraras a la universidad y tenemos que aprovechar el tiempo—Joshuad me tomó de la cintura y empezó a besar mi cuello, mis hombros deslizó su mano por debajo de mi suéter, apretando mis pechos.

—Joshuad —dijo en un suspiro.

—ssshhh nos pueden oír.

Nos quitamos de la puerta y nos pegamos de la pared que está en frente del lavamanos, Joshuad seguía besándome desenfrenadamente, sacó su mano de debajo de mi suéter y las puso en mis piernas subiendo lentamente por debajo de mi falda, bajando de un tirón mis bragas haciéndola caer al suelo.

Levantó mis piernas haciendo que yo la enredara en su cintura con la espalda apoyada de la pared, al hacerlo sentí de lleno su miembro y eso hizo que soltara un gemido involuntariamente. Enredé mis manos en su cabello y jalé su cabeza hacia atrás, introduciendo mi lengua en su boca, se tambaleo un momento pero sentí el impacto de la espalda con la pared de nuevo, apretó mi trasero con sus manos haciendo soltar otro gemido, me quité el suéter y lo lancé a la bañera, desabrochó mi sostén y chupó mis pezones, tuve que morder mi labio inferior para no gemir tan fuerte.

La presión de su miembro contra mi centro y los pequeños movimientos que hacía para mantenernos en pie, me estaba provocando mucho placer y desesperación.

—Hazme tuya Joshuad, te deseo.

— ¿Qué dijiste hermanita?

—Hazme tuya.

Joshuad me llevó a la esquina que estaba entre la bañera y el toallero, sacó un condón de su bolsillo, se bajó los pantalones y se lo puso, se acercó a mí y cogió una de mis piernas y hizo que la envolviera en su cintura, puse una mano en su hombro y con la otra agarré fuerte el toallero antes de que Joshuad me penetrara, clavé mis uñas en su hombro, mientras me retorcía de placer, agarré su poloche y pequeños gemidos salían de mi boca.

—Joshuad—gemí, junto antes de llegar al clímax.

Fui relajándome lentamente y apoyé mi cabeza en su hombro.

Apenas si me salía la voz—No puedo creer que nuestros padres estén abajo.

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Después de recuperar las horas sin vernos, Joshuad bajó para seguir viendo la película con nuestros padres, yo aproveché y me di una ducha para tener la escusa de cambio de ropa, repentino.