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Mi nombre es Byun Baekhyun, tengo 20 años recién cumplidos y que por cierto ya me pesan. La mayoría de edad es pesada y a partir de ella en adelante todo se torna mas difícil, créanme, si yo me topo hoy con ese niño que solía ser y ansiaba ser adulto yo le doy un golpe en la cabeza y le digo que no sea estúpido. Quiero volver a ser un bebé que con tan solo llorar me llevaban la comida a la boca, ahora si lloro me llaman cobarde.

Viva la vida.

Resido en la zona Sur de Seúl y mi universidad queda en el lado Norte, es decir, estoy prácticamente hasta el diablo. ¿Y sabes qué significa estar hasta el diablo? Que debo levantarme temprano.

La casa de mis padres queda en el centro de la ciudad, la cual esta mas cerca de mi universidad pero como todo adolescente recién legalizado cometí la tontería de querer independizarme, tuve una pelea con mis padres y me echaron de casa, hoy en día mi berrinche ha sido perdonado pero eso no provocó que me recibieran de nuevo en el techo de su hogar, entonces es así como vivo hasta el diablo y debo levantarme temprano.

La alarma lleva alrededor de un puño de minutos sonando y yo no quiero mover ni un dedo, mis sabanas acariciaban mi piel y la cama se sentía aún mas cómoda, estoy planteándome la idea de faltar hoy.

Hoy es el trabajo grupal de 40 puntos》resonó una voz en mi cabeza. Bufé y golpee mi almohada.

— Maldita conciencia y maldito trabajo — bramé mientras me levantaba.

Puedes quedarte durmiendo y dedicarte a ser el fracaso de la familia

Rodé los ojos. — Cállate — tenía razón. No quería ser un vago y fracasado, supongo que de viejo diré: “Valió la pena abandonar mi sexy cama en aquellos tiempos de universitario y trabajador”.

Me arreglé lo mas rápido que pude, claramente sin vestirme desaliñado, es cierto que ya estaba sobre el tiempo pero tampoco es como para llegar mal vestido.

Me perfumé debidamente y me peiné detalladamente, claro que mi peinado valdría un carajo solo llegar a la universidad e ingresar a mi área.

Tomé las llaves del auto, mi mochila y mi celular con su cargador y me dirigí al parqueo del edificio para subir a mi auto. Saludé amablemente al policía y al conserje antes de ingresar a mi vehículo.

— Ya vas tarde Byun — me dijo Minho, el policía del parqueo.

— Tarde antes que nunca amigo mío — dije para luego ingresar a mi auto y salir del lugar.

Aceleré en varias avenidas, tomé un par de atajos ya que las calles y avenidas principales estaban que vomitaban autos, un tráfico de quizás una media hora o una hora.

Mientras manejaba encendí el reproductor de música, mi USB ya se encontraba conectada así que solo tuve que darle a play y la melodía de Moonlight Sonata de Beethoven comenzó a acariciar mi oídos y a endulzar mi humor. Ese género siempre lograba relajarme. El golpe de cada tecla simplemente me encantaba, era una obra de arte.

Después de un recorrido de treinta minutos o mas finalmente llegué a mi universidad. Aparqué mi auto y baje apresurado, en un minuto exacto sería el ingreso a nuestros salones, debía correr si no quería que el catedrático me dejara afuera durante su clase, siempre he pensado que ese licenciado me odia, pero bueno, en realidad no hay problema ya que el sentimiento es mutuo.

Caminé a paso rápido a lo largo de los pasillos hasta que finalmente llegué a mi salón.

— Hey Baek, ¿se te pegaron las sábanas? — dijo Junmyeon mientras despeinaba mi cabello, ahora saben a que me refería con que mi peinado se iría al carajo.

Unidos por el Destino, Separados por el Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora