Narra Kat
Mis manos subían y bajaban por mis piernas mientras dejaba que el aire moviera mi pelo. En estos momentos me sentía bastante bien, simplemente desconectando mi cerebro y no pensando en nada. Dentro de lo posible.
Había unas señoras mayores sentadas en otro banco enfrente del mío y al principio habían estado hablando, pero ahora se dedicaban a observar a las personas que iban y venían. Yo ni siquiera las miraba. No quería pensar en lo que podría estar pasando en su vida, porque inevitablemente la comparaba con la mía.
Oi a alguien pasar cerca de mí pero no dejé de mirar el árbol al que tenía mi vista pegada. Se sentó a mi lado y entonces reaccioné para bajar la mirada y poner mis manos sobre el banco para darle más espacio. Al verle de reojo se me aceleró el corazón y giré mi cabeza para verlo completamente.
Mis ojos se quedaron abiertos mientras lo observaba fijamente, casi sin querer pestañear. Sentía que el mundo se estaba convirtiendo en una pecera, pero no eran más que las lágrimas demostrando lo que lo había echado de menos.
-- Luke. -- dije con la voz rota, notando como mi cuerpo se ladeaba y se inclinaba para estar lo más cerca suyo posible sin que se notara. O eso creía yo.
-- Tu madre dijo que te encontraría aquí. -- sonrió levemente y a mí se me cayó una lágrima. Desvié la mirada para poder quitármela. Creí que podría articular palabra al haber respirado, pero no pude. Tenía un nudo que no entendía por qué estaba ahí. -- Te veo... mejor.
Reí tristemente mientras me encogía de hombros.
-- ¿De qué me sirve estar bien por fuera pero no por dentro?
Se quedó callado y yo volví a ladearme para no tener la tentación de mirarlo. En parte era por su culpa, puesto que lo que más me dolió en mi periodo de descanso y reposo fue su ausencia, pero aun así no podía encontrar el rencor dentro de mí. Lo necesitaba demasiado.
-- ¿Por qué? -- pregunté, mirando un punto fíjamente. -- ¿Por qué haces esto? -- me volví para mirarlo. -- No lo entiendo. -- presioné mis labios en un intento por no llorar. Me estaba costando un dolor. Sentía el corazón latirme con fuerza en el pecho.
-- Joder, Kat... -- se pasó una mano por el pelo, soltando una bocanada de aire y mirando a lo lejos. Por alguna razón presentía que estaba a punto de llorar.
-- ¿He hecho algo mal? -- seguí insistiendo.
-- Kat...
-- ¿Es por mi hermano?
-- ¿Qué dices?
-- ¿Mi madre?
-- ¡No! Kat, joder. -- se exasperó, moviéndose incómodo en el banco. Las señoras mayores fijaron su mirada en nosotros. Antes de darme cuenta sentí a Luke más cerca de mí. No entendía por qué lo estaba haciendo, pero lo agradecía.
-- Mi hermano se va. -- dije cuando hubieron pasado unos segundos y él no tomaba la iniciativa. Algo le ocurría y no quería decirme el qué. Algo que le impedía ser transparente conmigo.
-- ¿Adónde?
-- A Londres. Va a probar suerte junto con... con... -- cogí aire, dejando mi barbilla caer en mi mano, echada hacia delante para que me diera más aire. O qué sabía yo. Necesitaba cerrar los ojos.
-- Estoy aquí. -- posó su mano en mi espalda y mi cuerpo respondió a él enseguida, con un escalofrío que me recorrió la espalda. Sabía que él lo había notado. -- Estoy contigo. -- se acercó hasta que nuestras piernas se tocaban y su brazo estaba prácticamente rodeándome.

ESTÁS LEYENDO
No confies en los fantasmas || Luke Hemmings
FanfictionSolo una chica normal, en una casa no tan normal.