-Alfonso es una persona increíblemente fácil de amar-dijo como dirigiéndose al público-y con él hay de dos, o terminas queriéndolo o no lo conoces en realidad-añadió y él no podía esperar más por tenerla en sus brazos-a mi me tocó la primera...y por eso yo quiero hoy prometerte muchas cosas para esto que empezamos: te prometo que este idilio nos dure toda la vida, te prometo que te gusten los recuerdos, te prometo darte tiempo en las mañanas...prometo acompañarte en cada paso de tu vida si tu me juras que no estás pensando en irte-le dijo y a ambos se le llenaron los ojos de lágrimas, un poco más a poncho, el hecho de que esa mujer, que él adoraba por ser tan independiente le estuviera confesándole eso lo hacía sentir como si fuera algo realmente valioso-una vez, en medio de una discusión,-añadió, más por el resto que por poncho porque sabía que lo recordaba-me dijiste que eras un libro abierto y yo te dije que eras uno muy difícil de leer-dijo ella sin poder evitar que se le escapara una sonrisa de aquella época de juventud-entonces...prometo leerte siempre muy lentamente, porque poncho tu eres...-dijo e hizo una cara de que no podía creer lo que iba a decir por lo cursi que era, poncho la miraba expectante, qué demonios, si no era cursi hoy entonces ¿cuándo?-eres la melodía que repito cada vez que tengo ganas de bailar...eres mi cómplice...y te confieso que tu eres capaz de entender mejor que yo misma eso que tanto me asusta...siento que tengo este amor metido en todo mi ser y por todo eso poncho prometo darte una vida con más sumas que restas y prometo...prometo que serás mi amor eterno.-terminó y poncho no pudo evitar rodear su cintura para acercarla y darle un beso, todo el mundo aplaudió, al fin las argollas de compromiso llegaron, dos circunferencias doradas que tenían en el interior la fecha de ese día llegaron a sus destinos, aunque en la mano de ella no había un anillo sino dos, porque planearon para que combinaban perfectamente y así nunca quitarse ninguno de los dos.
En cuanto se subieron al antiguo auto de recién casados se besaron, la felicidad no les cabía en el pecho, querían irse lejos pero debían ir primero a la recepción que tenían preparada con la familia, además el hecho de que any llevará una personita dentro se le hacía cada vez más difícil esperar la hora de la comida.
-Me gusto la charla que dió el cura-exclamó ella viéndolo y este reflejó en su cara de que ni siquiera la escuchó, ella lo notó de inmediato, ya lo sabía pero quería que él se diera cuenta solo-¿la escuchaste cierto?-le dijo queriendo molestarlo y él aclaró su garganta.
-Eh...si, si, algo sobre la responsabilidad, el compromiso...y...y...-estaba diciendo y ella lo interrumpió con una risa.
-Poncho por Dios, no puedo creer que no hayas prestado atención en nuestra boda-le dijo ella y al verla reír con ese brillo en sus ojos, el cabello arreglado con esa diadema que llevaba se explicó porque no escuchó nada de lo que dijo el cura, entendió porque su capacidad de ser multitarea que había tenido toda su vida no había funcionado ese día, la había visto durante toda la ceremonia, tratándose de explicar cómo había logrado volverla a encontrar, cómo la enamoró en un principio, como ya no se imaginaba una vida sin ella, la vió durante toda su boda porque era más indispensable que respirar, porque se veía bellísima, porque le encantaba como sus ojos se achicaban al sonreír, cómo se veía de linda concentrada, la amaba, esa era la única explicación, la amaba-yo también te amo Alfonso-le dijo ella y él se dió cuenta que uno de sus pensamientos se escapó pero no importaba, le encantaba que ella también lo amara, le encantaba como sonaba su nombre en su voz, la beso.
La recepción fue hermosa, elegante, comida muy variada y música en vivo. Había mucha gente, la familia a lo largo de los años se había multiplicado y allí estaban algunos amigos que habían recogido por el camino de la vida.
-Sé que ya eres mi esposa, sé que has tenido otras relaciones, sé que te he hecho el amor incontables veces, sé que ya eres mía, pero hoy cosita, hoy te voy a besar cada parte de tu cuerpo mientras te desnudo y te voy a hacer mi mujer de una forma que vas a sentir que nunca hubo nadie más-dijo en su oído con un fuego en sus oscuros ojos y voz autoritaria que aunque nunca había usado tan intensamente logró despertar una chispa de excitación en ella, estaban en medio de las fotografías y eso lo hacía exactamente, el hecho de que alguien los pudiera escuchar y de que no era la primera ni la última promesa de ese tipo que le había hecho en la ceremonia.
Afortunadamente nadie los escuchó, porque aunque anahí le encantaba la propuesta se moriría de la vergüenza y mataría a poncho por eso. A su parecer la tarde pasaba lenta, ya se sentía cansada y el hecho de estar en sus primeros meses de embarazo la hacía en extremo sensible a los olores fuertes.
Rato más tarde, cuando Anahí salía del baño se sintió acorralada por una corpulenta figura que conocía muy bien y que hace unos cuantos años lo había hecho de la misma manera en el baño de una discoteca con el que fue su novio afuera esperándola.
-Esta noche te voy a quitar todo menos esa diadema-le dijo él erizando su piel cercana al oído, ella se separó y lo vió con una expresión de pregunta: ¿Ah sí? decían sus cejas levantadas.-Es muy en serio, hoy en la iglesia me puse duro solo con verte con ella-añadió y ella aunque estaba ruborizada quería que siguiera diciéndole esas cosas, las hormonas del embarazo estaban al cien.
-¿Por qué?-preguntó ella y se humedeció los labios, se le habían secado de solo escucharlo.
-Quieres saber porqué-afirmó él mientras cambiaba su mirada de un ojo azul al otro pensando en responder de la manera que ella no se esperaba pero que a la vez le encantaría-porque pareces un ángel que estoy dispuesto a corromper.-aseguró él y ella se mordió un labio en un intento de controlar su pesada respiración pero él con un dedo la hizo remover el gesto-nada de eso hermosa, solo yo los muerdo-dijo de nuevo como si fuera el amo del mundo mirando los labios de la chica y de repente se fue sonriendo a saludar a uno de sus tíos como si nada hubiera pasado y sin ni siquiera dejarle un beso, mientras ella se quedaba ahí con la cara roja, la respiración pesada y un cosquilleo entre las piernas.
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Estos son los votos de Anahí, que les pareció?? (algunas son partes de canciones lo acepto pero ajá que hago si gaste todo mi cursilería en el de poncho y no estoy ahorita enamorada)
Que votos les gusto más??
Que les parece Poncho indecente? jejeje
pregunta importante: les gustaria historias de los hijos de poncho y any?
posdata: tratare de no desaparecer tanto.
AA.