[ 𝘿𝙄𝙀𝘾𝙄𝙎𝙀𝙄𝙎 ]

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El rubio abrió los ojos al escuchar el ruido de la alarma, se volteó para apagarla y recibió unas cuantas lamidas en el rostro. Acarició a su cachorro por un largo rato hasta que decidió que ya era momento de levantarse, no quería llegar tarde al trabajo y mucho menos ahora que tendrían a un nuevo paisajista trabajando con ellos. Después de meditar un poco, se preparó el desayuno y también le dio algo de comer a Trevor para que no tuviera hambre en el camino.

Jisung le permitió llevarlo a la florería y en un par de semanas se convirtió en un empleado más, las personas adoraban verlo al entrar e incluso en ocasiones jugaban con él.

—Ve por tu correa, muchacho —sonrió terminando de beber su café—. Hoy iremos al trabajo mientras damos un paseo.

Felix terminó de lavar los utensilios que había utilizado y observó a un lado a su cachorro con la correa entre los dientes, una vez que estuvieron listos salieron del departamento para dirigirse a la tienda. En el camino iban saludando a las personas que conocían y se podía ver a simple vista que el rubio ya estaba mucho mejor. Finalmente había decidido seguir adelante con su vida y la única manera de hacerlo era olvidándose de su ex o al menos intentaba no tenerlo en la mente la mayoría del tiempo.

El móvil que se hallaba en su bolsillo comenzó a sonar y rápidamente lo tomó para contestar aquella llamada.

—Hola.

—Lixie, necesito pedirte un favor —dijo al otro lado de la línea.

—Aún estoy un poco lejos de la florería, así que puedo comprar cualquier cosa que quieras desayunar —sonrió viendo a Trevor sentarse en la acera— ¿Quieres donas o algo más?

—No es eso, no iremos a trabajar hoy porque… —Lenna soltó un suspiro—, creo que nos intoxicamos con la comida que preparó mi chica anoche.

—Pero… ¿Están bien? —dijo preocupado—. Puedo ir a verlas o llamar a un médico.

—No, no te preocupes, ya estamos mejor aunque no pudimos dormir en toda la noche —comentó apenada—. Necesito que hoy te encargues de la tienda y revises cada uno de los encargos que tenemos, sé que es mucho trabajo y…

—Tranquila, yo puedo con eso —siguió caminando—. Descansa todo lo que puedas, nos veremos mañana y llámame si necesitan algo más.

—Gracias cariño.

Ahora sí sería un largo día para los dos.

La caminata duró alrededor de treinta minutos y al encontrarse a pocos metros de la florería, sacó la llave que tenía en la mochila para abrirla. En un mal movimiento la correa se deslizó de su mano y el cachorro corrió hacia el lugar dejando al rubio atrás. Intentó alcanzarlo, pero había muchas personas atravesándose en su camino y vio la luz del semáforo ponerse en verde.

—¡Trevor! —gritó asustado.

Felix cerró los ojos al escuchar la bocina de los coches y sintió que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos imaginando lo peor, sin embargo cuando los volvió a abrir pudo ver a un chico acercarse con el pequeño entre sus brazos y el alivio invadió su cuerpo. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca de ellos, cargó a su mascota abrazándola fuertemente mientras el travieso lo lamía y limpiaba las lágrimas en su rostro.

 —Muchas gracias —llevó la vista hacia el chico.

—No tienes que agradecerme —sonrió—, es un alivio que no haya querido cruzar la calle.

𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 / 𝙃𝙔𝙐𝙉𝙇𝙄𝙓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora