"...Las acciones cambian nuestra vida...al igual que nuestras decisiones...y a veces solo basta una sola palabra..."
Querido Diario...
Mientras el señor Inuyasha movía y otra vez su espada, aparentando que es fuerte y que ningún demonio, bruja o espíritu puede derrotarlo, el monje Miroku llego con sus hijas y su pequeño bebe en sus brazos, fui corriendo a cargarlo, es un niño muy tierno y dulce, mientras que las niñas me invitaban a jugar, pero a pesar de que estaba entretenida con ellas y el pequeño, no podía evitar escuchar la conversación que tenia ellos, parecían preocupados, ¿será que ayude a ese demonio? ¿y si lo era? ¿y si no lo era?, esas dudas atormentaban en mi mente, tengo que sacas estas dudas, asi que esperare a que todos duerman incluyendo a la anciana Kaede cuando caiga la noche, partiré al lugar donde lo vi por ultima vez, se que no esta pero al menos me dará una pisca de lo que sucedió con él
Recuerdos...
Inuyasha y los demás se encontraban reunidos, en la cabaña de la anciana Kaede, hablando sobre el acontecimiento que les comentaba Kohaku, nadie a excepción de Rin no había visto nada, tanto Kagome como Sango eran las menos alarmadas con el tema, ya que confiaban en que ese demonio desconocido, no estaba o simplemente estaba muerto, por otra parte, el monje Miroku, Kohaku e Inuyasha, estaban alertas, ya que tanta tranquilidad luego de la masacre ocurrida en el norte, les hacia presumir que algo no andaba bien
Rin por su parte, estaba llena de dudas en su mente, en su interior, le decía que aquel desconocido youkai, era quien había causado tanta muerte y destrucción, eso la tenia intranquila, no sabia si estaba bien o no lo que había hecho ¿había ayudado al enemigo?, su mente batallaba, ya que también cuando era pequeña, ayudo a su amo cuando estaba mal herido, pero él era bueno, sin embargo, nada le aseguraba que con ese demonio era lo mismo
El grupo quedo en hacer rondas por la noche, comenzando con Inuyasha, esa posibilidades a Rin disminuyeron aunque no estaba dispuesta a detenerse, quería ir esa misma noche, a sacar sus dudas
Espero caer la noche, el crepúsculo del atardecer, hizo todo lo que le correspondía en el dia, ayudando a su cuidadora y aprendiendo cosas nuevas, como hierbas medicinales, fingió acostarse temprano, y arroparse hasta el cuello, para que la mujer no se diera cuenta que se encontraba vestida con su kimono, cuando la luna estaba en su cúspide, y la anciana Kaede estaba profundamente dormida, se levanto y salió de la cabaña, sin antes colocarse una capa perfumada con flores y hierbas aromáticas para confundir el olfato de hanyou mientras emprendía su búsqueda
Camino sin problemas por el sendero que ya casi lo sabia de memoria, bajando aquel risco donde lo había encontrado, sin embargo no lo encontró, ya lo esperaba, pero aun así recorrió el lugar un poco mas, no encontrando ni un vestigio de aquel demonio desconocido, una brisa la descubrió de su capa, revelando su melena oscura, siguiendo su camino llevándola hacia un pequeño prado cercano
-wooo!!!-dijo impresionada al ver al lugar, la luna llena frente a ella, gigante e imponente, un verde césped iluminado por las luciérnagas que bailaban a su lado-cuando venga el señor Sesshomaru le diré que venga aquí-pensó con una enorme sonrisa, cuando de pronto las luciérnagas escaparon de un momento a otro, levantando la mirada encontrándose con un enorme moustro frente a ella
-niñita, que deliciosa comida-le advirtió el ogro haciendo temblar a la pequeña retrocediendo de inmediato, comenzando a correr-auxilio! Auxilio! Señor Sesshomaru!-gritaba con fuerza, hasta que tropezó con una piedra cayendo directamente al suelo, lastimándose un pie-ayuda!!!-grito con fuerza cerrando los ojos con fuerza-señor Sesshomaru...-sin embargo lo que no se esperaba ni mucho menos el demonio,, un rayo desde el cielo interponiéndose entre ellos, Rin abrió lentamente los ojos encontrando una figura imponente frente a ella-¿señor Sesshomaru?...-pregunto con la esperanza que fuera él, encontrando con una delgada coleta negra colgando de su espalda, una gruesa armadura y dos grandes espadas en sus manos-¿eh?
-maldito!-grito el moustro para atacarlo, haciendo que aquel desconocido frunciera el ceño, sonriendo levemente
-basura-se burlo, lanzando un ataque resplandeciente que llamo demasiado la atención, desapareciendo a su enemigo en una abrir y cerrar los ojos, una vez que termino con el demonio aquel desconocido volteo a ver a la niña aun en el suelo sorprendida
-¿Qué haces aquí?-le pregunto el youkai mientras que ella estaba totalmente perdida en sus pensamientos, no podía creer quien la había salvado -te hice una pregunta humana
-etto...yo...gracias...-respondió con una sonrisa, poniéndose de pie con algo de dificultad, mientras que él solo volteo dándole la espalda mirando el cielo hacia ningún punto fijo
-llamaste de un youkai ¿Quién era?-pregunto serio
-ah si, él es...-iba a contestar con entusiasmo, cuando de pronto escucho
-RIN!!!!!-el hanyou la buscaba por todos lados alarmándola
-el señor Inuyasha...-susurro mirando como el desconocido empuñaba su espada para atacar a cualquiera que se acercara-no! Es mi amigo
-¿amigo?-ella asintió-el señor Inuyasha es mi amigo-reitero haciendo que guardara sus afiladas espadas y marcharse-espera!-le grito la pequeña deteniéndolo-¿Cuál es su nombre?
-Fudo...-respondió para alejarse del lugar
-muchas gracias!-ella se despidió con un gesto con la mano de manera exagerada perdiéndose entre las sombras de las noche, al los pocos minutos llego el medio hermano de su amo muy preocupado por la pequeña
-¿Dónde estabas? La anciana Kaede esta casi con un ataque-le regaño un poco-¿estas bien?
-si muchas gracias...-respondió apenada
-por cierto ¿viste algo extraño?-pregunto el peli plateado
-no...-mintió
-keh, sentí una fuerza poderosa quería saber quien era-reclamo decepcionado -¿estas segura?
-si, señor Inuyasha
-esta bien, bueno vámonos de vuelta a la aldea
-si-dijo con una sonrisa –gracias señor Fudo...-pensó mirando hacia la dirección a donde se hacia marchado-al parecer es tan bueno como mi amo...
Estoy algo nerviosa, me siento mal porque le he mentido a todos, pero no quiero mentirle al señor Sesshomaru, es a él quien puedo decirle toda la verdad, pero no puedo evitar sentirme culpable, ¿acaso ayude al enemigo? Pero si me ayudo y salvo mi vida, no se que puedo hacer...¿me perdonaría si le cuento algo así?...
-Rin...-termino de leer la hoja pasando a la siguiente, ¿así que era eso que me comentarías aquella vez?-se cuestiono, pasando a la siguiente pagina
*****************
holaaa espero que les guste este capitulo, esta parte esta narrada netamente de Rin, la proxima parte sera desde la perceptiva de Sesshomaru, gracias por el apoyo a esta historia, muchas gracias por leer, y sus bellos comentarios que me animan a seguir, abrazos!!!!
¿Rin podrá decirle de ese encuentro con aquel demonio a Sesshomaru?
ESTÁS LEYENDO
Mi Diario...(SesshomaruxRin)
Fanfiction"...El camino a mi desicion..." Todos se han preguntado, lo que sucedio conmigo y con el señor Sesshomaru despues de la derrota de Naraku, tal vez...quizas...me quede en la aldea...o me fui con el hasta en un viaje sin final..., a decir verdad creo...