《11》

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Kyle's POV.

Hoy me tocaba la guardia. Desde el incidente con los vampiros multiplicamos la "seguridad". Anoche fue turno de Lauren y bueno, al parecer no le fue muy bien. Está muy rara. No quiso hablarnos del tema, sólo repetía que no la dejaramos sola. En fin, estaba guardando todo lo necesario en una pequeña mochila cuando abrieron la puerta de nuestra habitación. Era Vero.

-Hola Kyle -saludó.

-Hey -dije. Abroché las cintas de mis botas- ¿Qué tal va todo?

-Bien -me sonreía-. ¿Qué tal vas tú?

-Igual -respondí-. Ya sabes. Vampiros. Cazar y matarlos.

-Ya veo -se sentó a mi lado-. ¿Te importa si me uno a ti hoy?

-Por supuesto. Me agrada la idea -sonreí-. Entre más seamos mejor.

-Iré por mis cosas -un poco torpe se puso de pie. Asentí con la cabeza-. Bu-bueno -chocó contra un pequeño mueble-. Qué torpe soy. Amm, te veo un rato. 

Me colgué la mochila sobre el hombro. Eché la caja de cigarrillos en mi bolsillo al igual que los fósforos. Lauren y Liz terminaron quedándose dormidas. Les eché un ojo una última vez y salí.
El frío comenzaba a sentirse. Eran cerca de las once de la noche. Había luna llena y las nubes en ocasiones ayudaban a ocultarla. Cuando eso pasaba el bosque quedaba en completa oscuridad.

Saqué mi linterna. Estaba llegando al patio trasero cuando escuché unos pasos. Me oculté detrás de un contenedor de basura. Una figura enorme salió desde adentro de la casa. Lo peor de todo es que no tenía forma de humano, parecía un enorme animal. Se alejó camino al bosque. Intenté seguirlo, pero no me iría sin Vero, sólo por precaución...

Me quedé viendo el mismo lugar durante no sé cuánto tiempo hasta que me llegaron por la espalda tocando mis costillas. Pegué un brinco.

-¡Booo! -se echó a reír- Deberías de ver tu cara. Eres todo un poema.

-Muy graciosa, Vero -rodé los ojos-. ¿Por qué tardaste tanto?

-¿Por qué? -se acercó dejándome sin espacio personal. Lo estaba tomando una costumbre- ¿Me extrañaste? 

-No -tragué saliva-. Sólo que vi algo.

Se alejó. Preguntó qué fue exactamente. Señalé el sitio por donde aquella criatura había ido. Ella se quedó justamente como yo.
Comenzamos a dar vueltas por la casa. No había señales de algo peligroso o alguien... desde los arbustos tenía la impresión de ver una especie de ojos observándonos, sin embargo no le presté mucha atención. Iba cubriéndole la espalda a la hermosa chica.

Una vez más aquellos ruidos. Corrimos hasta la entrada del lugar esperando cualquier punto para atacar. Los pasos se hicieron constantes.
Mi linterna iluminaba el sendero, pero no había nada. Una vez más y nada. El orden llegó.

Hasta que...

Una criatura que no puedo describir saltó hacia nosotros.

-¡Kyle! -gritó Vero- ¡Kyle, corre!

Intenté ganar tiempo. Estaba siendo perseguido. La criatura emanaba un sonido parecido a un felino. Por la periferia distinguí una marca en una de sus patas. Tenía forma de rayo y alrededor de él giraban pequeñas estrellas.

Por distraerme mi linterna terminó en el suelo. Perfecto. Ahora iba a oscuras y lo peor de todo es que no sé si había alguien más con lo que sea que me persiga. No me lo perdonaría si algo le pasa a Vero ¿qué diablos le pasa a esta gente? ¿cómo pueden vivir aquí?
De idiota tropecé con una piedra. Caí de cara al suelo. Me quedé quieto. Sentí como pasaba de largo y el aire volvía a mis pulmones. Me levanté del suelo y recargué mi cuerpo en un enorme árbol. Mantenía los ojos abiertos.

Parece que se fue.

Gracias a la caída mi pecho dolía. Mi pantalón se rasgó de las rodillas y a mi chaqueta le entró tierra.

-¡Kyle! -intenté correr- ¡Kyle! ¿Estás bien?

-¡Sí! -grité- Aunque me duele mucho -susurré más para mí.

-¿En dónde estás?

Con un poco de ayuda logré mantenerme de pie. Gracias por existir árboles.

Kyle, por Dios -se acercó. Me envolvió en un abrazo- ¿Estás bien?

-Sí. Descuida -me quejé-. Sólo fue un pequeño golpe.

-Mejor vámonos -pasó mi brazo detrás de su cabeza-. No quiero que esa cosa vuelva.

Caminamos a duras penas. Era lógico que mi cuerpo pesaba más a comparación de ella. Descansamos en cierto momento. Me senté sobre una roca.

¿Crees que esa cosa fue la que vio Lauren?

-No lo sé -dije-. Pudo haber sido algo más.

-¿Tan mal estaba?

-No tienes idea... nunca la vi tan asustada -me quité los guantes-. Temblaba mucho y... y su articulación de palabras estaba fatal.

-Lo siento -me encogí de hombros.

-Supongo que ahora tengo que cuidarla más.

-Eres muy unido a ellas.

-Son lo único que tengo -ella me pasó un curita y lo puse sobre mi corte en la mano-. Sin ellas yo no estaría aquí.

-Eres muy valiente, Kyle -soltó mientras vi como su mirada estaba un poco perdida-. Defiendes lo que importa...

-Tú igual lo eres -acaricié su brazo. Ella negó.

-Yo soy una basura -su voz se cortó-. Disculpa... no-no es mi intención que sientas lástima.

-¿Qué dices? -dije sorprendido- Yo nunca te tendría lástima -tomé sus manos. Ella me vio directo a los ojos, levanté su barbilla-. Nunca pienses que te tengo lástima ¿ok? Eres muy valiente.

-Sigo siendo un asco -intentó reír.

-No lo eres.

Verónica era hermosa. Me atrevo a decir que más hermosa que Camila. Ella era valiente, pura, amable y se preocupaba por mí. En Camila vi a una chica linda, pero no se preocupa por los demás o al menos no que yo lo haya visto. Verónica es mi tipo de chica ideal. La chica que quiero para esposa y madre de mis hijos... ¿es estúpido que me haya encantado con alguien en tan sólo días? Debo de estar loco.

Sacudí mi cabeza saliendo de mis pensamientos.

-¿Estás bien? -preguntó.

-S-sí, descuida -le sonreí y ella me devolvió la sonrisa-. Gracias por-por ayudarme.

-No es nada...

Si continuaba mirándola justo como lo hacía creo que terminaría jodidamente loco así que tomé la decisión de levantarme. Ella lo hizo junto a mí y comencé a caminar hasta llegar de nuevo a la enorme mansión. Ninguno dijo nada más hasta que subimos de nuevo para intentar dormir. Estaba amaneciendo ya. La dejé en su habitación.

-Te veo mañana -me dijo-. Bueno, en un rato, quiero decir nos vemos en unas horas.

-Gracias -dije otra vez.

-¿Por qué? -respondió curiosa.

-Por ser la chica que llegó para salvar mi vida -carraspeé mientras vi como levantaba la comisura de sus labios-. Bu-buenas noches, Vero.

-Hasta un rato, Kyle.

Entré a mi habitación. Me tiré sobre la cama y caí rendido con una sonrisa que no me cabía en el rostro. Verónica sería mi perdición.

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N/A: Qué hermoso, qué bello :')
El siguiente capítulo considero que será uno de los mejores que he escrito.

Que tengan un buen fin de semana ♡


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