El argentino y la cultura de la vagancia

Parte 1 Sin Título

"El argentino y la cultura de la vagancia."*

¿Qué es lo que nos define cómo argentino? Si cada cultura construye una identidad nacional ¿Cuál sería la cultura argentina? Voy a tratar de responder a estás preguntas que he manifestado.

Estás preguntas quedaron dando vuelta en mi cabeza cuando durante una clase, un compañero de nacionalidad peruana nos contaba como nos veía a los argentinos, y que nos diferenciaba de las personas de su país. Comenzó su relato explicando que hacía nueve años que vivé en Argentina, su primer empleo fue en un supermercado, un tiempo después logró entrar en una empresa que se encargaba de hacer la limpieza en los Tribunales Federales de La Plata, y que a él, le llamó la atención ver que las distintas personas que allí trabajaban hacían pausas en sus trabajos para salir a fumar, a charlar, entre otras cosas. Y dijo algo que me pareció muy gracioso al principio, que en Perú si una persona tiene que trabajar ocho horas, ni siquiera se detiene a respirar en esas ocho horas. Esto sumado a comentarios de varios extranjeros a los que conozco, que dicen que a los argentinos no les gusta trabajar.

Entonces hay en el argentino una cultura de la vagancia, o algo que lo predispone al menor arrojo. Es totalmente cierto que muchos argentinos tendemos a no esforzarnos tanto, y que nos cansarnos fácilmente. Nos gustan las cosas fáciles y sin el menor gasto de energía. Es algo que se puede ver en cualquier tipo de profesión o trabajo. Quienes tuvimos que hacernos atender en hospitales públicos y tuvimos que sacar turno a las seis y media de la mañana, poco nos sorprende que los médicos lleguen después de las ocho de la mañana con suerte. Que los bancos abren a las diez de la mañana y cierren sus puertas a las tres de la tarde, además sabemos que si vas al mediodía van a tardar en atenderte porque están almorzando. Que no vamos a trabajar o a estudiar cuando llueve, que los trabajadores de las cooperativas estén sentados tomando maté en vez de hacer sus labores es algo común; los diputados que disfrutan de sus dietas, pero faltan a todas las sesiones. Los panaderos que no trabajan el día lunes, los policías que están mirando sus celulares constantemente. Y porqué no también los docentes que sacan licencias y hacen un mal uso de las mismas. No nos gusta levantarnos temprano, tampoco los días lunes, y muchos menos esperar largas colas, queremos todo ya. Y como estos hay muchos casos que todos conocemos.

Por lo tanto el rasgo más destacado que tenemos los argentinos no es el fútbol, ni nuestros asados, ni el dulce de leche, ni el maté, tampoco el tango. Es nuestra "viveza criolla", una especie de apología al menor esfuerzo posible, a conseguir las cosas de la manera más fácil. Y creo que eso es lo que define nuestra identidad nacional, y que termina creando una cultura de la vagancia a la que estamos acostumbrados como Nación.

Rivarola, Emiliano. Estudiante del profesorado de lengua y literatura. ISFD y T N° 9.