Studio//Yoonmin//OS

Studio.

Una nueva canción sonaba un poco alto en la habitación. Yoongi se sentía frustrado puesto que no lograba darle el ritmo que tanto quería. La canción debía quedar lista antes de la próxima semana y no lograba avanzar mucho en ella. Quería que fuese un trabajo perfecto, como todas sus canciones anteriores. Soltó un suspiro de cansancio mientras se recargaba en el respaldo de su silla. Se sentía realmente estresado.

Miró el reloj que tenía colgado justo encima de la computadora sólo para darse cuenta de que llevaba más de doce horas encerrado ahí y que no había hecho un gran avance, lo cuál lo estresó todavía más. Se talló el rostro con las manos buscando despejarse un poco. Unos tímidos golpecitos a la puerta llamaron su atención.

Se giró para mirar la puerta de madera cerrada y unos nuevos golpecitos se hicieron presentes.

—¿Se puede?—la voz de su pequeño novio se hizo oír mientras abría lentamente la puerta. Llevaba puesto unos shorts deportivos y una delgada playera blanca. Yoongi asintió cansado mientras se volvía a girar hacia la pantalla de la computadora.—¿Qué tal va eso?—le preguntó Jimin cerrando la puerta mientras se acercaba al mayor y depositaba un plato con fruta picada en la mesa. Yoongi se encogió de hombros.

—No tan bien como me gustaría.

—Llevas más de doce horas aquí encerrado, Yoongi.—le dijo suavemente mientras tomaba asiento en su regazo. El mayor colocó su brazo alrededor de la cinturita del menor casi por instinto.—Necesitas tomar un descanso.—dijo Jimin mientras comenzaba a dar pequeños besos en el cuello de su hyung, quién cerró los ojos al instante dejándose llevar por las sensaciones que los labios de su novio le estaban provocando.—Te exiges demasiado.

—Jiminie...—murmuró el mayor mientras una lucha interna se apoderaba de él. Hacía días que no tocaba a Jimin por estar trabajando en la canción y aquello estaba por fin teniendo consecuencias.—Debo terminar esta canción pronto.

—Déjame quedarme un rato.—pidió Jimin y a continuación comenzó a mover sus caderas de atrás hacia adelante buscando un poco de alivio en el regazo de Yoongi. La acción sólo hizo que la erección del mayor se hiciera más notoria. Su pequeño novio lo había tomado por sorpresa.

—Debo terminar la canción.—repitió Yoongi nada más por decir algo, estaba seguro de que no quería que Jimin parara de moverse.

—Hyu-hyung, por favor.—gimió el menor en cuanto la fricción se hizo placentera.—Lo extraño mucho.—La mano de Yoongi guiaba los movimientos de su pequeño novio, ayudándolo a obtener un poco de placer.—Prometo no hacer mucho ruido.—gimoteó su pequeño novio mientras Yoongi seguía moviendo sus caderas lentamente, torturándolo.

—Creo que puedo tomarme un descanso.—respondió el mayor haciendo que una sonrisa se dibujara en el rostro de su novio. Un gemido salió de sus labios haciendo al menor sonreír.—Jiminie, sé buen chico y baja los pantalones de Hyung ¿sí?—pidió con voz ronca.

El menor asintió mientras a regañadientes se quitó de encima de su Hyung y desabrochó el botón de los pantalones. Yoongi se elevó sólo un poco para permitirle bajar las prendas. El menor tragó duro en cuánto observó la erección de su novio.

—Oh Jimin, eres tan bueno.—murmuró Yoongi mientras observaba a su novio humectar sus labios con su lengua. La imagen por si sola lo tenía en las nubes. Echó la cabeza hacia atrás en cuanto la punta de su miembro entró en contacto con la lengua de Jimin. Aquella boca era lo más parecido al paraíso.

Atrapó un poco de cabello del menor con su mano derecha para ayudarlo a chupar su erección al ritmo que a él le gustaba. Sus caderas se movían lentamente, intentando follar la boca de Jimin sin llegar a lastimarlo. Estaba perdiendo el autocontrol, como siempre le pasaba cuándo tenía intimidad con su precioso novio.

—Ah-ah Jiminie.—gimió el mayor cuando su glande tocó la garganta de su novio.—Tu boquita se siente tan bien.—el cumplido hizo sonreír al menor quién decidió ahuecar las mejillas para darle mayor placer a su Hyung. Cuándo sintió que Yoongi estaba cerca de terminar, dejó de chupar y alzó la mirada. Una expresión tierna se adueñó de su rostro.

—¿Puede Jiminie sentarse sobre Yoongi Hyung?—preguntó el menor con un puchero haciendo que todo el sistema nervioso de Yoongi colapsara.—Jiminie puede hacer que Yoongi Hyung ya no esté tan estresado.

Y la cordura del mayor se perdió completamente cuándo terminó de escuchar la última frase. Deslizó los shorts y boxers de su pequeño mientras éste buscaba mantenerse de pie recargado en la mesa de la computadora. Posteriormente, bajó un poco más su pantalón para poder tener más libertad.

—Vamos Jimin.—dijo Yoongi con la voz más ronca de lo normal mientras tomaba la mano de su tierno novio.—Haz sentir bien a Hyung.

Jimin alcanzó el paquetito color plateado que descansaba sobre el mueble junto a la computadora. Era una ventaja que su novio fuese un desordenado de primera. Abrió el condón con muchísimo cuidado de no rasgarlo y lo colocó sobre el miembro de su Hyung con bastante agilidad y rapidez.

Se apoyó en los hombros de Yoongi mientras se penetraba él mismo, el lubricante del condón hacía todo un poco más sencillo. Ambos dejaron salir gemidos de alivio cuándo se sintieron unidos. Las manos de Yoongi se dirigieron a la playera de Jimin, la cuál quitó para poder tenerlo completamente desnudo. Admiró el cuerpo de su novio y no dudó en besar cada milimetro de piel que había expuesta. Le encantaba su novio.

—Muévete bebé.—pidió el mayor mientras sujetaba a su novio por la cintura.—Hyung quiere ver como te das placer.

El menor comenzó a mover sus caderas hacía delante y hacía atrás despacio, mientras intentaba acostumbrarse a tener el miembro de su novio dentro de él. Realmente lo había extrañado y quería disfrutar del momento lo más que pudiera. Sintió como el mayor embistió dentro de él golpeando aquel manojo de nervios que tanto amaba.

—Hy-hyung.—gimió el menor mientras comenzaba a dar pequeños saltitos para poder ayudar a su novio a obtener el mismo placer que estaba recibiendo. Nunca lo habían hecho en el estudio de Yoongi pero Jimin decidió que ese era su nuevo lugar favorito.—Más, por favor.—pidió mientras el mayor se aferraba a su cintura, tan fuerte que estaba seguro que dejaría marcas en su piel. Sintió como el mayor embestía con fuerza, golpeando en el lugar exacto.

—Ah-Jimin.—gimió el mayor cuándo sintió los labios de su novio succionar la piel que había en la unión de su cuello con su hombro. El menor se aferró a la playera de su hyung mientras intentaba contener su orgasmo. Su miembro se sentía realmente duro sobre su vientre y las sensaciones que Yoongi le estaba dando lo estaban haciendo perder la cordura. No podía pensar con claridad. Le encantaba sentir a Yoongi dentro de él.

—Ayúdeme a terminar Hyung...po-por fav-favor.—rogó Jimin mientras comenzaba a mover sus caderas a las misma velocidad que Yoongi, quién envolvió el miembro de su novio con su mano para comenzar a masturbarlo. Empujó sus caderas para poder seguir con las embestidas. El silencio de la habitación se había llenado con el sonido de sus cuerpos chocando, de la mano de Yoongi acariciando el miembro de Jimin y de los jadeos y gemidos que ambos dejaban escapar de vez en cuando.

Jimin llegó primero al orgasmo, apretando sus paredes para aprisionar el miembro de Yoongi, quién alcanzó el orgasmo segundos después. El menor se recostó brevemente sobre el pecho de su Hyung mientras intentaba normalizar su respiración. Yoongi comenzó a acariciar suavemente la espalda de Jimin para ayudarlo a relajarse un poco.

—Eso estuvo increíble.—exclamó Jimin mientras se enderezaba y ayudaba a Yoongi a salir de él. Sus piernas temblaron un poco pero pudo llegar hasta el sofá que había en la habitación. Se sentó ahí mientras Yoongi limpiaba su miembro con unas toallas húmedas que guardaba en el estudio. Jimin gimió levemente cuándo sintió unas toallas sobre sus muslos. Yoongi lo limpió con demasiada delicadeza para después depositar el condón usado y las toallitas en el cesto de la basura.

—Siempre quise hacerlo aquí.—murmuró Jimin mientras observaba a su Hyung subirse la ropa.—Fue de suerte que estuvieras estresado.

Y Yoongi sonrió.

Su pequeño y hábil novio se había salido con la suya.