NAVIDAD CON MI SUPERHÉROE FAVORITO

Bueno este es mi primer one shot de todos los tiempos espero que sea de su agrado y por favor no sean muy rudas conmigo uwu <3 lo hice con mucho amor para el "Concurso de Fanfics Itsy Bitsy Spideypool-Agosto/Septiembre Romántico" 2018

  Quiero dar un inmenso gracias a mi linda Fer   por siempre inspirarme a ponerme nuevos retos y ser mejor persona cada día ♥ sé que nunca podré superarte porque eres genial! Pero si quiero que te sientas orgullosa de mi como yo lo estoy de ti ♥  

NARRA WADE

¡Hola pervertida! ¡Sí, te hablo a ti! Señorita "busco fanfics de Spideypool por el romance" pero solo con clasificación +18 porque lo único que quieres, y todas quieren, es llegar a la parte de la sabrosura entre la linda arañita y este dios de la sensualidad. ¡Y no te culpo!, ja ja ja, después de todo a mí también me encanta leer esos relatos eróticos disfrazados de dramas románticos que muchas de ustedes seguro ya leyeron. Pues bien, mi querida pervertida, vengo a complacer tus pensamientos más obscuros y te contaré como Spidey et Moi* pasamos la noche más suculenta que cualquier chimichanga que haya probado y haciendo que sintiera algo más que un simple fanatismo hacia él.

*"Spedey y yo" en francés para las princesas desconocedoras del idioma del Amors las amo babys <3. *

La historia empieza el día de navidad, yo había planeado la fiesta más genial de la historia de las navidades, ¡MI FIESTA EXTRAOFICIAL DE NAVIDADES DE LOS VENGADORES! Todos habían asistido y se la pasaban de lo lindo tomando ponche, cantando villancicos como una gran familia feliz y entonces... ¡Me echaron! ¡DE MI PROPIA FIESTA! ¡¡EN NAVIDAD!! ¡¡¡Y solo por dar el regalo más genial, con un chiste altamente inapropiado pero muy gracioso, A LA PERSONA EQUIVOCADA!!! Solo quería pasar una linda velada entre mis nuevos amigos vengadores y sentirme parte de algo por primera vez :'( (y no, los X-force NO CUENTAN... al menos no en este relato) ¿Puedes creer lo cruel que pueden llegar a ser algunas personas?

Cuando salí del edificio, bastante molesto por supuesto, pude ver una solitaria y triste arañita espiando la fiesta desde un espectacular que se encontraba convenientemente en la acera de frente al edificio. Parecía tan triste viendo como todos se divertían que me sentí un poco culpable, ya que yo había decidido no mandar su invitación por miedo a que la rechazará. Después de todo era ¡Spider Man! ¡El superhéroe más amado y respetado de la ciudad! Seguro ya tenía otros planes con personas mucho más importantes que un tonto fan que no era otra cosa que un bulto de cáncer andando.

Pero ahí estaba, en medio del frío espiando por la ventana como un pobre niño huérfano, viendo como los demás se divertían mientras él se hundía en su miseria, fue como si me viera a mí mismo en la navidad pasada, un pobre perro callejero viendo por la ventana de una casa, deseoso de entrar a la fiesta y comer todo el pavo relleno para arruinar su perfecta navidad. Después de estar un rato observándolo y con ganas de quitarle de una patada su molesta expresión decidí que esta noche no me la pasaría solo, no otra vez.

El niño se encontraba tan absorto que no noto mi presencia hasta que decidí llamar su atención gritándole pervertido y amenazando con llamar a la policía a modo de broma como a mí siempre me gritaban, claro que en esas ocasiones no lo decían en broma y eran los policías quienes me corregían de mi penoso error, jejeje upsi!. El arácnido se limitó a decir que era una "fantástica fiesta" y aludió a su inexistente invitación. Huy! Directo en la llaga.

Después de inventar una absurda y poco creíble excusa comenzamos a caminar por la calle vacía y cubierta de nieve criticando a la navidad, teniendo así una increíble conexión que me hizo sentir vivo y esperanzado de poder llegar a ser un amigo para él. Pero mis ilusiones se desvanecieron cuando un incómodo silencio gobernó la conversación y atacado por los nervios comencé a despedirme, echando por la borda mis planes de pasar una divertida noche con él. Gracias a Dios un carruaje en llamas con su jinete incinerado paso rápidamente a nuestro lado como una señal divina de que no debíamos separarnos todavía.