Yo voy a... ¿Salvarte?

Su nombre es Izaya...

Narra Shizuo

Mi nombre es Heiwajima Shizuo y hace un tiempo que llevo soñando con un chico que desconozco, yo no soy una mala persona, así que sin duda en todas las oportunidades que he tenido he intentado salvarlo, sin embargo todo intento siempre se ve frustrado de la misma forma, conmigo abriendo los ojos en mi habitación.

Era de madrugada cuando nuevamente sucedía lo que ya todas las noches parecía ser presente. Una nueva pesadilla aparecía en mi mente, era nuevamente aquél chico de tes pálida y cabello azabache quien pedía una y otra vez ayuda mientras un desagradable sujeto abusaba de él una y otra vez. 

Todo el tiempo era lo mismo, yo lo miraba llorar desnudo mientras tenía a aquél tipo dentro de él, sin duda que yo ardía en rabia, quería matarlo. Siempre una posición diferente, pero el resultado no cambiaba. Era el mismo chico una y otra vez siendo violado mientras lloraba y pedía por ayuda, yo intentaba correr para matar a ese tipo y acto seguido, terminaba abriendo los ojos sudado y agitado en mi habitación, sin haber podido hacer algo.

Hoy no era la excepción, desperté sudando y con la impotencia de todos los días. No sabía su nombre, sólo sabía que seguro en algún lugar él sufría, yo quería salvarlo, yo debía salvarlo.

La mañana llegó y tenía que ir al colegio, pasé de nuevo mi noche en vela, pensando en donde podría estar ese chico, y si por alguna misteriosa razón él me llamaba en sueños para que lo ayudara, yo sólo tenía 14 años y él sin duda parecía ser uno año menor ¿13 tal vez? ese tipo que abuzaba de él era un maldito. Sin duda lo mataría...

Entré en la cocina y mi madre me miró, preguntaba siempre sobre mis pesadillas y trataba de decirme que olvidara eso, que sólo era un mal sueño, pero yo no podía hacer eso, no mientras pensara que ese chico estaría sufriendo en algún lugar del mundo.

Miraba mis manos y era obvio ¿no? por ésta razón es que yo era tan fuerte, estaba seguro que mi destino en éste mundo era salvar a ese chico que se comunicaba conmigo a través de sueños. Por eso yo era tan fuerte y por eso era que yo podía vencer a cualquiera. Ese chico sin duda lo sabía y por eso me pedía ayuda todas las noches, eso era lo que yo creía, o si no... ¿porqué tengo esta super fuerza? 

Sin duda que para proteger a alguien se necesita ser fuerte y yo lo protegería.

Llegaba a la escuela y todos los días era lo mismo, miraba por un lado y por otro tratando de ver si algún chico de mi clase se parecía a aquél indefenso chico, pero nada, ese chico sin duda no estaba en ésta escuela, así que decidido regresé  a mi casa y miré a mi madre.

- Mamá, quiero cambiarme de colegio - dije y ella me miró, sabía porqué razón lo decía y por ello fue que se negó.

Tenía un hermano... Kazuka, nunca hablaba, pero sabía que aquél me entendía, sin embargo cuando se trataba de cosas como ésta él sólo decía, entonces sigue buscándolo, eso era sin duda lo que hacía.

Comencé por usar las salidas del colegio para ir a las escuelas cercanas y ver si algún chico parecido se encontraba en alguna de ellas, pero eso sin duda que no resultaba, no había nadie que se pareciera a él, pensé que si quería encontrarlo necesitaría ayuda.

Tenía un amigo, Shinra, él era extraño, así que opté por contarle sobre lo que pasaba, pero no pareció entender la situación, él sólo dijo que quería tomar muestras de mi sangre, sin duda Shinra era extraño, siempre decía que yo era diferente y que quería diseccionarme, pues mi ser le parecía extraordinario. Él era muy raro pero a la vez era el único chico que no se alejó de mí nunca, Shinra era el único amigo que tenía, sin embargo parecía no entenderme nunca, pero sabía que él me podía ayudar.