CAPITULO 22 "Una historia para recordar "

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Como podría sentirse también estar a lado de alguien?, compartir la misma cama para dormir, compartir el mismo deseo de despertar juntos.

Ser lo primero del día que cada uno quiera ver, observar las facciones de aquel rostro que tanto me atraen, solo podría describirlo como una marabilla.

Un pequeño privilegio que la vida me regala; el hecho de sentir tan solo su cercanía, su calor mezclado con el mío mientras me abraza y esos pequeños ronquidos mientra duerme son un regalo digno de atesorar.

Suspiro de felicidad, cual adolescente enamorada ,quien hubiera pensado que la chica nueva busca problemas, ósea yo y el chico popular de la escuela, alias suga terminarían juntos, durmiendo en la misma cama después de pelear y agarrarse a pleitos en la escuela.

Después de las grandes batallas campales entre el señor popular min yoongi y la busca pleitos Nazarena kim.

Es obvio que nada de lo que nos paso podría contarse como posible, después de todo los dos salimos tan lastimados después de tantas mentiras, después de tantos engaños, que lo más lógico sería pensar que a ambos no queríamos vernos la cara en mucho, mucho tiempo.

Pero como el amor es una perra parte del carma, una parte que nos flecho tanto a yoongi como a mi, dejando que cada uno se aferrara al otro.

Sobrepasando límites, venciendo obstáculos, haciendo imposible el que cada uno olvidará al otro.

Como si cada uno de los hilos del destino os quisiera juntos, como si ya estaría escrito en un pergamino el hecho de que somos almas gemelas, de que nuestro destino es terminar juntos.

Amo despertar de esta manera cada día durante las últimas dos semanas, dos semanas en las que ambos nos empeñamos en no separarnos, en sentirnos tan cerca como si más cercanía fuera posible.

No me culpen, tampoco lo culpen a el, es simplemente lo que el amor le hace a uno cuando llega, le hace perder la cabeza por el otro, no hay pensamiento que no se aferra o asocie con la persona amada.

Como dicen, el amor es simplemente una locura, una locura que se debe, que se tiene que disfrutar segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, día a día, mes a mes, año tras año y para toda la eternidad incluso después de la muerte.

Suspiró con una naciente sonrisa dibujandose en mis labios, el amor solo me está convirtiendo en una poeta, en una de esas niñas cursis que tanto deteste algún día, que tanto odie pero que ahora no me afecta en nada.

Yoongi sigue aferrado a mi espalda, tiene ambos brazos sujetandome por la cintura, estrujandome como si de un peluche de algodón se tratara.

Su respiracion toca mi sentido del oído ocasionando que leves temblores corran por mi sistema nervioso.

Llevo apenas diez minutos despierta, disfrutando de su cercanía pero con unas tremendas ganas de observar su rostro, con unas ganas de escapar de sus apresadores brazos para girar y embriagarme mediante lo ojos de el.

Asi que con sumo cuidado, un gran esfuerzo y siendo consciente de su respiración pausada logró sacar sus brazos de mi alrededor.

No pierdo tiempo para girarme sobre mi propio eje aún sobre su brazo extendido debajo de mi cuerpo, pero un pequeño movimiento brusco es lo suficiente para que cuando terminó de girarme, yoongi me apreté hacia su cuerpo con esos dos brazos como tenazas.

Su respiracion y la mía están agitadas, sus labios están apenas a pocos centímetros de distancia de los míos, su nariz y la mía se tocan levemente; pero el aún tiene los ojos cerrados.

Me tomo el tiempo suficiente para admirar su rostro, para glorificar esos bonitos labios rojos que me tientan a devorarlos, que me insitan a probarlos.

DUERMO CON UN IDIOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora