No fue un beso muy largo, y desde luego no fue uno de esos de película, pero fue maravilloso a su manera. Lo único que recuerdo es que, cuando nuestros labios se rozaron, tuve la certeza de qué jamás olvidaría ese instante.
[Narra Finn Wolfhard].
La había besado, la besé y sentí lo que jamás sentí en mi corta vida. Me enamoré de ella, me enamoré sus ojos, de lo fuerte que su mirada puede ser, de lo capaz que es al provocar mil cosas en mi, me enamoré de sus labios, me enamoré cuando los miré moviéndose al hablar, cuando una sonrisa se formaba en estos, me enamoré de ellos sin tocarlos hasta que una noche, estos cálidos tocaron mis mejillas, desde ahí supe que los deseaba, deseaba envolver mis labios con ellos, y ahora más que nunca, lo comprobé, los quería solo para mi, los quería abrazar a cualquier hora del día. Cuando se abrazaron con los míos, me pesó separarme, me pesó sin darme cuenta que al separarse era aún más mejor mirar sus ojos cerrados de cerca, podría contar cada una de sus pestañas.
— Espero y podamos hablar. — dijo Yumi una vez ya adentro de su casa. — y no solo besarnos sin arreglar las cosas cómo son.
— Dime que no te pareció malo. — suplique recargado en el marco de la puerta. — Yumi formó una pequeña sonrisa en sus labios y alzó los hombros.
— Hm, si hubiera besado a alguien antes de ti, no sé si dijera que me gustó. — abrí la boca ofendido y ella soltó una risita
— He besado otras bocas. — agache la cabeza. — y puedo jurar que ninguna me hizo sentir lo que sentí esta tarde en el muelle. — Yumi relajó ambas cejas y tragó saliva. — Espero y podamos hablar otro día. — me dí la vuelta y baje las escaleras.
— ¡Aguarda! — me dijo — me tomó de ambos hombros dándome la vuelta, seguido me tomó por la cara y me besó. Por un corto segundo juntó nuestros labios, esta se puso de puntitas y suspiró al separarse. — Recuerda nuestros besos como los primeros. — sonrió y corrió a su casa, una vez en la puerta volteo, sonrió y cerró la puerta.
Un cosquilleo me atacó para no dejarme en paz, quizá por el resto de mi vida o de mi adolescencia. — sonreí — ¡Yes! — solté casi en susurro y me fui de ahí.
Era casi inevitable pensar en la castaña, sí anteriormente antes de tocar sus labios no salía de mis pensamientos, ahora se quedó en mi cabeza. Y está bien, de veras lo está.
— ¡Finn! — una voz chillona.
Carolina.
Levanté la cabeza y ahí estaba, viniendo a mi con una sonrisa adornada en sus labios.
— ¿Tú? — me queje molesto.
— ¿Quien más? — sonrió
— Solo me das problemas.
— Y besos. — se acercó a mi, seguido puso sus manos en mi pecho. — Y todos los que quieras.
— Tengo quien me los dé. — tomé sus manos y las quité de mi.
— ¿Sí? Apuesto que no paraste de pensar en mi.
— Quizá piense en ti cuando hago otras cosas. — levanté las cejas sonriendo.
— ¿Que cosas? — Carolina soltó una risita.
— Tirar la basura, o limpiar la mierda de mis mascotas. — reí — Sal de mi camino, tengo mejores cosas en que perder mi tiempo. — dije esto ultimo y le pase por un lado dejando a esta atrás.
— ¿Te crees muy listo? — exclamó, un tanto furiosa
— ¿Que? — me dí la vuelta con el ceño fruncido.
— ¿Crees que solo puedes jugar conmigo?
— Disculpa. — comencé a reír. —fuiste tú quien se metió en mi vida. — la fulmine con la mirada — Y lo único que traes a ella son problemas y estrés. — rodé los ojos. — demasiado estrés.
— Tengo una foto. — comentó — de nosotros dándonos un beso. ¿Que acaso creías que no contrataría a alguien? — apretó los puños furiosa. — En cualquier momento puedo subirla y hacer de tu vida una mierda.
— Hazlo, sabré explicarlo.
— Lo dudo.
— ¿Lo dudas? — reí burlón. — Alejate de mí. — susurré — Nunca pensé decirle esto a una chica. Pero eres una zorra. — alcé los hombros haciendo puchero, seguido me dí la vuelta y me fui lo más rápido posible.
Cosita linda❤
— ¿Hola?
— Hey.
— No creerás lo que paso justo 10 segundos de salir de tu casa.
— ¡Esa perra! Ahora mismo verá😡.
— ¡Aguarda!
— ¿Yumi?
— Yumi, por el amor de dios, contesta.
— Genial, veré si te encuentro.
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"ςυαиdσ тє мιяé" -fιии ωσℓfнαяd
FanficYumi Scott, un chica diferente a la mayoría, acompaña a su mejor amiga »Carolina» al concierto de la famosa banda, Calpurnia, esta no los conoce y no esta interesada en lo absoluto, pero el ruloso, Finn Wolfhard, mira entre todas las chicas que bail...