|Una Apuesta Arriesgada| Finalizada

•Una Apuesta Arriesgada•

Haruno Sakura es una híbrida entre humano y vampiro.

Senju Tsunade es la mayor autoridad en el clan de los vampiros.

Sabaku no Kankurō es el alfa de la manada más grande de lobos.

-.-.-.-.-.-

No puedo apartar los ojos de ti.

Te veo ir y venir.

Te veo mirar hacia todos lados buscando alguna pista, buscando algún detalle.

De improvisto te detienes abruptamente, olfateas el aire y miras en mi dirección o eso parece, te agazapas y tu cuerpo comienza a cambiar de forma.

Ahora ya no eres un humano, porque tus huesos parecen quebrarse para luego transformarse en patas y comienza a aparecer una mata de pelo rojizo que recubre todo tu cuerpo, miras nuevamente en mi dirección y tus ojos verde agua te hacen parecer algo a lo que temer, tienes esa fría mirada, como aquella vez, hace como dos años atrás.

Quien pensaría que un joven como tu tiene esa mirada.

-.-.-

Sé que es arriesgado lo que hago, pero no tengo de otra. Desde aquella vez en la que yo te hice aquello, mi alma quedo prendada de ti, de tu dulce e inocente néctar.

Sé que estuvo mal ya que tu eres un alama inocente y yo solo soy una alma perdida entre oscuras sombras, pero si lo tuviera que volver a hacer, lo haría una y mil veces más.

Te observo detenidamente, tus cabellos rojos no tienen nada que ver con los cabellos de tu hermano. Tu cabello es tan sedoso que hay veces en los que te envidio, me gusta tocarlo tanto que tengo miedo de que te despiertes, por lo cual me obligo a detenerme.

Mi mano baja hasta tu frente dónde está ese tatuaje que me causa muchas sentimientos, por una lado me causa furia, ya que no se por qué te lo hiciste, me causa malestar porque supongo que al ser pequeño te debe de haber dolido y por otro lado me causa fascinación, porque con tu piel tan blanca hace un perfecto contraste.

Mi mano baja hasta tus labios, esos que yo misma me encargue de probarlos y robarles su pureza, llego hasta tu cuello, ese en donde me gustaría hundir mis colmillos y robarte tantos suspiros como pueda mientras te hago llorar y rogarme de que me detenga.

Acerco mi rostro hasta tu clavícula derecha, la cual está sin tapar y deslizo mi lengua probando lo dulce que sabe tu piel, una exquisitez que hace que mi boca se llene de saliva.

Trago grueso mientras me vuelvo a obligar a apartarme de ti.

Te observo nuevamente, luces tan perfecto, tan inocente, tan delicado como los pétalos de una rosa.

Acuno tu mejilla izquierda en mi fría mano y veo como un escalofrío involuntario te recorre de pies a cabeza, sonrió mientras comienzo a destaparte suavemente para alegrar mi vista, pero entonces se sienten paso apresurados y tú te remueves inquieto, por lo que me veo obligada a volver a taparte, dejarte un beso en la frente e ir hacia la ventana, la cual se encuentra abierta.

(...)

Me encuentro haciendo rondas con Sai.

Una nota anónima llegó a manos de Tsunade-sama y le avisaba que había lobos viniendo hacia nuestros territorios, por lo cual tanto a Sai y a mí se nos encomendó rastrear los alrededores.

Estamos por entrar en un claro cuando oímos un grito a lo lejos, por lo que nos acercamos rápidamente y entonces solo vemos muchas flechas venir hacia nosotros, con la ligereza que nos caracteriza logramos desviar casi todas ellas, excepto una, que impacta en mi muslo.