[Advertencias; omegaverse AU.
Kirishima y Bakugo son héroes profesionales.]
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[3 de Octubre, 2018]
Los gritos se hacían cada vez fuertes, balizas de ambulancias y policiales iluminaban aquel lugar.
Estupefacto se hizo paso entre la multitud, ignorando las órdenes de los policías quienes intentaban contener la barrera para que no hubieran más heridos en aquella escena.
Pero su mente estaba nublada.
Lo único que veía era a él.
Sus piernas corrieron lo suficientemente rápido como para llegar en un abrir y cerrar de ojos a la escena del crimen.
Allí estaba; rodeado por un charco de líquido carmesí, su máscara a mitad de rostro y los guanteletes totalmente destrozados.
Red riot se arrodilla frente a un Explodo Killer ya inerte, lo toma entre sus brazos haciendo caso omiso a los gritos de los demás héroes profesionales, intenta despertarlo sacudiéndolo desde su posición.
No reacciona.
Kirishima está al borde del colapso.
Esto no hubiese sucedido si Bakugo le hiciese caso al menos una sola vez.
《-Te digo que deberías esperar a que lleguen los refuerzos, no podemos entrar allí, ese villano es muy fuerte.
-y una mierda, si quieres tú ve y espéralos, yo me voy a adelantar.
-¡Bakugo! .- y Explodo Killer ya se había esfumado, haciendo una leve capa de humo por sus explosiones.》
Ahora lo único que hacía era llorar, gritar y sacudir al cadáver de su amante, habían tantas cosas que nunca pudo decirle ni hacer junto a él.
Formar una familia, por ejemplo.
Su alma se le escapó del cuerpo al percibir que los policías lo jalaban del lugar para recoger el cuerpo de Bakugo, lo estaban separando de su amado, no lo dejarían seguir junto a él.
Una última lágrima zurcó su mejilla cuando vió que metían a Katsuki a una bolsa de plastico negra, la sellaban y la metían en una ambulancia algo extraña.
La mitad de su alma se había ido con él.
[3 de Octubre, 2021]
-Katsuki, ven aquí. -El pelirrojo tomó en brazos al pequeño niño de ojos rojos y pelo rubio lacio, cargándolo a través del cesped. -No debes correr tan lejos de mamá.
-Lo siento, mamá. ¿Ya llegamos? -cuestionó el pequeño, removiéndose inquieto entre los brazos de su progenitor. Kirishima asintió, dejándolo frente a una loza de mármol pulida, se sentó frente a esta y tomó la mano de su pequeño.
-Saluda a tu padre, cariño. -Murmuró el pelirrojo, con un fuerte nudo en su garganta, el niño miró la loza y la foto a un costado con detenimiento, poniendo la mano sobre el rostro impreso.
-Hola, papi baku -El rubio sonrió, dejando un pequeño montón de flores arrancadas de algún jardín y un poco de césped sobre la placa.- Mamá dijo que hoy era una fecha especial, así que vinimos a traerte flores. -Observó esperando la aprobación del pelirrojo para proseguir.- Mamá está muy feliz, aunque te extraña y aún no bota una máscara negra algo extraña, dice que le recuerda a cuando estabas vivo. Tío Deku tiene una hija cachetona, es igual a tía Urararara...-Frunce su ceño.- Ura..raka -Dice, finalmente.- Y ¡Ya sé contar hasta diez! -Extiende sus palmas frente a la foto, enseñándole todos sus dedos.- Aquí, tengo diez deditos. -El pequeño de ojos carmesí suelta una risita, observa a su padre pelirrojo y le toma la mano.- Mamá kiri quiere hablar contigo, nos vemos, papi Baku -Besa su palma derecha y la apoya en la placa, toma un juguete de Explodo Killer que kirishima guardaba celosamente pero que terminó heredándoselo al pequeño rubio y corre a jugar un poco más lejos.
El pelirrojo suspira, acercándose más a la tumba una vez se asegura que su pequeño estuviese seguro. -Hey, hola cariño... -Murmura, su voz tiembla un poco, respira profundo y acomoda las flores que su pequeño retoño había dejado.- Ya van tres años de.. ese día. -Su voz se quiebra al fin, lágrimas gruesas recorren el rostro de Red Riot, las limpia lo más rápido que puede y muerde su labio un poco, intentando controlarse a sí mismo. - Tres años duros, en los que me ha tocado criar de un bebé, solo.. él me recuerda tanto a ti, tiene tu cabello y tus ojos, es.. hermoso, pero a la vez, me duele tener un reflejo viviente de ti, Izuku, Uraraka, Sero, Denki y los demás me ayudan con él cada vez que mi estabilidad emocional no puede más. -Toma una bocanada de aire, observa al cielo percatándose de que ya estaba oscureciendo.- podría seguir hablando y llorando aquí, pero tenemos un hijo que debo cuidar... y se hace tarde para regresar a la casa -Murmura por lo bajo. Se pone de pie no sin antes besar la foto de Katsuki, la acomoda en su lugar y sacude sus pantalones.- Te amo, Bakugo. Y siempre te voy a amar.
