La amistad se puede convertir en ¿amor?
La vida de Haruka Nanase y Makoto Tachibana dará un vuelco inesperado a causa de un error, pero... ese error les enseñara la diferencia entre el amor y la amistad.
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Las clases avanzaban con naturalidad, Haruka miraba desde su ventana la incitadora piscina, tan gloriosa como siempre con esos reflejos de luz provocados por el sol, hacía un gran esfuerzo por no correr y hundirse en ella. Con un gran suspiro deseaba que el día llegara a su fin.
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Tachibana tampoco le prestaba atención a la clase, estaba observando a su mejor amigo desde su puesto, Haruka podía ser alguien de pocas expresiones, pero él podía leer por completo la mente de aquel pelinegro, sabía que el más bajo estaba en un debate interno, sonrió para sí pensando en que su amigo no cambiaría nunca.
— ¡Tachibana, Nanase! ¡Pongan atención! —la voz potente del maestro de orientación asusto a ambos muchachos haciéndolos saltar levemente, un sonrojo se asomó en las mejillas del castaño mientras que el de cabello negro volvió a mirar por la ventana.
—Lo siento profesor —se disculpó el castaño mientras sus compañeros reían a lo bajo.
—Como les decía muchachos —el profesor prosiguió con la charla que daba, que por no poner atención el castaño y el pelinegro no entendían nada—, Les haremos pasar unos formularios, lean cuidadosamente y piensen seriamente en la decisión que tomaran... el saber que quieren hacer será la base para su futuro.
El jefe de grupo empezó a entregar los formularios, el pelinegro frunció el ceño, hablar sobre el futuro lo hacía sentir incómodo, le recordaba las ultimas palabras de su abuela "Cuando tienes 10 años eres llamado prodigio. A los 15, te llaman genio. Cuando pasas los 20, eres una persona ordinaria".
A pesar de que no fueron palabras con en mala intención le habían dejado una diferente forma de ver todo lo que se trataba del futuro, él no aspiraba a ser una persona ordinaria, le dolía pensar en el futuro... pensar que al terminar el año todos tendrán planes para su futuro mientras se separan.
No.
Él no quería eso. Rin decía que después de la competencia que se avecinaba seguramente le llegarían solicitudes de reclutamiento. Él no quería pensar sobre la natación como algo obligatorio, no le gustaba pensar en el tiempo o victorias, Haruka quería nadar sin restricciones y sabía perfectamente que aceptar ser nadador profesional tendría que apegarse a las reglas y al régimen de entrenamiento de sus entrenadores y eso era algo que simplemente no estaba dispuesto a aceptar. Seguir reglas seria... dejar de ser libre.
