Caminos cruzados (Draco Malfoy x tú x Harry Potter) [Pausada]

Regreso a Hogwarts

Capítulo 21

Narra _____

Hoy hace un año fue mi primer día de clases en Hogwarts, el sombrero seleccionador me dio una casa e hice nuevos amigos. El tiempo había pasado tan rápido y cada vez crecíamos más de diferentes maneras.

Subí al expreso de Hogwarts junto con Hermione, Ron y Harry, al tiempo que Ginny se reunía con otros de sus amigos. Durante el viaje no hicimos más que charlar, aunque al final terminamos por cansarnos y dormimos un buen rato. Cuando llegamos y bajamos del tren nos encontramos con Malfoy.

—Sigues libre, Potter. Mejor disfrútalo mientras puedas, ya tienen una celda en Azkaban con tu nombre. — Se burló de Harry por más reciente altercado.

Harry no dudo ni un segundo y quiso abalanzarse sobre Malfoy, pero Ron lo detuvo tomándolo de los brazos. Le di una bofetada a Malfoy, lo hice sin pensarlo y tan rápido que todos lo tomaron de improvisto.

— ¿Qué les dije? Están locos — Le dijo Malfoy a sus amigos dispuesto para irse con una mano en la cara.

— ¡No te metas conmigo! — Espetó Harry.

— Es Draco Malfoy, ¿qué esperabas? — Dijo Ron a Harry y lo soltó.

Me quedé sorprendida ante la respuesta de Harry, pues el no solía ser así de agresivo. Harry avanzó, Hermione, Ron y yo solo nos miramos y acto seguido lo seguimos.

Llegamos de donde salían las carrozas que nos llevaban al castillo y esperamos. Pude percatarme de como Harry veía a una chica, del carruaje que acababa de salir, me preguntaba si llevaba tiempo viéndola de ese modo. Llegó Neville saludando y nos quedamos parados viendo la vereda hasta que llegó el carruaje.

— ¿Qué es eso? — Preguntó Harry viendo el carruaje.

— ¿Qué es que? — Preguntó Ron confundido.

— Eso, lo que tira del carruaje —

— Nada tira del carruaje — Le respondí.

— Se mueve solo, igual que siempre — Terminó Hermione.

Harry rodeó el carruaje y miró como si algo tirara de él.

— No estás loco, yo también los veo — Dijo una voz desde arriba del carruaje. — Estás tan cuerdo como yo.

Era Luna, tan excéntrica como siempre. Subimos al carruaje y avanzamos.

Llegamos al castillo, nos pusimos nuestros uniformes y fuimos al gran comedor para la bienvenida del año escolar. El profesor Dumbledore anunció de las vacaciones de Hagrid y presentó al nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, o en este caso, profesora. Dolores Umbridge, quien también trabajaba en el Ministerio de Magia. Mientras el profesor Dumbledore continuaba con los avisos Umbridge trataba de interrumpirlo con pequeños gestos, hasta que se le cedió el habla.

— Gracias, señor director, por sus amables palabras de bienvenida... — Ella continuó hablando sobre el Ministerio de Magia y la educación que debe haber, realmente cosas que no nos interesaban demasiado, casi todos tenían cara de aburrimiento y por alguna extraña razón, casi como si fuera una corazonada, de desaprobamiento.

Hermione sacó la conclusión de que el Ministerio quería intervenir en Hogwarts por medio de la profesora.

Después de la bienvenida, en la sala común, todos sostenían el periódico donde se mostraba una nota con el titulo "Potter conspira". Harry entró en la sala y detuvo un momento a examinar la situación, quiso entablar una pequeña conversación con Dean y Seamus, pero no resultó nada agradable. Terminaron insultándose y nadie le creía a Harry acerca del regreso del Señor Tenebroso, para variar.

Siguiendo con el día, cuando tuvimos la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras quedé desconcertada. La profesora Umbridge habló un poco de los TIMOs y repartió los libros que llevaríamos para la clase, diciendo que el contenido era más apto y además también mencionó que... no usaríamos magia. Harry se exaltó cuando Umbridge dijo eso, alegando la verdadera importancia de aprender hechizos para defensa por el regreso del Señor Tenebroso, a lo que Umbridge se alteró notoriamente hasta el punto de citar a Harry en su oficina después de clases. Muy posiblemente lo castigaría.

Después de clases estuve vagando por los pasillos, caminar un poco nunca viene mal para la salud y además de esa manera despejo mi mente. Pero para mi suerte terminé encontrándome con Malfoy, como de costumbre en mis tiempos libres, es como si fuera alguna clase de destino, pero no del bueno.

— No digas nada — Hablé antes de que el pudiera hacerlo.

— No iba a decir nada — Respondió riéndose.

— Siempre tienes algo que decir, eres de esos de los que no pueden mantener la boca cerrada ni aunque su vida dependiera de ello.

Malfoy guardó silencio durante unos segundos y soltó una carcajada. Abrí mis ojos de la sorpresa, esa no era su risa habitual, parecía más sincera.

Dejó de reírse y solo me miró de arriba a abajo con una sonrisa de medio lado, y luego de eso se fue.