40. Resaca y conversaciones

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Dos golpes en la puerta, que se sintieron como dos golpes en mi cerebro, son los que me despiertan

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Dos golpes en la puerta, que se sintieron como dos golpes en mi cerebro, son los que me despiertan. Me giro lentamente en la cama para ver quién era, y un gran dolor de cabeza se apodera de mí.

-Emily, te hice esto -me habla Alvin desde el marco de la puerta de mi habitación, con una taza en sus manos-. Ayer llegaste en un muy mal estado, por lo que supuse que hoy tendrías resaca -asiento con quejas.

-¿Qué es eso? -hablo con dificultad, y logro sentir mi asqueroso aliento a alcohol.

-Té de jengibre para eliminar el alcohol de tu organismo, con un poco de miel para que te ayude a reponer el cuerpo y con unas gotas de limón para recuperar un poco de minerales -me pone la taza en mi mesita de noche-. Ah, tienes visita.

-¿Quién? -me siento en la cama con dificultad gracias al dolor de cabeza.

-Tyler. Le dije que ya bajabas -finaliza y sale de la habitación. Suelto un suspiro cansada y tomo un sorbo al té-mágico-quita-resaca y me levanto con lentitud para darme una ducha sin pelo y lavar muy bien mis dientes.

Como día sábado, opto por una coleta alta, un short, y una camiseta roja de tirantes.

Bajo las escaleras y me dirijo a la sala, donde Tyler se encontraba con su móvil. Lo saludo y me siento a su lado

-Tyler ¿te quedas a almorzar? -le pregunta mi madre desde la cocina al chico y logro ver por detrás que mi padre la mira en desacuerdo.

-¿Almorzar? ¿Qué hora es? -pregunto asombrada.

-Dos y veinticinco -me responde Tyler guardando su teléfono.

-¿¡Que!?

-Que esperabas con la hora y el estado que llegaste -me responde mi madre.

-¿Acaso todos se enteraron de cómo quedé?

-Si. No fueron muy discretas las risas de Mathias y tú cuando bajaron del taxi y caíste de cara en el césped de la entrada -habla mi padre.

Okey. Solo agradeceré que no me regañaron por todo el alcohol que consumí.

-Entonces cariño, que dices -por un momento pensé que mi madre me hablaba a mí, pero luego me di cuenta que le decía al chico a mi lado.

-Si no es molestia... -Le responde Tyler.

-Hija, avísale a Alvin que ya es hora de comer -asiento, y con dificultad y dolor me paro en el inicio de la escalera y le grito al universitario que está servido.

(...)

Luego de un delicioso almuerzo, Tyler me pide que salgamos a caminar un poco, ya que debe contarme algo sumamente importante. Accedo y caminamos hacia una plaza pequeña de por ahí. Nos sentamos en una de las bancas y me preparo para lo tan importante que debe contarme.

-Bien. Solo te pido una cosa -comienza a hablar y yo asiento para que continúe- Prométeme que no te enojarás conmigo.

-Tyler, me estás asustando un poco. Habla por favor.

 Habla por favor

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-Okey... He estado guardando esto durante un tiempo, y si no lo dije antes fue por miedo a la reacción que tendrían todos ustedes. Enserio, te pido que no te enojes conmigo. Lo hubiera dicho antes, pero con todo esto del problema con Mathias no tenía como -digo y esta se asusta. Decido sacar mi celular y mostrarle la foto antes de seguir hablando.

-Que... ¿Quiénes son? -Pregunta mirando la imagen- ¿Cómo conseguiste eso?

-Son Miriam y otro chico. Viven cerca de mi pueblo. Iba caminando por ahí y los vi besándose. Sabía ya desde hace mucho que estaba juntos, pero no tenía como, cuando y con qué decírselos para que me creyeran. Luego vino esto del problema con Mathias y mis oportunidades de hablar eran nulas pero ahora... -Vuelvo a guardar mi teléfono en mi bolsillo y miro a Emily, quien solo observa fijamente el cemento del suelo- Si te lo digo a ti es porque confío, y sé que no me juzgarás sin preguntar.

-Pero... Osea que... Ay no -dice y cubre su cabeza con ambas manos- esto es muy malo. Le ha sido infiel incluso antes de conocerse. Esto no... Ay Tyler. Debemos decírselo lo antes posible a Mathias.

-Debemos pensar como decírselo. No podemos hacer nada apresurado -intento calmarla.

-Pero debemos. ¿Qué pasará con el bebé? -se altera.

Esperen. ¿Qué?

-¿Qué? -Pregunto y noto como se da cuenta que metió la pata -¿De qué bebé hablas?

-El de Mathias. De Mathias y Miriam -dice con culpa.

-¿Ella está embarazada? -Asiente triste- ¿Y crees tú que sea del? -Niega- Okey. Busquemos una forma de decírselo lo antes posible.

No me sorprende mucho que Miriam invente cosas como estas. Ahora solo queda ver cómo resolver esta mentira.

(...)

Luego de llamar a Miriam y obligarla a que nos juntaremos cerca del pueblo, fui a buscar mi motocicleta y ahora nos encontrábamos ambos conversando en el medio del bosque que separa la ciudad con mí pueblo.

-¿Te puedes apresurar con lo que tenías que decir? -insiste la chica de mala gana cruzando sus brazos en su pecho- Y no me mires con esa cara por favor, que me largo enseguida.

-Como pretendes que no te mire de esta forma, si acabas de mentirle a uno de mis mejores amigos diciéndole que estás esperando un hijo de él -escupo y ella comienza a reír con tantas ganas, como si uno de los mejores comediantes del mundo hubiese contado su mejor chiste.

-¿Celoso? -Pregunta de manera arrogante.

-Es que te pasas...

-Mira chiquito -comienza a hablar- Tú no eres quien para decirme que debo o no hacer con mi vida. Además, ¿Qué sabes tú sí estoy o no embarazada de Mathias?

-Exacto, no lo sé. Por eso pido que le hagas un examen de ADN al bebé y dejes de amarrar a mi amigo a tus mentiras. No quiero que salga lastimado.

-¿Cómo tú? -dice aún con su tono arrogante.

-Si -Sonríe al oír mi respuesta- No sé qué clase de persona eres que te gusta ver sufrir a las personas.

-La clase de personas que se divierten. No como tú, quien sales con una monja.

-No salgo con nadie.

-Pero te gusta -comienza a acercarse a mí- y cuidado con lo que me hagas, que estas garritas de loba no temen incrustarse en el cuello de una dulce e inocente chica -Dice pasandomelas de manera suave por el rostro, como forma de amenaza.

-Ni este ocurra tocarla -Alejo sus garras de un manotazo y la tomo entre las mías-. Lo mismo hago contigo -la suelto con brusquedad y tomo mi motocicleta para volver a mí casa en la ciudad.

Definitivamente nunca consigo nada cuando intento hablar con Miriam. Es un maldito caso perdido.

Tu secreto descubierto [#TSD1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora