LO QUE MI ALMA DICE

De Memorias

Recetas

Decían que la fórmula a la felicidad era ser uno mismo, otros gritaban a vivas voces que era lo material, otros el amor, otros la libertad, otros la familia y otros... Los recuerdos. Decían ellos, o más bien él, que esto era así porque independientemente de lo bueno o malo que acarreaba tal memoria, era un salvoconducto a la apañosa y ansiada alegría humana. Los recuerdos salvan, sanan, nos hieren, nos arrancan, nos abrazan, nos lloran también, nos invaden. Y cuando la azarosa vida nos golpea, buscamos entre tantos de ellos, alguno que nos pueda acompañar en las más importantes penumbras. Un instante de recuerdo y nos llena de calma, o nos hunde en llanto al evocar lo perdido, pero al fin y al cabo nos devuelve una parte de lo que eramos, un fragmento de alma encontrado que no se quiso encontrar ni tampoco perder. Ayer sonreíste, hoy sonríe y mañana sonríe que, vivir es el deber más insólito que poseemos, pues en lo terrenal se sufre y se es feliz.

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Yo canté (indecisión)

Ahora no lo entiendas quizás

No fue como esperabas y no ha de cambiar

Es mi forma de ser estrella de miel

Me tienes que entender

Si no puedo darte lo que buscas

Y las palabras no alcanzan esta vez

Yo lo entendere herida de mi ser

Tus palabras vuelan en mis recuerdos

Piensame en todo momento

Cuando te acuestes y despiertes de soñar

Sin decirme que estas mal

Porque me vas a abandonar el día de hoy

Entonces espero haber dejado algo

Para que recuerdes

Si me mientes yo te creeré

Si me besas o me abrazas yo lo haré también

Ahora ya lo entiendes mi amor

Fue como quisiste pero esto ya cambió

Hay veces que ya no regreso

Y esta es una, te arrepentirás por dejarme partir

No te avergüences al llorar frente a mi

Comprenderas que hasta los más fríos tienen corazón

Y pueden mostrar y pueden sentir

Algo de dolor...

Tu indecisión fue mi decisión