07 de Junio del 2018
Corea del Sur, Seúl.La vida es una total mierda. Terminar la universidad; dedicarte después a trabajar; tener tu familia, ver que tus hijos se casen, y morir.
Es todo un ciclo aburrido. Aunque apenas yo vaya en la etapa de trabajar.
Y en uno de los trabajos más aburridos. En una tienda, en el horario de noche.
Suelto un suspiro mientras atiendo el último cliente de la fila y escucho el mismo sonido de los últimos meses de la caja registradora abrirse para recibir más dinero en efectivo.
-Son 3 dólares- le informo al cliente con una sonrisa fingida, extiendo mi mano y recibo la cantidad pedida.
Llendose ya la persona suelto otro suspiro.
Odio mi vida, hasta podría decir que tengo la peor vida de entre todos.
Mis padres viven en una ciudad a miles de kilómetros lejos de mi, mientras yo estoy en la gran ciudad.
En la tienda nocturna, reina nuevamente el silencio, haciendo que el cansancio llegue a mi cuerpo.
Escucho mi celular sonar en el bolsillo delantero de mi pantalón roto en los muslos.
Veo el número, más este no se encuentra registrado en mi teléfono, haciendo que un sabor amargo se instale en mi boca sin saber la razón.
Dudo por un momento si contestar. Es extraño que alguien marque a tan altas horas de la noche, y más a un chico como yo que no cuenta con amigos numerosos.
Contesto la llamada, acerco el aparato a mi oído y escucho una respiración suave. Mi piel se eriza y decido hablar.
-¿Quién llama?- mi voz sale ligeramente gruesa y observo de reojo la puerta verificando que no vengan clientes.
-Solo quiero pedir algo- un chico, deduzco con solo escuchar el timbre de su voz- No cuelgues la llamada-
-¿Quién habla?- repito está vez serio- Si es una broma pido que por favor no me llame-
-Me llamo Park Jimin- corta mis palabras- En este momento estoy en la orilla de un puente-
Otro escalofrío recorre mi cuerpo e intento fingir aquello con una risa sarcástica.
-Fijate que yo estoy ya muerto- reí de la misma forma.
-Estoy hablando seriamente- ambos nos mantuvimos en silencio, aunque solo autos se percibía en el fondo de la otra línea- Antes de que yo me quite la vida, quería que alguien, aunque fuera un extraño, me escuchara, ya que por años nadie nunca lo hizo-
Muerdo la pared de mi mejilla y suelto un suspiro.
-Siento que esto es una extorsión para sacarme dinero o algo por el estilo, pero si piensas que provocándome lástima de tus asuntos obtendrás algo de mi, estás muy equivocado, porque apenas y puedo con mi vida-
-No. Una vez que me desahogue cortaré la llamada si es lo que te preocupa- hablo rápidamente el chico de la otra línea
Agarre un papel junto a una pluma de tinta negra y escribí el nombre del chico.
Park Jimin
-¿Entonces dime qué quieres decir antes de matarte?- desinteresado remarque el nombre del chico en el papel.
Si fuera una broma anotaré cualquier dato importante para ir a la policía, para que se evite que extorsione a otras personas. Porque no confío en su promesa.
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suicide on call
Short Story•Una llamada a un desconocido es suficiente para hacer una revolución en la vida de un chico•