Por Mamoru

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Despues de mucho tiempo les traigo un nuevo capítulo.

Advierto que hay un poquito de Lemon BokuAka... 😘

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Akaashi se encontraba en la cocina preparando el desayuno de esa mañana mientras que Bokuto se terminaba de arreglar para ir a trabajar por su parte,  Koshi también se estaba arreglando pues ese día tenía una entrevista en la misma empresa en la que trabajaba Kotaro, el doncel menor ya había pasado su dieta* y podría empezar a trabajar sin ningún problema,  la pareja de esposos lo habían tratado de persuadir para que descansara un poco más y pasará tiempo con Mamoru, lo convencieron por un mes más, pero después le había entrado una especie de desespero al sentirse un poco inútil aparte de eso,  Koshi se había mudado de su pequeño apartamento a la gran casa del de cabellos bicolores y pues no se sentía cómodo al verse sin apoyar a los otros dos.

-!Ya está, bajen por favor!  - Gritó Keiji desde la cocina y sonrió al ver a Mamoru, ya de casi cuatro meses, jugar dentro del corral.

Las pisadas de apuro se escucharon por todas partes y en menos de 5 minutos, Kotaro y Koshi ya estaban sentados en la mesa. - huele delicioso. - dijo sonriente el más alto de todos.  

-Está delicioso. - confirmó el pelinegro dejando los platos frente a sus comensales.  

Akaashi se sentó y observó cómo su pareja y su amigo disfrutaban de la comida.  - Mamoru ya tomó su mamila. - dijo.

Koshi hizo una pequeña reverencia y observó a su hijo. - Muchas gracias, Akaashi-san. Si paso el día de hoy podré pagarle a Mamoru un jardín y no se tendrá que preocupar. - informó al mayor

-No lo digas de esa manera, no es como si lo cuidara todos los días. - le regañó suavemente. Koshi se sonrojó de la vergüenza.

-Lo... Lo siento. - se disculpó el menor, todavía le costaba aceptar ayuda y de vez en cuando soltaba comentarios como aquellos para que luego Akaashi siempre le regañara como una madre.  

Akaashi empezó a comer de manera lenta, no quería que le dieran nauseas pues estas le daban por cualquier cosa, ese día quiera comer sin botar todo.  Podía sentir la mirada de preocupación de Koshi y Kotaro encima de él, ellos le habían visto muy mal por los malestares y su querido búho le había acompañado en todo momento, incluso en las madrugadas en las cuales las ganas de vomitar eran mayores.  -Estoy bien, no me siento mal. - dijo sin mirarlos.

-¿Me llamarás si te sientes mal? - preguntó Bokuto.  

-Claro. - respondió Keiji de manera simple. Si llamaría a Kotaro si se presentará alguna emergencia, pero no solo por tener náuseas, sabía que Bokuto sería capaz de salir corriendo del trabajo, eso podría causarle problemas a la compañía y disgustos con su padre.

Pronto terminaron de desayunar, Koshi se acercó al corral de su pequeño y le levantó. – Pórtate bien cariño. – le dijo a Mamoru mientras besaba sus cachetes, el niño por su parte solo observaba a su madre con una sonrisa y curiosidad. Nuevamente Koshi lo besó para luego dejarlo recostado, cogió su maletín, se dirigió a la salida, se detuvo y se devolvió solo se asomó, con cuidado de no ser descubierto. En la entrada estaba Akaashi y Bokuto, ambos se estaban besando suavemente, el más alto sostenía el mentón de su pareja, para que sus labios se unieran sin ningún problema. Luego de unos segundos más se separaron, Kotaro sonrió contento y Keiji un poco sonrojado. – Me iré, nos vemos en la tarde. -  dijo Kotaro en un susurró.

Me cuesta olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora