Protégeme en la eternidad [Malik x Kadar]

Capítulo 8; Vinculo en sufrimiento

Aviso: Los personajes originales, le pertenecen a Ubisoft.

Los hermanos pasaron meses doloroso, pues Al Mualim les enviaba a misiones separadas y lejanas, cuando Malik llegaba, Kadar estaba fuera y viceversa, estaban a punto de cumplir el año, ambos se extrañaban.
Malik llegó a la fortaleza suspirando, había sido castigado debido a que fue demasiado estricto con el grupo, al grado de hartarlos, y fue acusado con Al Mualim, esté lo castigo tres meses para transcribir las misiones y guardarlas en el registro de la fortaleza, escucho la voz de su hermano, la siguió hasta llegar a la enfermería.
-Maldito Abbas, bastardo, ven aquí perro maldito- gritaba, Malik vio salir a una hermana que curaba heridas de muerte.
-Buenas tardes, ¿Qué le pasa a Kadar?- pregunto, la hermana suspiro resignada.
-Llegó ayer con heridas en el abdomen y una gran fiebre, ahora ya no tiene fiebre, ha estado maldiciendo desde la mañana- comentó la hermana y siguió su camino.
-Maldito Abbas, perro inútil, me las va a pagar- Kadar gritaba, su respiración errática, y cansado, tomo agua y volvió gritar.
-¿Kadar?- pregunto el mayor entrando a la habitación.
-Hermano, Hermano- se sorprendió de ver a Malik, sintió su corazón más ligero y abrió sus brazos, necesitaba sentir a su hermano.
-¿Qué pasó?- pregunto abrazandolo,  con cuidado para no lastimarlo, el menor sonrió aspirando la esencia de su hermano, luego la furia lo invadió de nuevo.
-Ese maldito de Abbas, me ordenaron ir con él, llegamos a Jerusalén, y el muy bastardo se fue sólo, paso dos días, y me utilizo de sebo, cuando me di  cuenta, ya era perseguido por todos los guardias- dijo sus ojos envueltos en llamas de furia, suspiro fuertemente, aún con odio.
-Tranquilo, estas aquí, todo está bien- su hermano lo tranquilizó, y Kadar suspiro
-Tienes razón, el bastardo luego me las pagará- convenció el menor, y miro a su hermano.
-¿Cómo te fue en Turquía?, ¿Algún regalo que me hayas traído?- pregunto Kadar, con un pícaro brillo en sus ojos.
-Mal, la misión apenas si salió bien, además de que el equipo me acusó de ser estricto- confeso el mayor y suspiro resignado- fui castigado por tres meses a trabajo de transcripción-
-Vaya, al menos podemos sacar provecho de estos infortunios sucesos- comentó el menor, y Malik sonrió, le dio un beso en la frente y ambos rieron.
-Ah toma, lo traje de Turquía, un chocolate de aquellas áridas tierras- Malik saco un cofre pequeño que dentro tenía chocolate perfectamente cuidado.
-Genial, debo comer, antes de que la hermana me vea y me lo quite- dijo abriéndolo, y dándole el primer mordisco.
-Es bueno que le haya gustado, ahora entréguelo- la voz de la hermana asustó a los hermanos, Kadar guardo el chocolate, y se lo entregó a Malik.
-Guárdamelo a mi regreso- dijo y suspiro resignado, mientras Malik reía.
La recuperación de Kadar fue rápido y en cuanto salió, ya planeaba su venganza, pero primero fue a ver a su hermano.
-Malik, ¿Te diviertes?- pregunto con burla, a lo que el mayor empezó a sonreír al ver a su hermano ya recuperado y no en una cama.
-Es interesante ver estos casos- comentaba se sentó en la silla y empezó a la transcripción, Kadar miro el trabajo.
-Vaya, ¿al menos entiendes estos garabatos?- pregunto el menor mirando la letra tan rara.
-Este es  de Abbas, de hecho habla de ti, que tú te acobardaste-le dijo traduciendo la mala escritura, Kadar tomo el pergamino.
-Hijo de....no le entiendo nada- comentó intentando leerlo.
-Ves, debes agradecerme que te enseñe como escribir correctamente- el mayor le quitó el pergamino, leyó lo último y lo transcribió.
-La verdad, te agradezco y mucho- comentó el menor asintiendo con la cabeza.
-Aunque me moleste el favorito de Al Mualim, tiene una pulcra letra- el mayor informó, y Kadar lo miro.
-¿Quién?, ¿Altaïr?- pregunto sonriendo sabía de los celos de su hermano.
-Sí, tiene una letra pulcra, no me cuesta trabajo transcribirla- le dijo, colocando el pergamino de Abbas en su lugar.
-Además de bien luchador, y ser una maestro asesino, tiene una excelente escritura, vaya, que genial sujeto- molesto a su hermano.
-Cállate, explica a qué vienes, o lárgate- enojado le respondió, Kadar sonrió ante esos celos.
-Vamos, para mí sólo hay un genio y un héroe, y ese eres tú- confesó el menor, sonrió-y te digo que me iré a vengar de Abbas, encuéntrame por las carretillas de paja- le dijo caminando a la salida.
-No hagas nada malo- le gritó, sólo recibió una sonrisa burlona y se fue.
Malik estaba a punto de terminar su trabajo para encontrarse con Kadar, se estiró, la tarde se mostraba desde la ventana, una sombra provocó que desviara su mirada, y vio a Altaïr, y le entregó un pergamino, Malik había terminado de transcribir un pergamino de alguno de la hermandad.
-¿Le entiendes?- la voz de Altaïr era baja.
-Ya me acostumbro- le dijo cerrando el pergamino, colocando el número de registro, colocó su nombre.
-Vaya, tenía una pésima escritura- comentó Altaïr.
-Si hubieras visto el de Abbas, harías tu propio código de símbolos- abrió el pergamino de Altaïr, y lo transcribió rápidamente, cerró el pergamino colocó el número de registro, guardo el pergamino y cerró el libro. 
-Buena noche maestro- dijo Malik saliendo del lugar, dejando a Altaïr ahí.
-Buena noche hermano- respondió.
Kadar estaba escondido en el arbusto, cuando vio la sombra de su hermano, le llamó la atención, le había robado la bolsa de dinero a Abbas.
-¿Y qué hacemos?- pregunto cuando se acercó a su hermano.
-Esperar- le dijo y luego salió del arbusto cuando la sombra de Abbas salió.
-Cabron, devuélveme la bolsa de dinero- le gritó,
-Quizás me lo quede, al fin, fue gracias a mí que lo ganaste, perro- le dijo, Malik salió del arbusto cuando las sombras de los aliados de Abbas salieron.
-Mira que traer a tu inútil hermano- Abbas se burló, pero Malik no se inmutó, siempre mantenía la calma.
-Dime Abbas, ¿Que harán tus secuaces?, ¿Me intentarán quitar la bolsa?, o ¿atraparan tu dinero?- dijo, abrió la bolsa y lanzó las monedas.
-Maldito- grito Abbas, Kadar tomo la mano de su hermano y corrieron a la pared, ambos treparon, siendo perseguidos por Abbas, mientras sus secuaces atrapaban las monedas.
Cuando llegaron a la zona de arriba, Kadar sacó pequeñas bolsas de agua, y se la aventó a Abbas, cuando estaba a punto de subir, le impactó todo la bolsa haciéndole caer, y Kadar lanzó agua, Abbas cayó en la paja y cuando salió, le cayó agua encima.
-Para que aprendas, a mí nadie me utiliza de sebo -grito y ambos se fueron.
Llegaron a los jardines de Masyaf, Kadar empezó a reír, ambos tenían la respiración agitada pero mantenían una gran sonrisa.
-Si planearas tus misiones, como planeaste tus travesuras, ya estuvieras en otro nivel- le dijo riendo, Kadar se acercó y quiso besarlo, pero ambos sintieron la presencia de Altaïr, escondido.
-No es seguro aquí, corre- dijo y salieron corriendo de los jardines, pues Altaïr había visto todo lo sucedido.
Llegaron a su habitación, y Kadar empezó a desvestirse, colocó su ropa pulcramente doblada.
-Ahh, Kadar, te juro que causas muchos problemas- Malik comenzó a quitarse su túnica y demás, Kadar sonrió, se balanceo a la espalda del mayor, y beso su cuello, mordiéndolo.
-Dios, ya hace tiempo que no sentía este sabor-dijo saboreando el cuello del mayor.
-Kadar, basta- el mayor sonrió, y Kadar lo beso fuertemente, provocando el éxtasis de Malik, Kadar lo jalo, dejándolo acostado, se subió arriba de él.
-Vamos, ya hace un año que no pruebo tu piel- empezaba a bajar lentamente- ya hace un año que no pruebo el sabor de tu boca- lo volvió a besar.
-¿Desde cuándo te volviste tan seductor?- pregunto Malik, sonriendo, acariciando los muslos del menor.
-Pues, más bien me volví necesitado- dijo y lo volvió a besar,  esta vez le tocaba al menor dominar la pasión desbordada de su hermano, silenciar los gemidos que el mayor no podía mantener.
-Kadar-lo nombró símbolo del placer que su cuerpo experimentaba por primera vez.
-Malik, te amo- el menor susurro en su oído cuando el éxtasis lo alcanzó, besando fuertemente al mayor.
-Yo también te amo- dijo besando detrás de la oreja, Kadar se empezó a quedar dormido, dándole perezosos besos a su hermano. Ambos se dejaron llevar ante la fina música de su latido.
Espero les haya gustado,
Nos vemos en la siguiente actualización
Créditos de imagen a su respectivo autor.