Enemigos de los Herederos ¡Temed!

Capítulo 28

Pársel = serpiente
Contenido de carta = muy pocos
Lengua dragón = dragón
Hechizos = obliviate
Recuerdos = "memoria"

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Harrison no aparecería por el resto del día.

Claro que no eran idiotas como para dejarle faltar sin justificación, tendrían a McGonagall detrás sí eso pasara, habían ido a Madame Pomfrey para una justificación, la caja especial que tenía Harry se usó para eso, Ron siguió refunfuñando por no tener la generosidad de sus hermanos.

Lo que había dejado a Harry en su cuarto todo el día. Y a Hermione y Reynald juntos como sí estuvieran pegados.

La clase de Herbología tuvo a una Hermione apagada prácticamente apoyada en Reynald que miraba furioso a Lily, ahora entendía cómo se sentía Mione cuando ellos se peleaban y no podía hacer nada por estar entre sus dos amigos, no era lo mismo, pero creía que el sentimiento era similar, y sí era peor, bueno, se sentía un tremendo idiota ahora.

La clase pasó y la hora del almuerzo llegó, Reynald nunca había sido de poco apetito, pero la preocupación estaba haciendo mella en él, también tenía que hacer comer a Hermione; para su suerte Aiden decidió comer con ellos de forma obstinada, no le sorprendía, la orden de Harry con el lobo había sido que hiciera su vida normal, que estuviera con sus amigos y que no estaba obligado a permanecer bajo su mirada 24/7, pero nunca le prohibió estar con ellos siempre y cuando lo quisiera, y el lobo del chico sentía el malestar en su manada y quería compensarlo a pesar de las quejas de Mione.

Estaban alejados de su asiento habitual en un claro desaire a sus compañeros, al inicio de las mesas cerca a la salida del Gran Comedor con el Muffliato cubriendolos. Aiden parloteaba animado frente a ellos mientras trataban de seguirle el ritmo por lo poco animados que estaban ellos, las miradas furtivas del resto no ayudaban con el ánimo de Mione de cruciar a todo el que se le pusiera en frente.

- ¿Le pasó algo a Harrison? - volvió a preguntar Aiden, pero ésta vez de forma directa

- No Aiden - tranquilizó Reynald al ver la poca disponibilidad de su amiga - Un dolor de cabeza que ya se le pasó pero aprovechó para excusarse todo el día, dormirá y trabajará en tu poción

- ¿Es tan complicada? - preguntó asustado y curioso

- Oh no - intervino Mione algo que alegró a Ron - Es delicada pero no complicada, no tiene que vigilar tanto, pero yo lo obligue a que reposara, éstos días también le afectan algo distinto a ti pero igual

- Oh claro - dijo entendiendo

- Por cierto - recordó ella - Me dijo que ni bien terminen tus clases debes ir a verle, ya sabes cómo llamar a su baúl, así que lo haces para que empieces con tu medicación

- Claro - asintió con fervor

- Y sigas tu entrenamiento - agregó Reynald disfrutando la cara de disgusto del niño

- Por supuesto - refunfuño clavando su tenedor en la comida

EL gesto les arranco risas a ambos y la tensión se esfumó.

La clase de Historia de la Magia los recibió igual, Hermione le extendió la justificante a la mamá de Frank y se sentó al lado de Reynald, con toques ocasionales que, aunque 3 merodeadores encontraron sexual, sólo uno lo vio como toques reconfortantes, y es que James podía entender el hecho de que querían un consuelo que no se notará, lo había experimentado con Sirius los primeros meses de conocerlo en Hogwarts, aunque claro, ahora Sirius parecía una garrapata, incapaz de mantener las manos o el cuerpo alejado de quienes le rodeaban, cosas de sangre puras.