Enamorado de mi Jefa

Conociéndonos

Erick

─¡L-Lo sentimos mucho, Señorita Alia! ¡Le juro que no volverá a suceder! ─mi hermana en verdad estaba arrepentida─. ¡¿Verdad, Erick?! ─me miraba como si me quisiera matar.

─¡L-Lo siento mucho! ¡S-Señorita Blake, discúlpeme! ¡Yo-

─Dije que fue mi culpa ─me miro sonriendo─. No hay nada que perdonar.

En persona ella era mucho más linda, mis mejillas ardían... Mi jefa iba a ser Alia Blake.

─Bueno, tengo que irme, Señorita Blake...

─Solo dime Alia, Sarah. Yo me haré cargo de Erick ─me miro sonriendo para luego guiñarme un ojo.

─De acuerdo  ─sonrió aliviada─. Los veo más tarde.

Mierda, ¿ahora qué hago?

─Erick, mi oficina está por acá... ─dijo mirándome, lo único que hice fue asentir nervioso y seguirla.

Caminamos por el pasillo y todos miraban a Alia, susurraban cosas como ''Hoy está más linda'' ''Quisiera ser como ella'' ''Crees que me dé una oportunidad'' y esas cosas...ella solo seguía caminando sin prestarles mucha atención, debe llegar a ser fastidioso recibir cumplidos todos los días a todas horas. Alia llamo al elevador y entramos. Fue un silencio algo incómodo y la música de ascensor no ayudaba mucho. Esta es mi oportunidad de hablar con ella pero estoy muriendo de nervios.

─Eres tímido, ¿verdad? ─preguntó sin mirarme.

─Algo...

Genial, gran inicio conversación Erick

Al llegar a la última planta salimos del elevador y caminamos hacía su oficina.

─Buenos días, Señorita Alia ─le saludó una mujer algo mayor.

─Buenos días, Helen. ¿Algo nuevo para mí? ─preguntó la castaña sonriendo.

─Ah sí, sobre su reunión del miércoles parece que hubo un cambio. Necesita llamar a los gerentes ─dijo revisado unos apuntes para luego mirar a Alia.

─Entiendo ─Se giró hacía mí─. Quédate aquí, en cuanto termine te llamo.

─E-Está bien...

Alia me sonrió y entro a su oficina.

─Parece que a ti también te gusta la Señorita Blake ─dijo sonriendo divertida mientras acomodaba unos papeles.

─¿D-Disculpe?

─Tranquilo muchacho, a todo el mundo les agrada.

─Eso lo sé, no me cabe ni la menor duda... ─sonríe al recordar todas el rostro Alia-

─Uhm... ¿Te parece si charlamos un rato? ─preguntó sonriendo.

─Claro. -me senté frente a su escritorio.

Estuvimos hablando por una hora, Helen es una mujer muy interesante y divertida. Me contó cuánto tiempo lleva su familia trabajando para los Blake y que ha visto a Alia crecer. Demasiadas cosas para ser exactos.

─Eres un buen chico, se nota ─una sonrisa se dibujo en sus labios.

─Gracias, Helen ─le sonreí.

─Espero que no hagas nada de lo que te puedas arrepentir ─su tono de voz cambio a uno serio.

─¿D-De qué hablas? ¡S-Solo seré su asistente! 

─Nunca se sabe que puede pasar y si en algún momento necesitas ayuda, solo llámame ─su tono de voz volvió a ser amable.

Estaba a punto de cuestionarla sobre lo que dijo anteriormente, pero el teléfono sonó.