¡Los fantasmas no existen! [KookGi]

Capítulo siete

Unas semanas después...

Hoseok caminaba hacia la casa de Yoongi, desde hace varios días estaba un poco preocupado por él, y pensó que quizás estaba ocupado y no podía estar pendiente del móvil, pero aún así no se sentía muy seguro de que fuera por aquel motivo. Llevaba un tiempo sin verlo y tampoco se enviaban mensajes, bueno, el menor le había escrito al menos 138 mensajes pero ninguno de ellos fue respondido ni marcados como leídos. Eran mejores amigos, obviamente se iba a preocupar de la extraña situación que estaba pasando, algo en su interior le decía que todo iba más allá de un "Yoongi ocupado".

Era un poco tarde para salir, pero eso no lo detuvo en lo absoluto, hubiera ido con más tiempo si no se hubiera quedado ayudando a su hermana a ordenar. Por si las dudas, se llevó una pequeña mochila con ropa para dormir y otras cosas de su pertenencia en caso de que Yoongi le permitiera quedarse esa noche. 

Sintió una suave brisa cosquilleando sus oídos y haciendo que su cabello se moviera al ritmo de la misma, lo cual hizo que experimentara una sensación relajante en todo su cuerpo, luego observó el cielo y las nubes aproximándose con velocidad, en ello recordó que se pronosticaban fuertes lluvias durante toda la noche hasta el día de mañana. Desafortunadamente no trajo un paraguas consigo, pero ahora estaba confirmado que Yoongi lo dejaría quedarse, a menos que estuviera muy malhumorado o no quisiera por algún motivo en particular. 

Una vez que llegó al hogar del mayor, se acercó hacia la entrada y golpeó reiteradas veces la puerta, trató de contener su desesperación por saber si se encontraba bien, debía ser paciente y no lanzarse apenas lo viera frente a frente. Unos segundos después, escuchó unos pasos que se acercaban cada vez más y luego vio a Yoongi abriendo la puerta con su típica mirada de seriedad, hasta que se dio cuenta de que era Hoseok quien había tocado la puerta con anterioridad, la expresión del más pálido cambió a una de felicidad rápidamente, haciendo ver sus encías rosadas que destacaban de él al esbozar una sonrisa. El menor también formó una linda sonrisa con sus labios, le alegraba un montón ver que el muchacho estaba en perfectas condiciones, la mayoría de sus preocupaciones se esfumaron en ese mismo instante. 

— ¡Yoongi, qué alivio que te encuentres bien!  ¡Vine aquí para ver si no te había pasado nada malo! — Dijo el joven dando divertidos saltitos en su lugar,  ésto le causó cierta gracia al mayor,  haciendo que se ría por aquella cómica acción. 

— Pues claro, ¿Por qué no lo estaría? —

— Te he estado enviando un montón de mensajes de texto y no me respondiste, además, tampoco te he visto salir, por eso me preocupé mucho y pensé que te había sucedido algo malo, pero ahora que te veo aquí, supongo que ya no tengo de qué preocuparme —

— Oh, e-eso es porque se me cayó el celular accidentalmente y ya no funciona, y la razón por la que no me ves salir es porque estoy saliendo con menos frecuencia,  y-ya sabes... a veces uno necesita descansar por un tiempo — Mintió Yoongi mientras se rascaba la cabeza con un poco de nervios, Hoseok levantó una ceja confundido y notó esos pequeños detalles en la actitud de su amigo que no dejó pasar desapercibidos. 

Por un momento cortó el contacto visual y frunció el ceño al observar el ambiente del hogar, se sentía extraño y algo difícil de describir, pero en simples palabras, el aura de la casa era diferente a todas las veces que había ido, hay algo que no cuadraba del todo, y la actitud de Yoongi le hacía pensar aún más. 

— Hmm, como tú digas... — Dijo Hoseok encogiéndose de hombros — ¿No te molesta si hoy me quedo contigo? Ya es algo tarde y además va a llover en cualquier momento, olvidé traerme el paraguas —

— E-eh... Bueno... ¿No quieres que te preste el mío? Y cuando tengas tiempo puedes venir y devolvérmelo — Volvió a sonreírle al contrario tratando de ocultar los nervios, pero aquello hizo que su amigo se irritara un poco, Yoongi pudo notar ese cambio en el carácter de Hoseok, y se dio cuenta de que estaba siendo muy obvio.