Inuyasha llega a su casa, su esposa duerme, pero al sentirlo acostarse a su lado se despierta, Kagome le sonríe lejos de saber que su querido esposo es un traicionero, él le devuelve la sonrisa, pero fingida.—Tu madre nos ha invitado a cenar mañana.
—¿Por algo en especial? —pregunta él alejándose los más posible de ella que había estirado la mano hacia él.
Kagome niega con la cabeza y su sonrisa desaparece, en sus ojos se vislumbra la tristeza e Inuyasha trata de no suspirar, sabe lo que está pasando por la cabeza de ella. Cuando sus ojos muestran aquel sentimiento es que está pensando en lo que ha pasado, ella ansía tener un bebé, pero no puede, es estéril. Piensa que lo condena por eso, pero Inuyasha sabe que no es cierto, lo que lo condena es el amor ya muerto, inexistente para ella. Se conocían desde niños, Inuyasha a sus 23 años no conoció a otra mujer que no fuera ella, hasta que Rin se cruzó en su camino un año más tarde.
Kagome se acercó, abrazandolo, quedándose allí hasta dormirse. Inuyasha agradeció que ella no le preguntara —y si adoptamos un bebé— eso lo pondría en un predicamento, se quedó un buen rato despierto pensando, imaginando que le encantaría que no fuera Kagome la que estuviera allí sino Rin. Sintió culpa y con ese remordimiento consiguió conciliar el sueño.
La mañana pasó rápido, entre papeleo y papeleo llegó la tarde, Inuyasha llama por celular a Rin, pero sale la contestadora —fuera de servicio— dice, Inuyasha se extraña y se inquieta, le dan ganas de preguntarle a su hermano por ella, pero sería raro. Intenta calmarse.
La tarde da paso a la noche, Inuyasha regresa a su casa, encuentra a Kagome parada en la puerta de la habitación, está vestida y perfumada, Ella le da un beso en los labios y le sonríe diciéndole que lo espera abajo. No gasta tiempo y se alista él, en pocos minutos está en casa de su madre.
Nada ha cambiado, esta todo igual que siempre, Inuyasha hace que su esposa se siente a su lado y él toma asiento al lado de Izayoi. Hablan de cosas normales hasta que un par de minutos más tarde Sesshomaru llega, los presentes se sorprenden, llega solo.
—¿Dónde está Rin? —pregunta Izayoi, imaginando que tal vez esta enferma —¿Se encuentra bien?
Sesshomaru asiente, sentándose al lado derecho de su madrastra.
—Se marchó, nos divorciamos —confesó como si nada.
—¡¿Qué?!
Todos están sorprendidos ante la noticia, Inuyasha ni siquiera se lo imaginaba.
—Hace meses estábamos haciendo los trámites, no ha sido mi causa ella fue que tomó la decisión.
—¿A dónde fue? —Esta vez Inuyasha no fue capaz de quedarse callado, quería saber e Izayoi lo apoyo repitiendo la pregunta.
Sesshomaru negó, no sabía y tampoco le interesaba.
El sábado llega pronto y Inuyasha espera a Rin en la cabaña, ella jamás llega. Se pasa una mano por la cabeza echando su largo cabello plateado hacia atrás y camina por toda la estancia, por primera vez siente que está perdido, siente un terrible dolor en el pecho, ella se marcho y ni siquiera dijo adiós. La dulce Rin, su amor prohibido, aquella noche fue un adiós no dicho.
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La amante (Inuxrin)
FanfictionInuyasha y Rin llevan una relación a escondidas, ambos se aman, pero hay obstáculos. Obstáculos con los que Rin no quiero luchar. Créditos de la imagen de la portada a su respectivo autor/a. Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi. InuyashaxR...