Capítulo 3: Desafío

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"Tuve una pelea, estaba indispuesto

Yo estaba adentro, a pesar de toda la prosa malvada

Pero solo soy un hombre, y hago lo que puedo"


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Izuku no tiene ganas de levantarse. No tiene ganas de existir. Finalmente su aliento se estabilizó y el naga se había ido, pero sintió la inevitabilidad de la muerte que se cierne como un espectro sobre su espina dorsal.

Tiene la corazonada de que volver a su saco de dormir del campamento no le alegrará el ánimo, por lo que se sienta y observa cómo las olas chocan contra la orilla. Recuerda la sonrisa del naga, sus dientes, sus garras y sus cautivadoras pupilas. Izuku aprieta los dientes, pero con un esfuerzo considerable, empuja la memoria a un lado.

-Estoy vivo-, se recuerda a sí mismo. -Hace un par de minutos, pude haber estado muerto. A pesar de todo, todavía estoy aquí-. Combina su respiración con la marea del océano y la repite como un mantra, hasta que se hunde.

Piensa en Yagi.

Izuku recuerda la tos crónica de su mentor y los pañuelos ensangrentados que se apilaban en los botes de basura de la escuela. No fue ningún secreto. Todos sabían de su declive. A pesar de esto, Yagi, era imparable. Dirigiría su esqueleto a la universidad con una sonrisa, predicaría su sabiduría y alentaría a sus alumnos a hacer lo mejor. Izuku recuerda lo nervioso que estaba el día que presentó su tesis. En aquel entonces, fue el momento más aterrador de su carrera académica. Recuerda cómo los ojos vacíos de su profesor centelleaban mientras agitaba su cabello alentadoramente.

-Estarás bien siempre y cuando mantengas tu cabeza en alto. Incluso cuando te sientas preocupado o asustado, ¡recuerda sonreír! Especialmente en ese momento. ¡Incluso si tienes que fingir!-

Yagi enfrentaba su muerte regularmente. Esa fue su batalla. La mayor batalla de Izuku acababa de comenzar. Toma un respiro para enfocar su intención y recuerda las palabras que Yagi habló después del discurso; las palabras que se quedarán con él por el resto de su vida.

-Sigue caminando hacia adelante, no importa cuán desgastado estés-.

Izuku muerde su labio y la epifanía lo golpea.

-Gané-.

Él pone una mano en su brazo herido y lo tensa. Se deleita con la verdad y el terror desaparece.

-Casi me atrapa, pero gané. Cada segundo que paso con miedo es como rendirme y no lo dejaré ganar-.

Izuku está de pie, y camina hacia la nave de Mei. Es ahora cuando recuerda el guiño y el empujón que la ingeniera le dio antes de emprender su viaje. Ella le había dejado una sorpresa a bordo del barco. Una sorpresa que no le permitió abrir hasta que llegara a la isla.

La esperanza se eleva en su pecho cuando abre el baúl. -Vamos, Mei. ¿Qué tienes para mí?-

Dentro encuentra una bolsa de lona. Es más pesado de lo que parece, y después de probar su peso, Izuku decide que puede descansar donde está mientras examina su contenido.

La primera cosa que ve en la bolsa es una pequeña nota con "CHAMP" escrita en letras gigantes, pegada con cinta adhesiva en la parte superior del equipo. Él lo abre para leer, "Por aburrimiento / cuando la mierda golpea al admirador". Izuku resopla y pega la nota en su camisa. Directamente debajo de ella hay una pequeña botella. Si tuviera que adivinar, diría que seguro es ron o whisky.

En el ojo de la tormenta *KatsuDeku*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora