Protégeme en la eternidad [Malik x Kadar]

Capítulo 9; Vinculo revelador

Aviso: Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Ubisoft

Habían pasado dos meses, desde aquel accidente, en su tiempo libre, Kadar cargaba unos libros,  seguía a su hermano a la habitación ambos aprendía las técnicas, además de que mejoraban otras, pero antes de que llegarán,  un novicio los interceptó.
-Buen días hermano, Al Mualim requiere su presencia- dijo y Malik miro a Kadar.
-¿A ambos?-  pregunto, y el otro asintió y siguió el camino, se miraron extrañados.
-Espero no sean misiones- dijo Kadar, dejando los libro en el escritorio.
-Yo espero que no sean malas noticias- Malik respondió.
Kadar miraba al mentor, mientras Malik miraba la ventana, ambos habían llegado al despacho de Al Mualim, mientras el mentor firmaba algunos papeles, los miro y suspiro.
-lamentablemente tengo malas noticias para ustedes- dijo levantándose y acercándose a los jóvenes, ambos se miraron- sus maestros-padres  han muerto, traerán los cuerpos en la mañana- comentó tocando sus hombro, los chicos bajaron la cabeza.
-Agradecemos darnos la noticia, buscaremos el lugar de eterno descanso- dijo Malik siendo ahora el representante de la familia Al Sayf, ambos planeaban salir, cuando el mentor hablo detuvo a Malik.
-Malik, espera un poco- comentó,  el mayor asintió, y Kadar se retiró.
-Esta carta me la dieron tus padres si morían en esta misión, por ende te la entregó,- dijo entregándole un sobre, Malik observó el sobre, activo su vista en águila, notando la sombra de sus padres, tomó la carta en sus manos y salió del despacho.
Kadar contaba los ahorros que ambos hermanos tenían, para empezar a pagar los gastos de sus padres, cuando  entró Malik, miraba un sobre, era curioso ya que todos sus papeles lo escribían en pergaminos, pero sus padres eran exóticos.
-¿Qué es?- pregunto y Malik miro, se sentó en su cama.
-¿Qué hacías?- pregunto y Kadar suspiro.
-Contando el dinero para el funeral- se sentó a su lado y suspiro- nos alcanza bastante bien- dijo su voz se escuchaba un poco triste.- ¿Qué es?- pregunto señalando la carta.
-Son dos cartas de nuestros padres, yo leeré la de nuestro papa- dijo y le entregó la otra a Kadar- tú la de nuestra mamá- dijo y Kadar asintió.
"Queridos hijos,
Si están leyendo esto, es porque he dejado de respirar, me temo que sólo muriendo puedo ser sincero con ustedes, me siento orgulloso de ustedes, ambos han salvado su vínculo de hermandad, sé que estás palabras suenan raras ante la cruel forma que los trate pero quiero que sepan que nunca fue mi intención tratarlos de esa manera, en especial a ti mi primogénito.
Yo igual que ustedes tenía un hermano mayor, pero Al Mualim dijo que las relaciones familiares estaban prohibidas, por lo que nos separaron a base de la muerte, llegó una carta donde mi hermano era tachado de criminal, en los años que investigue, descubrí que Al Mualim  había culpado a mi hermano mayor, mis queridos niños, cuídense del mentor, no es tan bueno, ni tan sabio como dice ser.
Rezaré donde quiera que esté, para su felicidad, y para que siempre estén juntos.
Me alegro que Malik te haya cuidado muy bien Kadar, me enorgullece saber que mis hijos fueron jóvenes de bien, y supieron cuidar el vínculo de hermandad.
Con su especial vista, descubran el tesoro que nuestra madre y yo les dejamos, todo para ustedes, y nada más, además de que encontrarán los regalos que siempre les quisimos dar de tierras lejanas, claramente no son dulces Kadar.
Rogare su perdón desde el cielo, con amor su maestro padre Faheem Al Sayf. "
Malik terminó de leer la carta, un nudo se formó en su garganta, las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, Kadar le dio una palmadita en su espalda, también quería llorar,  pero aún le quedaba leer la carta de su mamá.
"Querido hijos,
Siendo yo quien los trajo a este estéril mundo del cual me arrepentí y no por darles la vida, sino porque los traje a sufrir, siempre quise abrazarlos, y amarlos pero lo único que podía hacer es llorar en sus camas mientras dormían, sentirme miserable, y rezar por que ustedes no tuviera nuestra vida.
Cuando tu padre y yo quisimos escapar de la hermandad, debido a que esperábamos tu llegada, Sofian nos atrapó, y se nos obligó a quedarnos, ustedes eran nuestras anclas de la hermandad, jamás quisimos tratarlos así, pero era nuestra obligación, dios sabe que  fui tan feliz cuando ambos ascendieron, no me arrepentí de darles luz, pues fueron los niños más buenos, los amo tanto y me siento tan orgullosa de ustedes, espero algún día me perdonen por todo lo malo que les hice, y rezaré por que tengan buena vida y siempre bendigan su camino
.Con amor su maestra madre Jaf Al Sayf "
Kadar miro la carta de nuevo, sentía su corazón pesado, abrazo a sus hermano, y empezó a llorar.
-Al final nos amaron- dijo llorando.
-Vamos Kadar, respeta sus memorias, perdónalos de corazón, y preparamos su lugar de eterno descanso- Malik apenas contenía las lágrimas, pero ambos se abrazaron, y empezaron el labor.
Ambos jóvenes estaban en el funeral de sus padres, no lloraron, sólo miraron como ambos eran enterrados en aquel hoyo, y colocaron una flor en su lugar, una pequeña piedra con el nombre de ambos decoro el lugar.
-Como lo siento tanto- le dijo el mentor y luego Malik lo miro.
-No tiene por qué, fueron grandes maestros pero nada más- dijo con dolor en su corazón, pero el mentor no debía saber que los amaban.
-Es por eso que debemos cortar lazos familiares, pues jamás lograremos seguir adelante con nuestros pesares- el mentor colocó su mano en el hombro del mayor de los Al Sayf, y lo apretó sin fuerza, se retiró del lugar.
"Aquí yace maestros asesinos, que cumplieron su deber a la orden"
Ambos jóvenes se fueron a su antigua casa, donde recordaban momentos con sus padres, Kadar activo su vista de águila, viendo la última escena de sus padres.
-Está debajo del árbol- dijo su padre señalando el árbol donde Malik y Kadar siempre dormían, su madre sonrió y la imagen desapareció, Kadar se debilitó, pues le costaba energía usar su vista de águila y ver los recuerdos
-Debajo del árbol- Kadar le dijo a su hermano, Malik suspiro.
-Mañana lo revisamos, por hoy, descansamos- Malik llevó a su hermano a su antigua habitación y durmieron.
Encontraron el tesoro de los Al Sayf, algunas joyas, dinero y pequeño obsequios de sus padres, Kadar sonrió al encontrar el muñeco que siempre quiso, Malik miro la pequeña espada que alguno vez observó en el bazar de Damasco.
-En la siguiente vida, si los veo, me disculpare, y les diré que gracias por todo- Kadar sonrió y Malik asintió.
-Será lo mismo que yo diga- comentó el mayor.
Seguían castigados, sin embargo se les concedió el permiso para vivir en su antigua casa, ambos vivían bien, Malik seguía trabajando en los registros, mientras Kadar trabajaba en la biblioteca.
Espero les haya gustado.
Les aviso que preparen sus pañuelos
Nos vemos la siguiente actualización
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