Atrapame si puedes

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Por una vez en mi vida agradeci no tener mucho, ya que me facilito las cosas al no tener que tardar mas de cinco minutos en empacar todo: la poca ropa que me habia podido comprar, la bolsa de patatas y por supuesto, las armas que habia traido conmigo y mi telefono. Cabio todo en una mochila que habia tomado prestada de la escuela el dia anterior, si por prestada se puede decir que arroje todas las pertenencias de stacy al escusado y tome su mochila. Ya me habia desesperado bastante en tener que aguardar un dia mas alli, pero debia avisarle a roth las noticias y tambien ordenar mis cosas y decir mi ultimo y disimulado adios. Para ese entonces, todas esas cosas ya estaban hechas, asi que me monte la mochila al hombro y baje a la cocina. Se suponia que era un dia de semana normal, y pretenderia caminar como siempre a la escuela, solo que no volveria a casa.
Annie estaba abajo en la cocina haciendo el primer desayuno casero de la historia y joe estaba como siempre en el sofa con el control de la television entre sus manos. Cuando me vio entrar en ña habitacion, joe palpo con felicidad el asiento junto a el. "Ven aqui, liz" dijo. Se habia vuelto rutina nuestro momento breve de television por las mañanas, cuando no eran noticias de asesinatos, em el canal local siempre pasaban videos de las calles o entrevistas con los vecinos acerca de nuevas reformas en el pueblo. Con joe siempre soliamos reirnos de las caras de adoracion de las mujeres frente a las camaras, o como se pavoneaban los hombres. De vez en cuando annie aparecia por detras del sofa y murmuraba alguna queja contra el vecino en pantalla, ya que parecia conocer a todo el mundo y tambien tener algo negativo que decir para cada uno. Era gracioso, pero ese dia no me encontraba de un humor muy bueno. Jamas habia creido que abandonar aquel lugar me resultaria dificil, pero alsentarme junto a joe mientras annie depositaba pastelillos caseros sobre la mesa me di cuenta de lo mucho que extrañaria esa rutina de vida normal a la que ma habia acostumbrado. Me despedi de joe y anissa de forma mas cariñosa de lo que normalmente habria hecho, y ambos parecieron notarlo porque me miraron extrañados y me preguntaron si algo andaba mal. Yo solo camine hacia la puerta con mi mochila robada sobre el hpmbro sin responder, hasta tuve que apretar los labios con fuerza para no gritar.
Una vez lejos de los wilson solo me hacia falta conseguir un auto y marcharme. Pensaba 'pedirle prestado' el auto a dylan, ya que eraa el unico que tenia uno propio. Apenas cruze el umbral de la puerta principal del instituto, me cruce con tammy, quien llevaba una expresion soñadora y excesivamente alegre, algo extraña tambien. Se veia hermosa sin los frenos, y aunque habia vuelto a usar sus anteojos y la ropa desapercibida de siempre, su nueva actitud confiada le otorgaba una belleza que ni siquiera los miles de cosmeticos que stacy se hechaba en la cara podrian imitar.
-hola!- me saludo, -te estaba buscando, tienes planes para esta noche?-
Incomoda, me frote la parte trasera de la nuca y evite su mirada, -si.-
Ella fruncio levemente el ceño -pues desocupate, brendan nos invito la semana pasada a mis padres y a mi a cenar a su casa pero mis padres tuvieron que cancelar porque mi padre enfermo y madre tiene que cuidar de el. Sin embargo, mis maravillosos padres me obligan a ir de todas formas para no quedar mal con el, puedes creerlo? Tienes que acompañarme, por favooooooooorrr?- me batio las pestañas en una mirada suplicante lo que me robo muy a mi pesar una sonrisa.
- y no puedes pedirle a tu noviecito ethan que valla contigo?- inmediatamente, tammy se sonrojo de pies a cabeza y algo de su antigua timidez afloro a la superficie.
-no, se va con sus padres a la ciudad mas cercana. Se ofrecio a venir hasta aqui en coche porque queda a unos 30 kilometros de aqui pero sus padres no lo dejaron-
Me sentia culpable de dejarla sola con brendan, pero de ninguna manera me presentaria frente a el, sabiendo que era un agente de la fbi y sabiendo tambien que el conocia mi verdadera identidad. Es mas, una parte de mi estaba casi convencida de que se trataba todo de una trampa para hacerme acompañar a tammy y caer justo entre sus garras. Seguramente una patrulla entera estaria aguardando en su casa.
-lo siento, no puedo- dije, y ella se cruzo de brazos con mirada inquisitiva.
-ah no? Y a donde vas?-
-me escapo de la fbi que vino aqui a atraparme porque soy la delincuente mas buscada de la nacion- conteste.
Ella rodo los ojos, -si claro wilson. Te salvas solo esta vez, pero la proxima por lo menos inventate una excusa mas creible-en otro momento me habria reido de la ironia del asunto, pero no en ese.
-viste a dylan?- pregunte, mirando entre la multitud. Un reloj gigante contaba los segundos en mi cabeza, una cuenta regresiva para el momento en el que aparesca tras las rejas.
La mirada de tammy se convirtio de irritada a divertida, -oh no se. Por que? Quieres hablarle? Porque creo que antes de eso deberias decirme a mi acerca de su beso. Por que no me dijiste antes? No lo puedo creer! Te gusta?-
Estaba a punto de decirle que se callara y se enfocara en mi pregunta, pero antes de que pudiera producir sonido alguno me callo levantando una mano y diciendo. - no me preguntes como lo se, dylan se lo dijo a ethan- volvio a sonrojarse ligeramente y yo no me pude contener mas. Suspire y la tome por los hombros, mirandola directamente a los ojos. Ya no era la chica que fingia ser normal, habia sido forzada a quitarme ese disfraz y en ese momento era quien soy, una delincuente corriendo por su vida.
-tammy, donde esta?-
Ella parecio asustada por mi tono de voz y tambien algo ofendida por mis evasivas, estaba segura. Me miro con preocupacion y exclamo, -oye, estas bien?- les juro que jamas habia conocido a alguien que tardara tanto en contestar una simple pregunta, pero antes de que pudiera hacer o decir algo, dylan aparecio en la pierta tras nosotros junto a thean y kyle. Apenas lo vi, sali corriendo tras el sin mirar atras a culquier mueca que tammy me estuviera poniendo que, a juzgar por la cara peligrosa que me lanzaba ethan, no era nada buena.
-hola, no te veas tan desesperada por mi. Se que soy fantastico pero te haria bien fingir un poco- exclamo dylan sonriente cuando llegue a el. Yo no tenia fuerzas no siquiera para rodar los ojos.
-prestame tu auto, debo buscar algo en casa.- extendi el brazo impaciente pero el solo me miro dudoso, apretando las llaves en su mano como si fueran su vida.
-sueña- dijo al fin.
-puedes darmela o puedes soportar que te patee el trasero frente a todos para conseguirla- conteste, pero mi tono no salio tan de choste como pretendia.
-tienes registro?- pregunto desconfiado, pero pude ver como se aflojaba su agarre en las llaves.
-si- dije, pero cuando se me quedo mirando abri la mochila y de entre los documentos falsos que me habia dado roth, saque un registro con mi nombre falso en el. Se lo mostre sosteniendolo frente a su cara y exclame -te olvidas que vengo de la ciudad-
El deposito las llaves en mi mano y yo desapareci tras la puerta. No me atrevi a mirar atras por que sabia que todos estarian observandome desconcertados, pero para marcharme debis cortar las cadenas que me tenian sujeta a aquel lugar.
Subi al auto de dylan y conduje discretamente hasta el perimetro del pueblo y luego subi a la ruta y tome velocidad. El mundo se movia alrededor como una bruma y habia olvidado lo bien que se sentia conducir, jamas habia pidido obtener la licencia por razones obvias pero habia aprendido a manejar desde los trece y desde entonces jamas habia soltado el volante. No era lo mismo que conducir una moto, pero se sentia bien.
Sin embargo, el sentimiento de bienestar no duro mucho, acabbo en el instante en el que las luces azules, blancas y rojar parpadeaban por doquier y las sierans aullaban sin fin, aturdiendo mis oidos. Mis manos comenzaron a temblar, pero me obligue a tranquilizarme y a apretar el acelerador. Era lo unico que importaba. Las patrullas de policia detras de mi mantuvieron su paso y continuron raspandome los talones, en cualquier momento comenzarian a disparar. Y asi hicieron, una bala rompio el vidrio trasero y aprete el acelerador a fondo, lo cual no sirvio de nada ya que 500 metros adelante varios coches de policia y una camioneta enorme y negra se hallaban entrecuzadas en el camino bloqueandome la unica escapatoria de mi vida.
Jamas habia estado en la carcel y jamas querria. No era solo el estilo de vida si no tambien la idea de compartir una celda o estar en el mismo sitio que mis padres, ser calificada como ellos, la que me ponia enferma. Yo no era como mis padres, yo no mataba gente inocente.
Guiada por el panico, hice lo mas estupido que sabia bien que jamas habria que hacer. Me sali del camino y conduje sobre el pasto, esquivandolos. Una bala estallo contra un neumatico y el auto se reclino peligrosamente, lo ignore y segui andando. Dos disparos mas y me encontre con otras dos ruedas pinchadas y tuve que parar. Baje del auto y comence a correr, crei que alguien dispararia pero sorpendentemente nadie lo hizo. Sus razones me eran desconocidas pero en ese momento poco me importaba, solo queria huir. Claro que me alcanzaron de inmediato y varios hombres de ataron y me llevarion dento de la camioneta negra. El viaje duro menos de lo que esperaba, y cuando azome la cabeza por la rejilla que separa la parte trasera de la camioneta con el compartimento delantero, un pequeño cartel a un costado de la ruta indicaba el km 147, es decir, 30 km mas del pueblo. La ciudad mas cercana. Se alzaba como un edificio alto y ancho, aunque no era muy grande para ser una ciudad. La camioneta se adentro por sus terrenos hasta que llegamos a un edificio mas bien incipido en el que me internaron a empujones y puntas de pistola.
Apenas puse un pie fuera de la camioneta me cegaron los flashes de los periodistas que gritaban preguntas, en mayor parte hacia mi. Si no tuviera las manos atadas habria caminado junto a ellos majestuosamente ondeando mi dedo levantado hacia la multitud.
Una vez dentro, subimos cinco pisos y me empujaron dentro de una habotacion que conocia muy bien. La habitacion de mis pesadillas.
No tenia nada mas que tres sillas, una mesa y un espejo que cubria en toda una pared. Pero no se trataba de un espejo si no de una ventana unidireccional, y esa habitacion no era una cualquiera si no una sala de interrogatorios.
Me dejaron alli sola, aunque sabia que debian de haber varios guardias custodiando las puertas desde el exterior, y aguarde por lo que parecieron horas. Finalmente se ollo el sonido de una puerta al rechinar y tras ella aparecieron dos personas. Una de ella era un hombre que rondaba los cuarenta, llevaba un traje y su cabello oscuro peinado con gel remarcaba su expresion seria. El tro no parecia superar los veinte años y vestia de forma mas informal, con una camisa y unos jeans. Ambos se sentaron en frente mio y el mayor hablo:
-señorita reese, soy el agente white y este es mi aprendiz que estara hoy aqui para conocer mas sobre el trabajo.- entrecruzo los dedos sobr la mesa como si estuviera a punto de rezar y continuo - creo que es conciente de que se la acusa ultimamente por las muertes de seis chicas adolescentes y un agente de la fbi-
Al oir sus palabras mi corazon se detuvo. No recordaba que de entre las muerte hubiera algun agente, eran todas chicas y un solo hombre.
Por supuesto.
- aguarde- dije, -pueden mostrarme alguna foto del agente-
El rostro del hombre se contrajo pero el chico levanto una mano como si estuviera pidiendo permiso para hablar, aunque no espero a que se lo concedieran para decir - no es mala idea, sea la asesina o no podria servirnos que nos de algo de informacion si es que lo conoce-
-no esta en su posicion opinar, ross. Esta solo aqui para observar- dijo white.
El tal ross rechino los dientes, - vamos, sabe bien que es poco posible que sea ella. Ella solo mata delincuentes y me parece muy raro que unas chicas sean...-
-jamas revele sus conjeturas ante un sospechoso ross- dijo el hombre furiosisimo. Yo ya me estaba hartando de su discusion, si lo que creia era cierto no tenia tiempo que perder.
-dejen de actuar como dos princesitas y digname, es el agente un hombre de baja estatura, pelo corto y ojos claros?- dije, describiendo al hombre a quien me habia encontrado 'casualmente' en el baile y al unico hombre en la lista de muertes provocadas por el asesino.
El hombre se tensiono -yo hago las preguntas señorita reese- exclamo, pero pude ver por el rabillo del ojo a ross asentir.
-es importante- dije yo, las manos me temblaban, -es este agente el unico que habia antes de su muerte en aquel pueblo-
El hombre apreto la mandibula, no se veia nada dispuesto a responder pero su aprendiz volvio a asentir -antes de su asesinato si, habia sido enviado a buscarte desde que abandonaste la ciudad y te siguio el rastro. No te capturo porque queria ver si estabas conectada con las muertes locales- sijo todo con voz neutral.
La revelacion me golpeo como una avalancha de rocas pesadas cayendo de la montaña mas alta. Todo cobro sentido.
White parecia a punto de hechar a ross, pero yo los interrumpi.
Respire hondo y dije -se quien es el asesino-.

Asesina fuera de serie (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora