Su nombre era Alaif Célif... y su pecado era ser palestina.
Tenia 12 años, vivia en Gaza, Palestina, y estaba en medio de la guerra con Israel, vivia con sus padres y un hermano.
Tal vez tu esta mañana te levantaste un poco mas tarde de lo normal, habrás dormido en tu esplendida cama con tus muy cómodos almohadones y al levantarte tu madre ya te tendría preparado el delicioso desayuno y al terminar muy satisfecho te irías al cuarto de la televisión a ver unos estúpidos programas matutinos, pues eso fue lo que me paso a mi, no solo esta mañana si no todas las anteriores.
Mi profesión es ser fotógrafo, egresado de la escuela de bellas Artes en México D.F, amo mi profesión pero la verdad es que no me da ni para comer, así que la combinó con un puesto de empanadas enfrente de mi casa, tengo una improvisada caseta al aire libre donde coloco pequeñas fotografías que he tomado y otras muchas hechas por fotógrafos que algún día han llegado a inspirarme.
Cuando conocí a Alaif fue algo así como una coincidencia, no pensaba viajar a medio oriente, la verdad nunca lo había pensado pero se me presento una buena oportunidad de viajar a tomar fotografías del conflicto a cambio de algo de dinero, la verdad no era mucho, pero lo necesitaba con urgencia, necesitaba pagar la renta y pagar algunas cuentas atrasadas.
Lo que sabia del conflicto de Israel con Palestina era lo básico, lo que la mayoría de las personas saben, sabia que era un conflicto que llevaba mucho tiempo sin resolverse y que Israel era quien estaba atacando a Palestina, pero nunca me había puesto a pensar en el, sinceramente me daba igual y en ese momento lo único que me interesaba era conseguir buenas fotos para poder reclamar el dinero...
Cuando llegue me di cuenta que todo era muy diferente a donde vivía, allá aunque había inseguridad y era normal que debes en cuando te robaran y te quitaran tus pertenencias, no era necesario preocuparte porque una bomba te fuera a caer en la cabeza, me hospede en un pequeño hotel a las afueras de Gaza y planeaba esa misma tarde tomar mi cámara y empezar a tomar las mejores fotografías que pudiera. Allí me encontré con un genocidio...Mujeres corriendo con sus hijos heridos en brazos, personas mutiladas por todas partes, cohetes israelíes cayendo cada tanto, no solo daba lastima Palestina, daba impotencia pensar que miles de niños e inocentes están muriendo y yo no podía hacer nada.
Mientras tomaba las fotografías al lado mio de repente vi una niña con lágrimas en sus ojos, llevaba una túnica envolviendo su rostro, me dijo que su nombre era Alaif Célif, aunque me impresiono el saber que hablaba español, solo me limite a preguntarle el que hacia allí, y me respondió que venia de la escuela (una pequeña carpa improvisada para no mas de 5 niños que tenían que caminar un par de kilómetros cada día para llegar allí.)
-¿Como un pueblo que ha sufrido tanto puede hacer sufrir a otro?- se preguntaba ella, luego hubo una larga pausa y por ultimo me ofreció ir a su casa descansar un poco y a comer algo. Cuando llegamos conocí a su madre y su hermano no les entendía nada de lo que hablaban pero lograba comprender algunas de sus señas y de lo que me traducía Alaif, aun así estas personas fueron muy cordiales, estuve allí tal vez un poco mas de media hora.
Solo tenia un día mas para tomar la foto perfecta, había tomado muchas mas pero ninguna mostraba la verdadera realidad que estaba viviendo Palestina en ese momento; a lo lejos logre divisar unos soldados israelíes de no mas de dieciocho años atacando a una niña palestina, la golpeaban con sus fusiles mientras la llamaban terrorista (ya conocía la traducción de esa palabra, se la había escuchado decir muchas veces a los soldados israelíes) la golpeaban tan fuerte que la sangre ya le corría por toda la cara mientras la niña se aferraba con todas sus fuerzas a una vieja muñeca de trapo y gemía del dolor tan grande que le producían los golpes; yo estaba a tal vez unos 5 metros y era la oportunidad perfecta, era el momento perfecto para tomar la fotografía que me llevaría a la cima, mi corazón me decía que fuera en su ayuda pero no podía, así que solo agarre mi cámara y tome esa fotografía.
Esa fotografía de la niña siendo golpeada por los soldados mientras su sangre corría y salpicaba por todas partes me llevo al éxito, ahora es portada de muchas revistas y ha ganado varios premios, ahora mismo estoy en la entrega de un reconocimiento por la mejor fotografía del año y la recuerdo a ella, a Alaif siendo golpeada hasta morir, en ella vi morir el futuro de un país, ella soñaba con la paz, ella reclamaba...ella reclamaba sus derechos humanos y por eso murió.
"Estos niños no necesitan ser mantenidos económicamente, no necesitan ropa nueva, y ni siquiera juguetes, no necesitan una hamburguesa, no necesitan sillas para sus escuelas, y no necesitan una bola para jugar. Ellos lo que piden es parar el sufrimiento que han tenido por sesenta años y todavía persiste. Mientras tu estas en tu cómoda casa leyendo esto, allá afuera a una nación que esta siendo extinguida, hay gente muriendo y mucha otra siendo expulsada de sus hogares, sin que a nadie le importe"
Veo como la fotografía sale en una pantalla gigante enfrente mio y todos la aplauden, no soy capaz de resistirlo y salgo de sala a romper en llanto.
PALESTINA LIBRE.
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La historia de Alaif
HorrorTestimonio de una niña palestino en medio de la guerra contra Israel.