"¿Dónde estas mamá?"

#6.

- ¿Eh?.

- te estoy preguntando ¿Por qué cubre tus ojos? - se acercó más hacia mi rostro.

Estaba en pánico, desde que tengo uso de razón me cubro los ojos con mi flequillo para que nadie los vea; estaba debatiendo internamente, que no me di cuenta que estaba por apartar mi flequillo.

- ¿Q-qué estas haciendo? - levante un poco la voz, no se porque mis mejillas se sienten calientes.

- ¡oh! Si puedes hablar - dijo algo, no se si decir sarcástico o divertido.

- por supuesto, y te agradecería que no me tocaras como si me conocieras, en especial mi flequillo - dije a la par que cubría mi flequillo con mis manos.

- ... Lo siento, es que a pesar de que tu cabello es hermoso, no muestras tus ojos y eso me intriga más.

- ... Comprendo, yo también lamento mi comportamiento, no fue adecuado, aún más que apenas nos conocemos, lo lamento - di una ligera reverencia.

Podía oír la sorpresa de todos mis compañeros, así como murmullos diciendo. "Todoroki-san se disculpó, se nota que es madura", "inicialmente fue su culpa, así que era obvio que debía disculparse". Entre otros más, no negare que reaccione mal, por lo general suelo controlarme, pero esta vez fue diferente.

La maestra corto el momento incómodo, haciendo que Bakugou-kun se siente; luego de eso todo transcurrió normal. Al momento de salir, pude notar como los demás niños y niñas se acercaban a él para entablar una conversación u ofrecerle su amistad, hice caso omiso y salí.

- por lo menos deberías despedirte de tus amigos.

Esa voz me sorprendió, detuve mi andar para girarme a verle, encontrandome con sus enigmáticos ojos, no entiendo los latidos sin parar de mi corazón, con algo de sobreesfuerzo mantuve la cabeza fría.

- ninguno de los que están allí adentro son mis amigos - dije cortante.

- al menos deberías tener uno, ¿No es verdad? - me dio una pequeña sonrisa.

- *suspiro* Bakugou-kun, no es por ser cruel o algo así, pero no es realmente de tu incumbencia, y agradecería que respetaras la privacidad del ajeno.

- comprendo eso, pero al menos deberías hablar un poco más con ellos, conmigo.

- ¿Contigo? - dije dudosa.

- tu flequillo, que sepas que soy muy curioso, y quiero ver tus ojos. Y no me rendire hasta lograrlo, así que tendrás que soportarme por un buen tiempo - dio una sonrisa jovial.

- entonces jamás podré deshacerme de ti.

Segui mi caminar ignorandolo, por alguna razón su apellido me resulta conocido, anduve pensando que no me di cuenta cuando salimos, me fijé la hora y aún era un poco temprano, podría irme a casa con calma.

Estaba por pasar la calle antes que el semáforo peatonal diera rojo, cuando sentí una mano en mi muñeca tirandome hacia atrás. Abri los ojos, cuando caí en cuenta que estaba entre los brazos de Bakugou-kun, rápidamente me aleje de él, estaba extraña, mis manos sudaban, mi corazón no dejaba de latir al máximo; me sentía de forma rara, cuando algo que dijo me devolvió a la realidad.

- ¿Por qué te vas, no deberías esperar a tu mamá o tu papá? - se veía molesto.

- ninguno vendrá, además no es tu problema que decida irme o no - dije algo molesta.

- pero no está bien - se veía preocupado.

- ... Da igual, y tú ¿A quién esperas?.

- a mi mamá, la cual viene por allí.