Prólogo

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Abrí lentamente los ojos, no sé dónde estoy, ni quién soy. Despierto en una especie de camilla de un hospital, junto a mí hay una mesa una especie de mesa de noche. Hay un florero con unas margaritas y una rosa en medio, es blanca. No recuerdo nada, sólo veo mi cuerpo. Veo mis pies, están perfectos solo que con una pedicura demasiado horrible. Siento mi cabello en mis hombros, mis manos están junto a mí torso, no siento frío ni calor estoy a temperatura ambiente, siento que aquella agua transparente en la que estoy conectada. Escuchó lentamente mi palpitar en la máquina. Veo al frente hay una bandeja con comida un yogurt, un vaso con agua y una especie de arroz con carne.

¿Qué demonios estoy haciendo en un hospital?

Mi mente no pensaba en otra cosa no quería comer no creas verdad solamente quería saber ¿cómo es que había llegado aquí? ¿quién soy? ¿cómo me llamó? alguna de esas preguntas o más no tenía ni idea de nada.

Escucho que la puerta del cuarto empieza a abrirse no sé quién entra, pero al hacerlo veo a una persona con bata. Supongo que ha de ser el doctor escucho que pasa frente a mí.

—Señorita— dijo —¿podría darme su nombre?

—No lo sé,— dije y era cierto — no sé quién soy, no sé cómo me llamó, ni siquiera sé cómo es mi cara— reí —sólamente sé que desperté aquí.

—Justo lo que me temía— dijo —pasa señor Frost.

Un chico abre la puerta y pasó, era peliblanco alto a distinción no sabías de sus ojos son azul celeste o azul rey. Entró a la habitación y se dirigió corriendo a mí, me tomó mi mano izquierda, no sabía quién era, ni porque lo hacía, pero era demasiado extraño saber que tienes a un desconocido tomando tu mano, no es nada normal.

—Elsa,— dijo el chico —soy yo, Jack, Jack Frost.

Alejé bruscamente mi mano de él, creo que seguramente sería alguien que me conoce, pero que yo no reconozco.

—Señor Frost— dijo el doctor — creo que será algo difícil entender esta situación para ella, pero déjeme explicarle. Señorita. Usted tiene un severo caso de amnesia. El cual consiste en que un accidente o algún golpe y no recuerde absolutamente nada, pero la gran ventaja que es de que usted puede recuperar la memoria poco a poco aunque no sabemos en cuanto tiempo. Afortunadamente lo noté, el señor Frost cuidará de usted mientras que usted pueda recuperar su memoria y más adelante veremos cómo prosigue.

Mientras No Recuerdes || versión JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora