.•°Photographer°•. // .•°KookV°•.

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La alegría reflejada en los ojos de aquel muchacho no tenía precio.

Una sonrisa blanca y cuadrada se formaba a medida que el chico desataba el moño rojo y desenvolvía el papel decorado que cubría la caja del principal regalo, el cual iba a traer una alegría permanente y memorable en la vida del chiquillo que sorprendido y gustoso recibía aquel preciado obsequio.

—¡La cámara que quería!—Exclamó feliz el chico.

Valió la pena cada segundo que esperó por ese presente, que por fin le era dado esa mañana de Navidad.

—Tengo que salir a probarla ahora mismo—Expresó entusiasmado.

Y pues, sin decir mas, el niño tomó su abrigo y se fue a recorrer las calles de la desconocida e inmensa ciudad de Busan, la cual era muy diferente a su lugar natal en Daegu. Pero que aun así, era el lugar perfecto para recorrer y empezar su aventura tomando bellas fotografías.

Con su cámara en mano, y dispuesto a caminar kilómetros para encontrar el escenario perfecto digno de su primera fotografía.

No avanzó mucho antes de divisar a lo lejos una solitaria, fría y oscura plaza. Ignorando un poco los escalofríos y los nervios que provocaba aquel pequeño y tétrico lugar, decidió acercarse un poco mas, ganando en el la curiosidad.

Notó algo, mas bien alguien. Le fue imposible divisar bien su rostro, pero estaba claro que se trataba de un niño. Este estaba sentado en una banca, con la mirada dirigida al cielo, con los copos de nieve cayendo lentamente sobre el. Aquella escena desbordaba nostalgia, tristeza, frialdad y desconocimiento.

El chico con la cámara en manos, pudo sentir todos aquellos sentimientos que desbordaba el pequeño, solo, con su mirada perdida en la nada.

Y sin pensarlo, enfocó la cámara en su dirección y oprimió el botón.

Click

Photograper•°.