Mélodie de larmes (Vampireverse)

Capítulo 1º (página 14)

Encre.- ¡Cedric, Palestino ya está listo el desayuno!- el gritó de nuestro joven pintor fue escuchado por los dos niños esqueletos que se encontraban en la planta de arriba, que a los pocos segundos bajaron contentos hasta el comedor.

Cedric y Palestino.- ¡Bună dimineața domnul Encre!- dijeron al mismo tiempo los dos niños felices de ver a nuestro pintor, éste les devolvió el saludo igual de contento, y después de notar que sus desayunos se encontraban en la mesa se sentaron junto a Encre para empezar a nutrirse para el comienzo de ese nuevo día que los tenía emocionados por algún motivo, tenía la certeza de que algo importante pasaría hoy.

Los tres esqueletos tuvieron un animado desayuno disfrutando la compañía de ellos mismos, teniendo una agradable plática, pero claro que ese momento no mucho más tiempo, ya que hoy era el día en donde Encre tenía que hacer un pedido... un retrato de un humano, y la hora citada era a las 7. 30 a.m, justo ahora son las 7:03 a.m, lo que significaba que debía de darse prisa sí no quería dar una mala impresión con su impuntualidad como en ocasiones anteriores; así que se fue junto a los niños esqueletos a lavarse los dientes y al ya estar presentables salieron juntos hacia la dirección que le había dado aquel humano que tenía la finta de ser muy impaciente.

Palestino.- Señor Encre será bueno que lo acompañemos hasta en donde va a pintar el retrato.- habló el esqueleto ojos de estrella con una gran bufanda cubriendo su boca rompiendo el silencio que se había formado en el transcurso del camino.-, no creé usted Señor Encre que le vamos a generar una inconveniencia al humano.- esta vez dijo preocupado mirando a los "ojos" al joven pintor.

Encre.- No lo sé, pero sí ese fuera el caso; ¿Qué van a hacer ustedes?- dudoso dijo Encre hacia los niños preguntándose qué hacer ante ese pequeña incumbencia que no había pensado antes.

Cedric.- ¡No se preocupe Señor Encre!, nosotros podemos ir a la plaza a jugar un rato mientras usted pinta ese retrato.- dice animado el esqueleto que se cubre con una capa oscura con una sonrisa que apenas pudo distinguir su hermano Palestino quien estaba de acuerdo con él.

Encre.- Está bien mis niños, les daré unas monedas por sí quieren comprarse algo.- mencionó el pintor con cariño-, no salgan del pueblo por favor, es peligroso y lo saben bien, y también procuren portarse bien, no hagan ninguna travesura y no se metan en problemas, ¿entendido?- aquella actitud tan sobre protectora le trajo un breve recuerdo de algo... pero no sabía de que se trataba, un ligero dolor de cabeza surgió en él muy parecidos a los que anteriormente había tenido.

Palestino y Cedric.- ¡Entendido, no tiene de que preocuparse Señor Encre!¡Estaremos bien y no nos meteremos en problemas!- respondieron contentos y con unas sonrisas traviesas los pequeños esqueletos ante lo dicho del pintor y con un conmovedor abrazo se despidieron y siguieron distintos caminos.

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Un joven misterioso se encontraba caminando en el bosque frondoso algo apresurado y hablando consigo mismo.

¿? .- Hahaha, me salí con la mía, el señor ******* no podrá encontrarme nunca, porque sé que él ni siquiera intentará buscarme bien, y tengo mucho tiempo para explorar sin que sospechen de mi ausencia... hehehe ¡soy todo un pillo!- se dijo así mismo un chico misterioso riendo por lo que se había animado a hacer, ya que lo que estaba haciendo no lo tenía permitido. Vaya valentía o estupidez tenía ese niño al desobedecer unas de las reglas más importantes que su padre la había dado a él y a sus empleados que lo cuidaban, seguramente si lo llegase a saber su padre generaría muchos problemas innecesarios para todos.. y sólo por un capricho.