Llamas Ígneas

5: El destino

Phoebe corrió hasta llegar al bosque. Lo buscó con la mirada por todos lados. Nada.

—Quizás sea el destino—Dijo en voz alta.

Se sentó en la hierba. Comenzó a hacer una llama para distraerse, eso le ayudaba cuando estaba aburrida o deprimida.

—Que bueno que la encuentro, Reina Flama—Dijo Flambo sentándose en su regazo—. Tengo una carta para usted.

—¿Para mí?

—¿No oíste bien?—Sonó fastidiado—. Lo siento, mi Reina—Se disculpó —. Estoy un poco preocupado por cierto asuntos.

—¿Tienen que ver con el reino?

—No, majestad. Usted no debe preocuparse—La tranquilizó.

—¿Quién envía la carta?—Quiso saber.

—Entiendo lo precavida que es majestad. Nunca debe recibir cartas en las que no tengan destinatario, mucho menos abrirlas—Le advirtió —. Usted es mejor gobernante que su padre. El reino nunca había estado mejor que ahora—Se dio cuenta de que estaba hablando demasiado—. Lo siento, majestad. La carta es de Finn el Humano.

Sus mejillas se encendieron y el fuego se hizo más intenso a su alrededor. ¿Por qué estaba tan nerviosa?

Abrió el sobre. Alguien lo había encantado para que no se quemara. Leyó la carta rápidamente.

—Finn.

Él apareció detrás de ella.

—¿Por qué me seguiste?

Sí, ahora estaba segura de lo que iba a decir.

—Finn, quiero decirte algo.

El muchacho permaneció expectante, esperando que ella continuara hablando.

Phoebe se armó de valor y comenzó a decirle palabra por palabra toda la verdad.