07.- BILZ Y PAP

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«Be there... or be square.»

SiCheng soltó una risa suave cuando leyó la última línea del mensaje que JaeHyun le había mandado, en el que le recordaba que estaría con TaeYong durante la tarde para sus clases de coreano con RenJun. Ni siquiera sabía si el muchacho realmente había aceptado, pero confiaba en su amigo y en las conversaciones que este tenía con TaeYong.

—¿Qué es tan gracioso? —Yuta llegó a su lado sosteniendo dos conos de helado y le entregó uno, mirando con curiosidad a SiCheng, que muy pocas veces se entretenía con su celular.

—Un amigo de TaeYong hyung me ayudará con mi coreano y JaeHyun me estaba avisando —respondió luego de enviarle un escueto «Ok» a su amigo y bloquear el celular—. ¿Vendrás conmigo? Los chicos estarán en el departamento de Johnny, creo que irán todos.

Sonrió y lamió el helado, intentando verse lo bastante emocionado como para que el japonés no se negara.

—¿A quiénes se refiere con «todos»?

Se encogió de hombros y fijó la mirada en un grupo de personas evidentemente extranjeras que caminaban sacándose fotografías, completamente fascinadas con el paisaje.

Tener a Nakamoto Yuta de novio no era tan difícil como había pensado, pero tampoco tan fácil como le hubiese gustado.

—No lo sé, solo dijo eso —se llenó la boca de helado, hasta que sintió su lengua dormida y las palabras se le confundieron cuando volvió a hablar, por lo que esperó un par de minutos en silencio y las repitió—. TaeYong, Johnny, el muchacho que vive con él, ¿cuál era su nombre, Makku?

—¿Mark?

—Algo así, se supone que es su amigo el que... no lo conozco realmente.

La mañana era fría y le habría encantado quedarse en casa y abrigado bajo las mantas, pero Yuta había insistido en que salieran a desayunar y acabaron paseando por las calles abarrotadas de gente hasta llegar a una pequeña plaza con máquinas para hacer ejercicio, donde se sentaron a comer helados. A Yuta no le había hecho muy feliz esto último, decía que no quería verlo enfermo, pero de todas las cosas que le podían hacer daño a su salud, SiCheng consideraba el helado lo más inofensivo.

—¿Kun estará ahí?

Se preguntó si Yuta era consciente de la forma casi animal en que solía decir aquel nombre, como si incluso pronunciarlo le resultara molesto.

—Lo dudo, él tiene sus propios asuntos que atender.

Según las palabras de JaeHyun el día anterior, los chicos querían hacer algo más que verlo practicar el idioma, pero no se molestaría entregando información de más, para eso debía llevar a Yuta con él y demostrarle que todo ocurría sin que él interfiriera.

—¿Por qué no te agrada mi hermano? —soltó de golpe luego de unos minutos de silencio, encontrándose con un desprevenido Yuta que comenzó a toser con violencia—. ¿Te sientes bien?

—Sí, yo... estoy bien —a pesar del frío, Yuta se abanicó la cara con la mano, estaba sonrojado y sus ojos brillaban por lágrimas no derramadas, provocándole gracia a SiCheng, que solo le golpeaba la espalda para que pudiera respirar con normalidad—. No es que —tosió—, no es que me desagrade, solo... no logramos congeniar.

—A Kun ge le cuesta hacer amigos —susurró con un tono conciliador, sin dejar de acariciar la espalda del mayor—, pero eso no significa que sea malo, por el contrario.

—Por eso TaeYong es tan cercano a él.

—¿Y no confías en el criterio de tu propio amigo?

—¿Realmente es importante para ti cómo es nuestra relación, que nos llevemos tan bien?

Rappelle toi que je vis [WinKun/KunWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora