El Reencuentro

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La penumbra de la más cruel de las derrotas adornaba el desolador escenario que aún olía a sangre y muerte, la pena que invadía a todos era una fuerte carga en el ambiente, la desconsoladora situación de la duda solo escondía el dolor que sintieron aquellos héroes al haber fallado, al ver a sus compañeros y amigos desaparecer ante sus ojos, al saberse responsables de la perdición de medio universo.
El Capitán no sabía cuánto tiempo había pasado desde que se dejó caer pesadamente en el suelo de rodillas donde vio desvanecerse a su mejor amigo, con la mano sobre el polvo en el cual se convirtió, aquella escena se repetía una y otra vez en su mente, torturando sus recuerdos por haberlo perdido una vez más. No había lágrimas ni palabra alguna, solo un silencioso pesar del que nadie se atrevió a sacarlo.
Los sobrevivientes, aún consternados se ayudaban los unos a los otros, evaluando daños y la situación en la que estaban, el silencio sepulcral fue roto por los motores de una extraña nave aterrizando en el lugar, solo entonces Steve Rogers levantó la vista para encontrarse con dos figuras saliendo de ella, pese a lo llamativo que era voltear la mirada a la mujer de piel azulada y partes metálicas, el súper soldado no pudo apartar su mirar del castaño.

Tony Stark cargaba con su propio luto sobre la espalda, en todo el viaje de regreso a la tierra no había dejado de ver la imagen del joven arácnido desvaneciéndose entre sus brazos, rebobinándose en su cabeza sus últimas palabras, la pérdida de aquel niño que quería como a un aprendiz e incluso de una manera casi paternal le causaba un ardiente dolor en su interior mientras la culpa le carcomía por dentro, a pesar de saber que no podría evitar su desaparición se sentía responsable por involucrarlo.
Pese a esto no se permitió soltar lágrimas, no aún en presencia de los demás, no les permitiría verles débil, derrotado.
Sin embargo en cuanto llegó a Wakanda en busca de los vengadores, todas sus defensas se derrumbaron ante la imagen del derrotado capitán que se había quedado estático a la distancia.
En el momento justo en que los azulados ojos se cruzaron con la mirada miel, todo lo demás al rededor desapreció para ambos, el rubio se incorporó aún con sorpresa y avanzó a paso lento, el genio se movió entre la gente ignorando por completo la presencia de sus compañeros de equipo, por unos segundos en su mente no había más que la imagen de Steve, lucia perdido como un cachorro, podía notar el dolor ajeno, aquel aspecto le hacía lucir de una manera distinta, pese a la nueva barba y la desaparición de la estrella en el pecho que solía adornar su uniforme en antaño, al ver el azul de sus ojos supo que era el mismo, tan claros como el cielo, tan profundos como el océano, seguían trasmitiendo esa bondad y valentía que caracterizaban al hijo de America.

El Capitán por su parte centró toda su atención en el filántropo, evaluando a la distancia sus posibles daños físicos, tenía múltiples heridas en el cuerpo y lucía desastrosos estragos de una pelea, pero le tranquilizaba no notar algún daño preocupante, por un efímero momento, el dulce miel de su mirada le hizo recuperar un poco de tranquilidad en su interior al saber que había sobrevivido, le ayudó a recobrar el rumbo dentro del mar de desolación en el cual naufragaba, aquello se derrumbó cuando notó el dolor que cargaban esos ojos avellana, sabía que el dueño de Industrias Stark no le dejaría ver su pesar a nadie por voluntad, pero Rogers le conocía lo suficiente para saber que estaba atravesando un martirio al igual que él y entonces la culpa le abofeteó en la cara, se detuvo en seco a escasos metros del castaño, recordando la última vez que se vieron. Ser considerado un criminal por la patria que había defendido con su vida no era lo peor del asunto, tampoco lo era perder a su equipo o apartarse de sus amigos, lo que más arrepentimiento causaba en el soldado era haber herido a Tony, porque pese a sus choques y peleas, sabía que él no merecía aquello, ambos actuaban de acuerdo a sus ideales y era una pena no haber coincidido, ahora que le tenia de frente las ganas de abrazarlo eran inmensas, sin embargo se sentía tan culpable que debía reprimirlas, no se sentía con el derecho a tal cosa.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2018 ⏰

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