{ ADVERTENCIA DE CONTENIDO FUERTE }
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El tiempo transcurría lento y el seguía moviéndose dentro de él, jadeando en su oído y diciéndole lo mucho que le gustaba lo bien que se estaba portando.
- Que obediente que sos, que apretado bebé... Alexander, mira como te gusta... - Se movió mas rápido dentro de el, mas fuerte.- Así como te lo hace el ¿No? - La brusquedad repentina le hizo jadear.
- Basta! - susurro Alec mientras con fuerzas que no tenía intentó mover sus manos, pero nada pudo hacer. Sebastián tomó un pañuelo que aún tenía droga y se lo puso en la boca.
Volvió enseguida a sujetarle las manos y a moverse con fuerza en su interior como si lo castigará por sus acciones. El infierno se hizo real, no podía moverse, ni podía gritar, ni podía hacer nada. Con su propia saliva trago mas de la droga y su cuerpo no le respondía.
Al cabo de unos minutos sintió que sus brazos había caído sin fuerza a los costados y que las fuertes manos que antes no le dejaban moverse ahora le abrazaban y tocaban sus partes. Su mente se empezó a ir, a divagar.
¿Qué mas podía hacer?
Noto que su cuerpo lo comenzaba a traicionar ante el tacto de quien le abusaba de esa forma y sin dar vueltas acabó, sintiendo el placer y el dolor recorrer su cuerpo, sintiendo que la culpa le invadía por disfrutarlo.
El pañuelo dejó su boca y su espalda tocó la fría pared.
Sintió que alguien se la chupaba y lo hizo por un largo rato. Llevo sus manos a acariciar la cabeza de quien lo hacía. Sin quererlo acabó de nuevo en esa húmeda cavidad que le hacía sentir el placer que se multiplicaba por una extraña razón.
La ropa lo volvió a cubrir y un cálido abrazo le hizo entrar de nuevo en calor. Caricias en su espalda lo hicieron relajar.
¿Qué era este repentino afecto?
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☼ Decime algo lindo ☼
FanficEl acoso es real y le sucede a los hombres también. • Historia basada en hechos reales ocurridos a quien escribe. Dado que es completamente original y biográfica, por favor, no copiar. Drama. +21